A PENAS SE DAN CUENTA
Después de tanto saqueo clandestino y los constantes robos de arte sacro o de piezas prehispánicas, los diputados federales se decidieron a incrementar las sanciones contra quienes dañen, comercien y trasladen monumentos arqueológicos, artísticos e históricos de cinco a 12 años y, multas de tres a cinco mil días de salario mínimo.
Por otro lado, también habrá sanciones para quien realice una exploración por excavación arqueológica, remoción o por cualquier otro medio, en monumentos arqueológicos inmuebles sin la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Quien haga esto será castigado con tres a 10 años de cárcel y multas de mil a tres mil días.
Las medidas incluyen sanciones de tres a diez años de prisión y de dos a cinco mil días de multa a funcionarios que valiéndose de su cargo o comisión en el INAH dispongan para sí o para otro de un monumento arqueológico.
Lamentablemente por la falta de personal del INAH para supervisar la gran cantidad de monumentos y vestigios históricos, ha propiciado que muchos vivales dañen o se lleven piezas arqueológicas de sus lugares de origen.
Mucha gente no sabe pero a veces adquieren piezas como si fueran copias de los originales porque no hay un control efectivo para quienes se dedican al comercio de réplicas hechas con piedra o barro. Qué bueno que ya tomaron cartas en el asunto, solo falta ver que las reformas de ley se apliquen y no pase como siempre a ser un buen propósito.
Después de tanto saqueo clandestino y los constantes robos de arte sacro o de piezas prehispánicas, los diputados federales se decidieron a incrementar las sanciones contra quienes dañen, comercien y trasladen monumentos arqueológicos, artísticos e históricos de cinco a 12 años y, multas de tres a cinco mil días de salario mínimo.
Por otro lado, también habrá sanciones para quien realice una exploración por excavación arqueológica, remoción o por cualquier otro medio, en monumentos arqueológicos inmuebles sin la autorización del Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH). Quien haga esto será castigado con tres a 10 años de cárcel y multas de mil a tres mil días.
Las medidas incluyen sanciones de tres a diez años de prisión y de dos a cinco mil días de multa a funcionarios que valiéndose de su cargo o comisión en el INAH dispongan para sí o para otro de un monumento arqueológico.
Lamentablemente por la falta de personal del INAH para supervisar la gran cantidad de monumentos y vestigios históricos, ha propiciado que muchos vivales dañen o se lleven piezas arqueológicas de sus lugares de origen.
Mucha gente no sabe pero a veces adquieren piezas como si fueran copias de los originales porque no hay un control efectivo para quienes se dedican al comercio de réplicas hechas con piedra o barro. Qué bueno que ya tomaron cartas en el asunto, solo falta ver que las reformas de ley se apliquen y no pase como siempre a ser un buen propósito.
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