BOSQUEJO DEL NUEVO GOBIERNO
Por Lorena R Arvizu R
Por Lorena R Arvizu R
Se cumplen casi los 100 primeros días de gobierno de la actual administración federal y son varios los temas que tienen la atención de las autoridades, sociedad y los medios.
Dentro de los objetivos planteados en campaña -y ya como parte de la afirmación del gobierno-, recuperar la paz y seguridad al interior del territorio nacional era quizá el que más revuelo causaba. Lo obvio es que dicho planteamiento no ha sucedido, pero tampoco sería prudente juzgar en tan poco tiempo, sin embargo, diversas acciones pueden tomarse en cuenta para contextualizar en forma general sucesos alrededor del tema.
Tan sólo hoy, se hizo pública la lista de desaparecidos que tanta polémica estaba causando desde días anteriores, la cifra oficial revela que son 26 mil 121 nombres los que aparecen en esta. Y bueno, tras las disímiles declaraciones que hacían los funcionarios vinculados a la misma, por lo menos ahora la reconocen, y manifiestan que se realizarán los trabajos necesarios para la depuración de esta. No obstante, hay que mencionar que los datos no oficiales señalan números mucho más altos. Y aún falta ver cuáles serán los trabajos con los que pretenden lograr lo anterior.
También se ha nombrado ya al Coordinador Nacional de Seguridad, Manuel Mondragón y Kalb, quien declaró -tras haber rendido protesta en el Senado- que el país no está “convulsionado” y tampoco hay ausencia de gobernabilidad. Con todo respeto, y esperando que sus gestiones por venir sean acertadas y mejoren la situación actual, me parece que un gran porcentaje de los ciudadanos no estarían tan conformes con tales palabras. Por ser tan reciente, puede otorgársele el beneficio de la duda; y que nos demuestre lo que ha dicho.
Otro objetivo, refiere la reducción de la pobreza e inclusión social. Los índices para estos efectos aún no provistos. Pero basta a veces con hacer una observación detenida a los lugares marginados del país.
La generación de empleos es otro. En este punto, hay un fuerte debate sobre los antecedentes dejados por el sexenio calderonista, pero tampoco se vislumbra un cambio positivo al menos a corto plazo. Seguro que algunos tendrán sus comentarios por la afamada Reforma Laboral recientemente aprobada; son los detalles de esta los que más preocupan.
Respecto a la educación ni hablar, la línea sigue consecutiva con ese obstáculo viciado de años, el Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE. Dígase, Elba Esther Gordillo). El desarrollo de un sistema eficiente desde la enseñanza básica se ve mermada por lo anodino que resulta para esta dicho grupo. Inversión en educación, y oportunidades para los que realmente están capacitados, esas sí que serían acciones de valía para la administración en turno.
Uno más de los propósitos, el de recuperar el liderazgo de México en materia internacional tampoco tiene actividad que resulte vital para valorarlo tan positivamente. Es cierto que se han hecho giras, y encuentros entre funcionarios y hasta jefes de Estado, más no se han generado -aún- resultados concretos de ello. Sucedieron iniciativas, propuestas, y una gama de ideas para dar soluciones a problemas, empero, habrá que esperar para que muestren los productos derivados de estas.
Del último punto, arreglar la eficacia en el gobierno, combatir la corrupción y mejorar la transparencia. Creo que lo dejaré más a la libre interpretación: ¿les parece que de alguna forma haya mejorado -al menos hasta ahora-?
Por supuesto, hablamos de los primeros días. Pero un gobierno que promete grandes cambios, y la concreción de importantes proyectos, debería mostrar esa fortaleza desde un inicio, siendo que, el partido en el poder no es ningún novato.
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