Chimalhuacán, Edomex.- La escuela taller del cantero inició el séptimo curso de capacitación del tallado en piedra artesanal y artística, el cual incluye por primera ocasión la técnica de tallado en mármol y ónix, mismo que despierta el interés de los mexicanos por aprender este arte milenario.
Uno de los 55 estudiantes del curso es Artemio López Garduño, de 56 años de edad, quien llegó a ser jefe de grupo de la Policía Judicial del Distrito Federal, un grado menor a comandante. En una ocasión, cuando seguía la pista de un homicidio dos delincuentes lo hirieron en el brazo izquierdo con un arma calibre 32 y lo apuñalaron en la parte baja de la espalda para que no continuara con la investigación.
Don Artemio es vecino del barrio Pescadores, cambió la charola por el cincel y el martillo; y ahora disfruta de su jubilación con el sueño de convertirse en escultor de cantera.
En su juventud, en el año de 1976, trabajó en un taller artesanal de tallado en madera, lugar donde conoció el gusto por la creación de formas y figuras a partir de un tronco recién cortado de los bosques de México; sin embargo, no pudo desarrollar sus habilidades como tallador y artesano porque se incorporó a la policía.
En otra etapa de su carrera, cuando fue asignado por cinco años como escolta personal del director del periódico La Jornada, Carlos Payán, tuvo un acercamiento con las bellas artes, pues la persona a su cuidado contaba con un taller de grabado artesanal, cualquier tiempo libre que tenia lo aprovechaba para aprender acerca de la técnica.
En su retiro, el exagente de la policía judicial optó por dar un giro radical a su vida, dejo atrás 31 años de conocimientos y experiencia en investigación delincuencial para cumplir uno de sus más grandes sueños, ser escultor.
“Toda mi vida he querido ser un artista, formé una pequeña biblioteca en mi casa para cultivarme, también tengo el gusto por el dibujo, pero mi formación es empírica. Estoy muy ilusionado, quiero ser escultor, tallar la piedra para crear obras que reflejen lo que he vivido”.
Uno de los 55 estudiantes del curso es Artemio López Garduño, de 56 años de edad, quien llegó a ser jefe de grupo de la Policía Judicial del Distrito Federal, un grado menor a comandante. En una ocasión, cuando seguía la pista de un homicidio dos delincuentes lo hirieron en el brazo izquierdo con un arma calibre 32 y lo apuñalaron en la parte baja de la espalda para que no continuara con la investigación.
Don Artemio es vecino del barrio Pescadores, cambió la charola por el cincel y el martillo; y ahora disfruta de su jubilación con el sueño de convertirse en escultor de cantera.
En su juventud, en el año de 1976, trabajó en un taller artesanal de tallado en madera, lugar donde conoció el gusto por la creación de formas y figuras a partir de un tronco recién cortado de los bosques de México; sin embargo, no pudo desarrollar sus habilidades como tallador y artesano porque se incorporó a la policía.
En otra etapa de su carrera, cuando fue asignado por cinco años como escolta personal del director del periódico La Jornada, Carlos Payán, tuvo un acercamiento con las bellas artes, pues la persona a su cuidado contaba con un taller de grabado artesanal, cualquier tiempo libre que tenia lo aprovechaba para aprender acerca de la técnica.
En su retiro, el exagente de la policía judicial optó por dar un giro radical a su vida, dejo atrás 31 años de conocimientos y experiencia en investigación delincuencial para cumplir uno de sus más grandes sueños, ser escultor.
“Toda mi vida he querido ser un artista, formé una pequeña biblioteca en mi casa para cultivarme, también tengo el gusto por el dibujo, pero mi formación es empírica. Estoy muy ilusionado, quiero ser escultor, tallar la piedra para crear obras que reflejen lo que he vivido”.
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