Ciudad de México .- Las niñas y mujeres con capacidades diferentes enfrentan una doble desigualdad. Se trata de un sector de la población que ha vivido marginado, “invisibilizado”, y es deber de los responsables del servicio público, de profesionales de la salud y del resto de la población, garantizar el respeto a sus derechos humanos.
Se impone la tarea de diseñar políticas públicas a corto, mediano y largo plazos, dirigidas a combatir las causas históricas y estructurales que impiden y obstaculizan su desarrollo al limitarlas, segregarlas, discriminarlas y excluirlas en diversos ámbitos como la escuela o la familia”, dijo en la UNAM Adriana Soto Andalón, jefa del Departamento de Salud del Instituto Nacional de las Mujeres.
Al participar en la mesa “Las necesidades de la salud de las mujeres con discapacidad”, organizada por el Seminario Permanente de Género y Salud en la Facultad de Medicina de la Universidad Nacional, la especialista refirió que la Convención de los Derechos de las Personas con Discapacidad indica que en ese concepto se incluye a quienes presentan deficiencias físicas, mentales, intelectuales o sensoriales. Se mencionan cinco tipos: física o motriz; auditiva; visual; mental o psicosocial (como depresión, esquizofrenia), e intelectual (alteración en el desarrollo caracterizada por limitaciones significativas tanto en el funcionamiento intelectual como en conductas adaptativas; por ejemplo, quienes sufren síndrome de Down). Hay personas que presentan múltiples discapacidades, abundó.
En el encuentro, realizado en el marco del Día Internacional de la Mujer, Soto Andalón recordó que en 2015 la Organización Mundial de la Salud estimó que 15% de la población del planeta presenta una condición de discapacidad. El aumento de esa cifra se debe al proceso de envejecimiento y al incremento de enfermedades crónicas.
En México, según la Encuesta Nacional de la Dinámica Demográfica 2014, hay 7.1 millones de personas con alguna condición de discapacidad, es decir, 6% de la población total (3.3 millones de hombres y 3.8 millones de mujeres.
El Censo de Población y Vivienda 2010 reportó que la principal causa de limitación en la actividad es por enfermedad, en 42.5% de las mujeres y en 36.2% de los hombres; por edad avanzada, en 25.9 y 20.2%, respectivamente; y en 11.3 y 18.8%, por accidente. La discapacidad femenina más común es la motriz, en 62.2% de los casos, resaltó.
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