Este jueves, el Caso Winckler tendrá un capítulo álgido: en la Cámara de Diputados, discutirán el someter a juicio político a Jorge Winckler Ortiz o exonerarlo.
Pero ni aunque le inicien proceso, dejará el cargo.
La operación hecha para removerlo, fracasó.
Al menos en cuanto a quitarlo del cargo ahora. La remoción de Winckler sólo podrá darse hasta que el Pleno del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) se erija en “Jurado de Sentencia” y emita resolución condenatoria.
Y de hacerlo, tendrá que ser por voto de las terceras partes del número total de sus integrantes.
O sea que esto puede ser un procedimiento largo y tortuoso.
Y eso explica también porque el gobernador quiere magistrados “amigos” en el TSJ.
Pero además inicia con un pequeño detalle de inconsistencia: La acusación que le hace Gilberto “N” (presunto prestanombres de Arturo Bermúdez Zurita), de violación a sus derechos humanos y tortura dentro del penal de Pacho Viejo, no está probada.
No han vencido a Winckler en juicio.
Los señalamientos se sustentan sólo en la palabra de un reo y en el impulso mediático que su abogado, Jorge Reyes Peralta, le dio.
Es más, una pregunta para Reyes Peralta, ¿existe acusación jurídica contra Winckler por estas imputaciones?.
Si hubiera ya una sentencia en firme contra Winckler por éste o cualquier delito, el juicio político correría sobre rieles para condenarlo.
Pero sólo está la palabra de un reo, ¿es eso suficiente?.
¿Con eso se puede sustentar el hoy tan famoso “debido proceso”?.
El procedimiento está fincado sobre palillos.
Pero en fin.
La Comisión Permanente, que preside José Manuel Pozo Castro, valido la procedencia de los juicios políticos contra Jorge Winckler y citó a un periodo extraordinario para discutirlos el próximo jueves 7 de febrero a las 17 horas.
Por lo pronto, pase lo que pase ahí, Jorge Winckler tiene un amparo otorgado por el juzgado Primero de Distrito para que no lo remuevan argumentando las últimas modificaciones al articulo 67 de la Constitución Política del estado.
Esa fue una gran batalla que les ganó.
Vaya, Jorge Winckler se dio el lujo de recordarle al Secretario de Gobierno, Eric Cisneros, la llegada de la Navidad y del Día de Reyes pasado, fechas en las que había dicho que se iba a ir.
Lo peor de todo (y lo mejor para Winckler) es que la bancada de Morena no tiene garantizada la mayoría calificada que se requiere para continuar con el juicio político contra Winckler: 34 votos.
El PAN tiene 13 votos. Pero cuentan con que los dos votos de las diputadas del PRD los secunden. También agregan los dos votos de Movimiento Ciudadano.
Y confían que haya votos de los otros partidos en abstención, con lo cual, la petición de juicio político contra Winckler se pueda desechar por no llegar a ese ansiado número de 34 sufragios a favor.
Del otro lado presumen tener todos los votos de Morena y sus aliados ya firmes, más los del PRI y la diputada del PVEM. Incluso hasta mencionan que podría haber votos del PAN que se sumen a la petición de juicio político contra Winckler.
Y si este jueves en una sesión que probablemente será bastante larga, se tienen los 34 votos para mandar los juicios políticos al TSJ, para que esa instancia resuelva a favor de remover a Winckler puede pasar mucho tiempo.
Por eso la prisa del Gobernador Cuitláhuac García por designar a los 12 magistrados que faltan.
Pero sus operadores políticos en el Congreso del estado (probablemente Juan Javier Gómez Cazarín, el coordinador de la bancada de Morena y Pozos Castro, como presidente de la Mesa Directiva del Congreso) no le dijeron que no tenían la mayoría calificada para imponer las propuestas de magistrados (con muy bajo perfil profesional y laboral, por cierto), y entonces, eso se detuvo.
Con ese antecedente vale la pena una acotación: ¿qué seguridad tienen de que ahora si tendrán la mayoría calificada?
Es muy probable que en éste momento los nombramientos de los 12 magistrados estén en la mesa de negociación para conseguir la mayoría calificada para sacar a Winckler.
O, algún otro tipo de cosas.
El Caso Winckler le está saliendo muy caro al gobierno del estado, en lo político, y probablemente en lo económico.
¿Cuándo podrán remover a Winckler?
Quién sabe.
Pero la eficacia que éste caso ameritaba no se ha mostrado.
A los terrenales, y a algunos místicos, nos gustaría saber quienes son los culpables de que esto vaya así y que Jorge Winckler siga en el puesto y exista la posibilidad de que permanezca mucho tiempo más.
¿Quiénes?.
INTOLERANCIA DE WINCKLER AL CORRER A RTV. Por lo pronto a Jorge Winckler le regresó esa vena de intolerancia y amedrentamiento que mostró tan ampliamente en el bienio de Miguel Ángel Yunes, cuando éste martes al mediodía, ordenó que se impidiera el paso al equipo de Radio Televisión de Veracruz a la conferencia que citó.
A los reporteros Antonio Luna Ortega y Carlos Andrade Hernández, y al camarógrafo, Mauro Pérez Soto, les dijeron que era una orden específica del Fiscal de no dejarlos pasar.
Y para intimidarlos, desde un principio los comenzaron a grabar.
Ante esto, el Director de RTV, Víctor Hugo Cisneros, emitió un comunicado, para responsabilizar al Fiscal por cualquier daño o agresión, tanto física como moral, que puedan sufrir los reporteros y el camarógrafo que acudieron a cubrir la orden de trabajo, pero también el resto del personal de la televisora y colaboradores, como una forma de ataque a su trabajo.
“Queremos puntualizar que los reporteros de este canal hemos asistido a todas y cada una de las ruedas de prensa que el Fiscal General del Estado ha convocado y hemos dado espacio, sin cortapisas ni censura a todas sus expresiones”, anota el comunicado de RTV.
Pero también le recuerdan a Jorge Winckler “que es un servidor público y como tal está obligado a dar apertura a los medios de comunicación, cualesquiera que estos sean”.
“Durante los 39 años de existencia de Radio Televisión de Veracruz (RTV) nos hemos dedicado a ser un vinculo entre la población y sus autoridades; Más Noticias, es un medio de comunicación plural, incluyente, veraz e imparcial, ajeno a intereses partidistas dando cabida a todas las voces, ya que es el canal de todos los veracruzanos”, puntualiza el comunicado.
Pero eso a Jorge Winckler no le interesa.
Montado en la soberbia de la seguridad que le da saber que no lo pueden remover por el momento, arremete contra los reporteros, como ya lo ha hecho antes.
Esa es una de las razones por la que muchos desean que ya lo quiten.
Nota de Opinión/Por: Marco Antonio Aguirre Rodríguez/Noreste
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