Ciudad de México.- En la Ciudad se busca tipificar como delito los tratamientos, terapias o servicios que busquen corregir “mágicamente” la orientación sexual de las personas.
El diputado local de Morena Temístocles Villanueva presentó una iniciativa para modificar el Artículo 206 Bis del Código Penal local para imponer de uno a tres años de prisión y de 100 a 300 días multa cuando la madre, padre, tutora o tutor, parientes, doctores o ministro de culto instiguen, autoricen o inflijan en menores de 18 años dolores físicos o mentales y terapias de conversión para “curar” la homosexualidad.
“Lamentablemente aún persisten prácticas que atentan contra la dignidad, integridad y seguridad en las personas que no nos identificamos con la heterosexualidad normada. Estas prácticas, también denominadas Esfuerzos para Corregir la Orientación Sexual e Identidad de Género, ECOSIG, tienen su antecedente en tratamientos vetustos realizados durante el siglo XIX por quienes en aquel entonces eran profesionales de la salud; inclusive algunas de estas prácticas aún subsisten por discursos y prejuicios avalados por ministros de culto y líderes de movimientos ultraconservadores”, lamentó el legislador.
Incluso -dijo- existen casos en los que menores de edad han sido privados de su libertad o sometidos a actos de tortura, medicación, procesos de despersonalización e incluso abuso sexual con el fin de no permitir la expresión de su autodeterminación, vulnerando con esto sus derechos humanos.
“Estas actividades, además de impedir el derecho al libre desarrollo de la personalidad de las víctimas, lucran con la falta de información de las familias y la ausencia de educación formal de la sexualidad, ya que publicitan y venden terapias o curas milagro a la homosexualidad, bisexualidad y transexualidad, que terminan en tratos inhumanos o degradantes, con el fin de intimidar y coercionar a sus seres queridos para que sigan patrones heteronormados”, indicó el diputado local.
“CURAS” NO TIENEN JUSTIFICACIÓN
Al respecto, la presidenta del Consejo para Prevenir y Eliminar la Discriminación de la Ciudad de México (Copred), Jaqueline L'Hoist, subrayó que por ningún motivo se pueden justificar este tipo de “curas” mágicas, pues atentan contra la libre personalidad de las personas.
“Desde el Copred fuimos el primer ente en México que determinamos a estas terapias, no solamente como un ejercicio de tortura, sino también claramente como un ejercicio de discriminación que buscan y que hacen menoscabo del derecho que tienen las personas al reconocimiento de su género y por supuesto al tema de diversidad sexual”, explicó.
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