Ciudad de México.- En poco más de 2 meses de actividad de la actual LXIV Legislatura, ya hay diputados que sobresalen, no precisamente por su quehacer legislativo, sino por sus excesos verbales, etílicos y de poco interés en los temas que allí se tratan.
Allí están los casos del panista Sergio Hernández, ya conocido como “el Chimoltrufio” , porque como dice una cosa dice otra; el perredista Sergio Rodríguez Cortés captado bien “pítimo” en un bar rodeado de damiselas; el “independiente” Sebastián Reyes Arellano, “El Chicarcas” haciendo show con megáfono, cadenas para amarrarse y luego gimotear que le robaron su celular, y el último, Vicente Benítez González captado bien dormido en su curul, seguramente porque no concilia el sueño en casa pensando en que a lo mejor uno de estos días se levante con la noticia de que lo quieren desaforar como a Tarek Abdalá en el Congreso Federal.
“El señor de las maletas repletas” aparece hasta con la boca entreabierta, clara muestra de que dormía profundamente, acaso soñando con Costa Rica o las “fiestas” del pasado cuando era Oficial Mayor de la SEV y asistía a los shows strippers con jóvenes mentoras así obligadas a actuar para conseguir una plaza que él daba a manos llenas para sus favoritos y favoritas.
El sueño de Vicente, no debe ser reparador, pero seguramente la curul es más mullida y confortable para conciliarlo que la lujosa recámara de su residencia donde cualquiera puede entrar a detenerlo, en tanto que en los sillones del Congreso se siente más seguro, rodeado del fuero, de los iguales a él con lujos, privilegios y prebendas de los que no gozamos los simples mortales. Dulces sueños, Chente, mientras puedas…
Allí están los casos del panista Sergio Hernández, ya conocido como “el Chimoltrufio” , porque como dice una cosa dice otra; el perredista Sergio Rodríguez Cortés captado bien “pítimo” en un bar rodeado de damiselas; el “independiente” Sebastián Reyes Arellano, “El Chicarcas” haciendo show con megáfono, cadenas para amarrarse y luego gimotear que le robaron su celular, y el último, Vicente Benítez González captado bien dormido en su curul, seguramente porque no concilia el sueño en casa pensando en que a lo mejor uno de estos días se levante con la noticia de que lo quieren desaforar como a Tarek Abdalá en el Congreso Federal.
“El señor de las maletas repletas” aparece hasta con la boca entreabierta, clara muestra de que dormía profundamente, acaso soñando con Costa Rica o las “fiestas” del pasado cuando era Oficial Mayor de la SEV y asistía a los shows strippers con jóvenes mentoras así obligadas a actuar para conseguir una plaza que él daba a manos llenas para sus favoritos y favoritas.
El sueño de Vicente, no debe ser reparador, pero seguramente la curul es más mullida y confortable para conciliarlo que la lujosa recámara de su residencia donde cualquiera puede entrar a detenerlo, en tanto que en los sillones del Congreso se siente más seguro, rodeado del fuero, de los iguales a él con lujos, privilegios y prebendas de los que no gozamos los simples mortales. Dulces sueños, Chente, mientras puedas…
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