Ciudad de México.- Al inaugurar el seminario de formación “Género y Democracia”, el presidente de la Cámara de Diputados, Silvano Aureoles Conejo, resaltó que un país que quiera y aspire a la democracia no podrá discriminar o dejar de lado a uno de los géneros: las mujeres.
Agregó que “no podrá pensarse, ni siquiera imaginarse, que alcancemos la democracia plena si tenemos a más de la mitad de la población en condición de desigualdad y de marginación”.
En el evento organizado por la Comisión de Igualdad de Género, el legislador refirió que ya se estableció en la Constitución Política la paridad de género para la búsqueda de espacios de representación, y también se espera que pronto quede en todas las cámaras locales de los congresos.
Pidió tener la certeza de que “vamos a seguir haciendo lo que esté a nuestro alcance para lograr este propósito superior de la equidad de género, de la igualdad de derechos, y que el 50 por ciento no sea solamente numérico”.
Señaló que no se trata de una “distribución de cuotas para atender un sector, sino del reconocimiento en justicia a lo que le corresponde a cada quien”.
Agregó que no es un asunto de porcentaje; “es la transformación cultural que vamos logrando para que haya el reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres”.
Aureoles Conejo subrayó que el ambiente machista no se acaba fácilmente, “no es gripa, no se quita con una aspirina, es todo un proceso de interiorización del vocabulario y del concepto, y de asimilarlo y aceptarlo en una realidad distinta”.
Agregó que “no podrá pensarse, ni siquiera imaginarse, que alcancemos la democracia plena si tenemos a más de la mitad de la población en condición de desigualdad y de marginación”.
En el evento organizado por la Comisión de Igualdad de Género, el legislador refirió que ya se estableció en la Constitución Política la paridad de género para la búsqueda de espacios de representación, y también se espera que pronto quede en todas las cámaras locales de los congresos.
Pidió tener la certeza de que “vamos a seguir haciendo lo que esté a nuestro alcance para lograr este propósito superior de la equidad de género, de la igualdad de derechos, y que el 50 por ciento no sea solamente numérico”.
Señaló que no se trata de una “distribución de cuotas para atender un sector, sino del reconocimiento en justicia a lo que le corresponde a cada quien”.
Agregó que no es un asunto de porcentaje; “es la transformación cultural que vamos logrando para que haya el reconocimiento pleno de los derechos de las mujeres”.
Aureoles Conejo subrayó que el ambiente machista no se acaba fácilmente, “no es gripa, no se quita con una aspirina, es todo un proceso de interiorización del vocabulario y del concepto, y de asimilarlo y aceptarlo en una realidad distinta”.
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