Por: Jorge López
Toluca, México.- Cómo puede vociferar un gobierno que aprobará la Ley de Protección al Periodista, cuando él mismo ha implementado el mal llamado plan bozal, para así poder lograr sus múltiples aspiraciones. Mucho se habló de este sonado tema que en días recientes, para ser exactos el día 30 de abril, fueron convocados los 94 voceros de los municipios priistas, quienes con un carácter de urgencia tendrían que llegar urgentemente hasta las oficinas de Comunicación Social del gobierno del Estado de México que están ubicadas en la calle Sebastián Lerdo de Tejada # 300 en la capital del estado, pero la sorpresa fue muy grande, clara y precisa pues todos aquellos jefes de prensa a nivel municipal que no estuvieran al tanto de los múltiples golpes que los compañeros periodistas le asestaran al gobernador, serían acallados o simplemente, nada de apoyos económicos. En este tenor el flamante coordinador de Comunicación Social, Raúl Vargas Herrera y Carlos Aguilar Cano, fueron tajantes y señalaron que tienen que cerrarles las puertas a todos aquellos reporteros que de una u otra manera estén criticando las obras o acciones del señor gobernador y de esta forma reprimir a todos y cada uno de los críticos, pero bueno, y uno se pregunta como defender lo indefendible, es decir cómo hablar bien de un mal gobierno
El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, miente cuando dice que respeta la libertad de expresión o ¿Son sus colaboradores quienes buscan a toda costa callar a los medios de comunicación?, que se atreven a señalar lo que está mal del gobierno estatal y que no son inventos, pues solo transmiten el sentir de los mexiquenses.
Tal vez los encargados de la imagen y difusión de las actividades gubernamentales, están preocupados por conservar su chamba porque a todas luces le han fallado a Eruviel por su mala estrategia mediática que ni repartiendo millones con la televisión o los periódicos "grandes" logran hacer que la percepción de inseguridad en la gente crezca cada día.
La preocupación de que el estado de México no va en el camino correcto ya llegó a los Pinos, por lo que comenzaron a hacer cambios del gabinete mexiquense sacando a los amigos de Eruviel y colocando a gente de confianza del gobierno federal, pues el presidente Enrique Peña Nieto no puede darse el lujo de que su casa chica se esté desmoronando por culpa de una política de municipio, pues Eruviel y su gente trabajan como si la entidad fuera el municipio de Ecatepec de donde salieron la mayoría.
Seguramente van a dejar que Ávila Villegas llegue hasta el final de su administración, porque cambiarlo sería tanto como reconocer que los poderosos del grupo Atlacomulco la regaron al darle la oportunidad a Eruviel. Lo que si no pueden dejar hasta el 2018 es realizar los ajustes necesarios para que la administración funcione.
El gobernador del Estado de México, Eruviel Ávila Villegas, miente cuando dice que respeta la libertad de expresión o ¿Son sus colaboradores quienes buscan a toda costa callar a los medios de comunicación?, que se atreven a señalar lo que está mal del gobierno estatal y que no son inventos, pues solo transmiten el sentir de los mexiquenses.
Tal vez los encargados de la imagen y difusión de las actividades gubernamentales, están preocupados por conservar su chamba porque a todas luces le han fallado a Eruviel por su mala estrategia mediática que ni repartiendo millones con la televisión o los periódicos "grandes" logran hacer que la percepción de inseguridad en la gente crezca cada día.
La preocupación de que el estado de México no va en el camino correcto ya llegó a los Pinos, por lo que comenzaron a hacer cambios del gabinete mexiquense sacando a los amigos de Eruviel y colocando a gente de confianza del gobierno federal, pues el presidente Enrique Peña Nieto no puede darse el lujo de que su casa chica se esté desmoronando por culpa de una política de municipio, pues Eruviel y su gente trabajan como si la entidad fuera el municipio de Ecatepec de donde salieron la mayoría.
Seguramente van a dejar que Ávila Villegas llegue hasta el final de su administración, porque cambiarlo sería tanto como reconocer que los poderosos del grupo Atlacomulco la regaron al darle la oportunidad a Eruviel. Lo que si no pueden dejar hasta el 2018 es realizar los ajustes necesarios para que la administración funcione.
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