Ciudad de México.- En 2018, el Nuevo Aeropuerto Internacional de México (NAIM) con sede en Texcoco era prácticamente financiado con endeudamiento que el gobierno adquirió con entes privados, y de representar 45 por ciento en 2015 pasó a 64.5 tres años después. Ello, sólo para la fase uno. En las tres fases de construcción restantes se edificarían las pistas uno, cuatro y cinco, de 2030 a 2060, sin que el Grupo Aeroportuario de Ciudad de México (GACM) tuviera definidos los costos, recalca la Auditoria Superior de la Federación en el documento que da seguimiento a los manejos financieros en el tejido de fideicomisos que el gobierno movió de ámbitos públicos a privados para la obra.
En ese tenor, en 2017 y 2018 se pagaron 7 mil 936 millones de pesos en intereses por la deuda que se adquirió para levantar el aeropuerto de Texcoco, según uno de los reportes de la Auditoría Superior de la Federación (ASF) sobre la cuenta pública de 2018. Dicho endeudamiento, destaca el organismo, deriva de que en tres años el gobierno no cambió su estimación: el aeródromo costaría 169 mil millones de pesos, pero aumentó 19.5 por ciento (38 mil 24 millones de pesos) el dinero privado y los recursos fiscales disminuyeron en la misma proporción e importe respecto de lo establecido en el Plan Integral de Financiamiento 2015.
En diciembre pasado, ya en funciones la administración de Andrés Manuel López Obrador, se determinó cerrar de modo anticipado una parte de la deuda adquirida para el NAIM. La maniobra implicó negociar con inversionistas internacionales la recompra de mil 800 millones de dólares, 30 por ciento de un fideicomiso, con 6 mil millones. Los 4 mil 200 millones que faltan por pagar –capital e intereses– se liquidarán en 19 años, según el gobierno. La maniobra de negociar con los bonistas internacionales implicó que el gobierno pagara en asesores legales mil 740 millones de pesos, según la ASF. Mientras, los recursos aún pendientes por pagar a inversionistas, más de la mitad, 2 mil 100 millones, responden a los bonos que tienen rendimiento hasta 2047, con tasas de interés más altas.
Derivado del manejo de la red de fideicomisos y el pago anticipado de la deuda que se dejó, el organismo prevé una recomendación al órgano de la SCT, luego de acreditar que, en efecto, la suspensión del NAIM y de la deuda contratada (bonos y certificados bursátiles fiduciarios), así como las medidas a implementar para el efecto, fueron autorizadas por el consejo de administración y la asamblea de accionistas del GACM y del aeropuerto Internacional de la Ciudad de México.
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