Los hijos de Joaquín “El Chapo” Guzmán cuentan con un despiadado grupo de sicarios para apoderarse del también conocido como Cártel del Pacífico.
La célula conocida como Los Ninis opera como el brazo ejecutor mediante el cual Los Chapitos han intentado debilitar al Cártel de Sinaloa con el objetivo de tomar el control de la organización.Conformada por hombres de entre 20 y 35 años de edad, se caracteriza por ser sumamente violenta y secuestrar, torturar y asesinar a cualquiera que represente una amenaza para sus jefes: autoridades, cárteles rivales e incluso traficantes que trabajan al amparo del propio Cártel de Sinaloa.
Los Ninis operan desde el centro de Culiacán, Sinaloa. El líder, Néstor Isidro Pérez Salas, El Nini, recientemente detenido por autoridades mexicanas, se ha encargado de una de las tareas más difíciles y controversiales dentro del cártel: frenar y eliminar a las células aliadas con Ismael El Mayo Zambada, compadre de Joaquín El Chapo Guzmán, principalmente en la competencia por el mercado de fentanilo y cristal.
Por ello están enfrentados directamente con Los Rusos, el grupo de escoltas de El Mayo, una célula con un perfil más bajo, pero también sumamente violenta que opera al norte de Culiacán con Miguel Ángel Gaxiola Quintero, El Ruso, a la cabeza.
La enemistad se encendió el 25 de noviembre de 2019, cuando Los Rusos tablearon, es decir, golpearon, a 11 policías municipales de Culiacán que protegían los negocios de extorsiones de Los Chapitos en el municipio. Luego, el 6 de marzo de 2020, en un enfrentamiento en Loma de Rodriguera, en Culiacán, sicarios de los rusos asesinaron a Martín Acosta, Maratón, operador de Los Ninis.
Fuentes de inteligencia mexicana señalan la pugna de estos dos bandos como la causa de que Culiacán sea uno de los municipios más violentos. Sin embargo, apuntan mayormente a la sed de expansión y a la violencia de Los Chapitos como la causa de estos enfrentamientos, que podrían generar una importante ruptura al interior del Cártel de Sinaloa.
Y todo a pesar de que El Mayo había intentado buscar una estrategia conciliadora con los hijos de su compadre El Chapo, aunque los enfrentamientos no han llegado a las cúpulas altas del cártel, desde donde aún hay un respeto por los cargos.
Pero Los Rusos no son los únicos enemigos de Los Ninis. También han tenido otros conflictos con células vinculadas a Ismael El Mayo Zambada, como Los Cholos, de Orso Iván Gastélum.
Se presume también que son los encargados de diversas disputas que tienen Los Chapitos con células a cargo de Aureliano Guzmán, El Guano, hermano de El Chapo, e incluso con quienes estaban alineados con Rafael Caro Quintero.
Como parte de sus tareas de seguridad, a Los Ninis se les atribuyen varias muertes, como la de 5 elementos del ejército mexicano en una agresión del 30 de septiembre de 2016, en Culiacán, Sinaloa. También se tiene documentado el secuestro y asesinato de un sicario de Los Zetas y dos agentes de la entonces Procuraduría General de la República.
También ejercían la disciplina de forma férrea dentro del cártel. Una vez El Nini le disparó en el pie a un sicario que le había robado a Iván Archivaldo Guzmán Salazar.
Además, se ha detectado que Néstor Isidro Pérez tiene su propia red de tráfico de drogas. Tiene varias acusaciones por importación de fentanilo, cocaína y metanfetamina a Estados Unidos. Varios de sus envíos llegaron directamente a la zona de Los Ángeles, California.
El fentanilo, por ejemplo, lo producían en laboratorios de los que El Nini era el dueño, y supervisados por su lugarteniente, Humberto Figueroa Benítez, El 27. El fentanilo era tan potente que al menos tres cocineros del cártel murieron al hacer pruebas con la droga.
Para sus negocios, El Nini llegó a participar en reuniones de alto perfil con Iván Archivaldo y Jesús Alfredo Guzmán Salazar, donde se discutía cómo conseguir precursores químicos para producir fentanilo.
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