Chilpancingo, Gro.- Frente a la reciente ola de asesinatos de mujeres en el puerto de Acapulco, Guerrero, el obispo de la diócesis Chilpancingo-Chilapa, Salvador Rangel Mendoza, lanzó una polémica declaración al señalar que las víctimas de esos crímenes “no andaban en misa, ni en la catedral”.
Honestamente lo voy a decir, cuántas mujeres de éstas, asesinadas, no andaban en misa, ni andaban en la catedral (…) Son mujeres que, por la situación económica, tienen que buscar el pan de cada día, y buscando para ellas y su familia, encuentran la muerte, van para sobrevivir y mueren”, declaró.
El clérigo lamentó que Guerrero se distinga por la violencia contra la mujer como consecuencia del machismo que persiste en el país y consideró que la alerta de género en el estado no ha funcionado, por lo que pidió a las autoridades que se estudien a fondo todos los casos de asesinatos registrados recientemente.
En el fondo todavía hay ese machismo, entre los mexicanos. Hoy como se quiere la paridad de género, como que unos no quieren ceder, al último están cediendo posiciones políticas, económicas y en ese sentido”, consideró.
Rangel Mendoza se refirió también al tema de la falta de clases y servicio médicos en la zona de la Sierra de Guerrero, hecho que, dijo, tiene lugar debido a las condiciones de inseguridad de la zona.
Indicó que en la Sierra lo que solicitan es medicinas: “no hay medicina, lo mismo cuántos estudiantes con mucho esfuerzo de la Sierra quieren venir a las universidades, a las escuelas de Chilpancingo, Acapulco y Cuernavaca y no lo pueden hacer”.
No obstante, confió en que pronto las escuelas retomen sus labores, tras ser enviados 250 maestros este martes con resguardo policiaco.
HEM
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