Ciudad de México.- El presidente de la Comisión de Desarrollo Social, diputado José Alejandro Montano Guzmán (PRI), consideró que es necesario que la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT), que se realiza para estimar prevalencias y proporciones de las condiciones de salud, nutrición y sus determinantes, se realice de manera anual y no cada seis años, a fin de incidir y atender los problemas que atañen a la población infantil.
En reunión con el presidente de la fundación “Un kilo de ayuda”, José Ignacio Ávalos Hernández, el legislador también manifestó que se requiere llevar a cabo acciones que resuelvan la desnutrición, la anemia e incentiven la lactancia materna.
El secretario de la comisión, diputado Mario Alberto Dávila Delgado (PAN), precisó que es indispensable crear una política integral específica, entre gobierno y sociedad civil organizada, para eliminar las afectaciones en menores de edad.
Por su parte, la diputada por el PVEM, Judit Guerrero López, expresó que en muchas ocasiones la sociedad civil organizada suple las actividades del gobierno. “Es preocupante, porque hemos dejado de hacer la parte sustancial que nos corresponde”, apuntó.
Ante ello, propuso crear una comisión especial que atienda y dé seguimiento a la población infantil en los temas de desnutrición, anemia y lactancia.
En su intervención, Ávalos Hernández destacó que en México el 13.6 por ciento de los niños, hasta los cinco años, padecen desnutrición crónica, mientras que en las localidades rurales la prevalencia sube al 27.5.
En cuanto a la falta de seguridad alimentaria, dijo, el 67 por ciento de los hogares la padecen, esto es, 7 de cada 10 se clasifican con este problema y en los medios rurales se eleva a 8 de cada 10.
Destacó que existen 2 millones de niños con anemia, desde que nacen hasta los 5 años, es decir, 23.3 por ciento del total, mientras que la prevalencia en los niños de 12 a 23 meses es de 4 por cada 10.
En cuanto a lactancia materna, continuó, entre 2006 y 2012, su práctica bajó de 22 por ciento a 14 por ciento y en el medio rural cayó de 36.9 a 18.5.
Por tales motivos, advirtió, existe mayor riesgo de muerte en los infantes, su estado de salud repercute durante toda su vida y quienes sobreviven a la desnutrición, padecen enfermedades crónico degenerativas como la hipertensión y la diabetes, además de afectar el desarrollo del cerebro, ocasionando una disminución en su tamaño y una baja capacidad intelectual.
Mencionó que en rendimiento académico, según los resultados de PISA 2012, el 54 por ciento de los niños del país se encuentra en el indicador más bajo, de uno o menos de uno, lo cual significa que no pueden ser obreros capacitados o seguir dos instrucciones seguidas; incluso, subrayó, son incapaces de realizar una operación matemática de dos dígitos.
Ante ello, destacó, la nutrición en el país no pude seguir considerándose una cuestión de talla. “No queremos mexicanos más altos, sino brillantes, por lo que se debe poner atención al desarrollo infantil temprano que incluya cuatro nutrientes: la ingesta, el oxígeno, la estimulación y la parte psico-afectiva o emocional”, expresó.
Propuso crear un sistema nacional de nutrición del crecimiento y desarrollo infantil que sea funcional, accesible y aproveche los recursos existentes, además de implementar campañas con difusión de mensajes en medios masivos de comunicación que estimulen la detección y atención de estas afectaciones de la infancia.
En reunión con el presidente de la fundación “Un kilo de ayuda”, José Ignacio Ávalos Hernández, el legislador también manifestó que se requiere llevar a cabo acciones que resuelvan la desnutrición, la anemia e incentiven la lactancia materna.
El secretario de la comisión, diputado Mario Alberto Dávila Delgado (PAN), precisó que es indispensable crear una política integral específica, entre gobierno y sociedad civil organizada, para eliminar las afectaciones en menores de edad.
Por su parte, la diputada por el PVEM, Judit Guerrero López, expresó que en muchas ocasiones la sociedad civil organizada suple las actividades del gobierno. “Es preocupante, porque hemos dejado de hacer la parte sustancial que nos corresponde”, apuntó.
Ante ello, propuso crear una comisión especial que atienda y dé seguimiento a la población infantil en los temas de desnutrición, anemia y lactancia.
En su intervención, Ávalos Hernández destacó que en México el 13.6 por ciento de los niños, hasta los cinco años, padecen desnutrición crónica, mientras que en las localidades rurales la prevalencia sube al 27.5.
En cuanto a la falta de seguridad alimentaria, dijo, el 67 por ciento de los hogares la padecen, esto es, 7 de cada 10 se clasifican con este problema y en los medios rurales se eleva a 8 de cada 10.
Destacó que existen 2 millones de niños con anemia, desde que nacen hasta los 5 años, es decir, 23.3 por ciento del total, mientras que la prevalencia en los niños de 12 a 23 meses es de 4 por cada 10.
En cuanto a lactancia materna, continuó, entre 2006 y 2012, su práctica bajó de 22 por ciento a 14 por ciento y en el medio rural cayó de 36.9 a 18.5.
Por tales motivos, advirtió, existe mayor riesgo de muerte en los infantes, su estado de salud repercute durante toda su vida y quienes sobreviven a la desnutrición, padecen enfermedades crónico degenerativas como la hipertensión y la diabetes, además de afectar el desarrollo del cerebro, ocasionando una disminución en su tamaño y una baja capacidad intelectual.
Mencionó que en rendimiento académico, según los resultados de PISA 2012, el 54 por ciento de los niños del país se encuentra en el indicador más bajo, de uno o menos de uno, lo cual significa que no pueden ser obreros capacitados o seguir dos instrucciones seguidas; incluso, subrayó, son incapaces de realizar una operación matemática de dos dígitos.
Ante ello, destacó, la nutrición en el país no pude seguir considerándose una cuestión de talla. “No queremos mexicanos más altos, sino brillantes, por lo que se debe poner atención al desarrollo infantil temprano que incluya cuatro nutrientes: la ingesta, el oxígeno, la estimulación y la parte psico-afectiva o emocional”, expresó.
Propuso crear un sistema nacional de nutrición del crecimiento y desarrollo infantil que sea funcional, accesible y aproveche los recursos existentes, además de implementar campañas con difusión de mensajes en medios masivos de comunicación que estimulen la detección y atención de estas afectaciones de la infancia.
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