Ciudad de México.– “Todas las sospechas han sido confirmadas”. El titular de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), Raúl Plascencia Villanueva, “prostituye a la institución. Los mexicanos estamos gastando mil millones de pesos al año para tener un ‘Ombudsman Bala’, un hombre que avala el poder; estamos tirando mil millones al año a la basura”. Eso dijo Darío Ramírez, director en México de la organización internacional Artículo 19, luego de que el periódico Reforma diera a conocer que el Ombudsman nacional ha inaugurado un busto, un auditorio y cátedras universitarias que llevan su propio nombre. El salón de usos múltiples de la Comisión de Derechos Humanos del Estado de Puebla lleva ahora su nombre, gracias a su cercanía con Rafael Moreno Valle, Gobernador de Puebla, a quien el mismo Plascencia avaló la controvertida “Ley Bala”. Reforma publica la foto de los dos, juntos, inaugurando el salón. “En los últimos dos años, y en al menos tres entidades, el Ombudsman nacional, Raúl Plascencia Villanueva, ha inaugurado un busto, un auditorio y cátedras universitarias que llevan su propio nombre”, dijo el diario. Darío Ramírez lo calificó como “una vergüenza, descaro, cinismo”. Pero no es el único que denuncia a Plascencia Villanueva. Con él, organizaciones civiles y defensoras de los derechos humanos, así como activistas, han venido denunciando que Plascencia Villanueva vendió la Comisión a los poderes, como el Presidente Enrique Peña Nieto. “¿Con qué cara voltea a ver a 25 mil desaparecidos y a 75 periodistas asesinados?”, cuestionó el director de Artículo 19. “La CNDH está secuestrada por un grupo de personas incompatibles con la defensa de los derechos humanos. Es, claramente, el ‘Ombudsman Bala’. Refleja la práctica a través de una acción. Fue él quien avaló la ley del ‘Gobernador Bala’, Moreno Valle”. “Plascencia Villanueva ya no es un ombudsman del pueblo. No cumple con ninguna de las características de un defensor del pueblo.
Sin Embargo
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