México, D.F.- En el marco del Plan Nacional de Desarrollo 2013-2018, la SEP promueve el Modelo de Atención con Enfoque Integral para Educación Inicial para crear conciencia sobre la importancia de la estimulación temprana.
La subsecretaria de Educación Básica, Alba Martínez Olivé, expuso lo anterior en su ponencia inaugural del Seminario Internacional de Primera Infancia, organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
La funcionaria explicó que es un modelo de formación de agentes educativos cuyo propósito es que los niños y las niñas tengan un desarrollo emocional, físico, intelectual y social que fortalezca sus vínculos afectivos con la familia y con sus cuidadores.
Aseveró que la educación inicial no sólo busca estimular la psicomotricidad de los pequeños, sino que los impulsa a que interactúen con el mundo que los rodea para que sean mejores personas y ciudadanos, así como para adquirir conocimientos de mejor forma.
Martínez Olivé puntualizó que el modelo es una propuesta de orden normativo y curricular, flexible e incluyente que comprende que los niños tienen capacidades y un potencial de aprendizaje diferentes, por el contexto social en el que nacen.
Pretende eliminar las barreras que enfrentan los infantes en condiciones de vulnerabilidad, como los bebés y los niños en condición de calle, los hijos de migrantes, los indígenas en condiciones de orfandad y pobreza, los hijos de reclusos, o niños con discapacidad.
Subrayó que el modelo se desarrolló en coordinación con los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), entidades federativas, especialistas e investigadores nacionales e internacionales.
Durante su intervención el secretario general de la OEI, Álvaro Marchesi, señaló que en este momento se da una convergencia que exige una reflexión a través de enfoques diversos, como la neurociencia, la psicología y la pedagogía.
Explicó que la familia es clave en esas edades y que las políticas públicas deben tener en cuenta que es necesaria la cooperación familia–escuela, porque de otra manera se perderá una riqueza indudable, informó la Secretaría de Educación Pública (SEP) en un comunicado.
Asimismo, expuso que la educación infantil necesita fortalecer la formación de los maestros y de los educadores, como garantía de un buen trabajo, y es necesario dar prioridad a la infancia en las políticas públicas, es una necesidad para el desarrollo de los niños y las niñas de un país.
Finalmente, el director de la OEI en México, Rafael Freyre Martínez, indicó que invertir en los infantes de cero a tres años pone en una tónica en la que lo que se haga por esos niños hoy será inédito en su desarrollo.
Invertir en ellos hace ponerse en una brújula en donde todos, gobiernos federal, estatales, municipales y la sociedad civil, están comprometidos. “Todos los actores sociales somos copartícipes en la formación de las nuevas generaciones”, concluyó.
La subsecretaria de Educación Básica, Alba Martínez Olivé, expuso lo anterior en su ponencia inaugural del Seminario Internacional de Primera Infancia, organizado por la Organización de Estados Iberoamericanos (OEI).
La funcionaria explicó que es un modelo de formación de agentes educativos cuyo propósito es que los niños y las niñas tengan un desarrollo emocional, físico, intelectual y social que fortalezca sus vínculos afectivos con la familia y con sus cuidadores.
Aseveró que la educación inicial no sólo busca estimular la psicomotricidad de los pequeños, sino que los impulsa a que interactúen con el mundo que los rodea para que sean mejores personas y ciudadanos, así como para adquirir conocimientos de mejor forma.
Martínez Olivé puntualizó que el modelo es una propuesta de orden normativo y curricular, flexible e incluyente que comprende que los niños tienen capacidades y un potencial de aprendizaje diferentes, por el contexto social en el que nacen.
Pretende eliminar las barreras que enfrentan los infantes en condiciones de vulnerabilidad, como los bebés y los niños en condición de calle, los hijos de migrantes, los indígenas en condiciones de orfandad y pobreza, los hijos de reclusos, o niños con discapacidad.
Subrayó que el modelo se desarrolló en coordinación con los institutos Mexicano del Seguro Social (IMSS), de Seguridad y Servicios Sociales de los Trabajadores del Estado (ISSSTE), entidades federativas, especialistas e investigadores nacionales e internacionales.
Durante su intervención el secretario general de la OEI, Álvaro Marchesi, señaló que en este momento se da una convergencia que exige una reflexión a través de enfoques diversos, como la neurociencia, la psicología y la pedagogía.
Explicó que la familia es clave en esas edades y que las políticas públicas deben tener en cuenta que es necesaria la cooperación familia–escuela, porque de otra manera se perderá una riqueza indudable, informó la Secretaría de Educación Pública (SEP) en un comunicado.
Asimismo, expuso que la educación infantil necesita fortalecer la formación de los maestros y de los educadores, como garantía de un buen trabajo, y es necesario dar prioridad a la infancia en las políticas públicas, es una necesidad para el desarrollo de los niños y las niñas de un país.
Finalmente, el director de la OEI en México, Rafael Freyre Martínez, indicó que invertir en los infantes de cero a tres años pone en una tónica en la que lo que se haga por esos niños hoy será inédito en su desarrollo.
Invertir en ellos hace ponerse en una brújula en donde todos, gobiernos federal, estatales, municipales y la sociedad civil, están comprometidos. “Todos los actores sociales somos copartícipes en la formación de las nuevas generaciones”, concluyó.
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