Ciudad de México.- En el segundo día de análisis de la respuesta entregada por el gobierno federal al movimiento politécnico, los representantes de las escuelas en paro aceptaron establecer la mesa de diálogo con la Secretaría de Educación Pública (SEP) para destrabar el conflicto.
Mientras crece la presión de algunos estudiantes para regresar a clases, la sesión de la Asamblea General Politécnica acordó iniciar la mesa de diálogo que propuso la SEP, pero con un formato distinto aún no definido hasta la noche del jueves 16 de octubre.
Integrantes de la asamblea rechazan que en la mesa de diálogo público intervengan 10 representantes del gobierno federal y un igual número de la comunidad politécnica, toda vez que los coloca en desventaja frente a los experimentados funcionarios, sobre todo para hablar ante las cámaras.
Sin embargo, la mayoría de los más de 80 representantes consideró que era mejor “no rechazar totalmente la respuesta porque es la puerta para iniciar algo”, por lo que solo es necesario establecer precisiones a la oferta gubernamental.
Los estudiantes solicitan la realización de un Congreso Nacional Politécnico con carácter resolutivo para definir el nuevo reglamento interno y los planes y programas de estudio, cuyas reformas aprobadas el 24 de septiembre dieron origen al movimiento.
En tanto, la SEP propuso una mesa de diálogo público para organizar dicho congreso, cuyas sesiones serían televisadas por la señal de Canal 11 del IPN. En el documento firmado por el titular de la dependencia, Emilio Chuayffet, se explica que comparten “la necesidad de que en un marco de discusión de la comunidad politécnica se analicen los problemas por los que pasa la institución en este momento”.
Pero el punto en conflicto es que, según los estudiantes, al no reconocer el carácter “resolutivo”, se convierta en un diálogo sin logros concretos. Por ello, hasta las 11 de la noche, los alumnos discutían la propuesta de formato para la realización de los encuentros con la autoridad.
Los estudiantes reconocen la urgencia de resolver el conflicto para evitar el desgaste ante más de 20 días de paro de labores; incluso, la presión por retomar las actividades académicas está creciendo aún entre los simpatizantes del movimiento.
En la sesión de este jueves, transmitida por internet a través de la página www.ipn.club, los estudiantes coincidieron en que el gobierno federal está reconociendo su movimiento, sin embargo, falta concretar que también lo hagan con sus propuestas. “Nos encontramos avanzando en medida que nos dan respuesta”, dicen.
En su análisis sobre los efectos del movimiento #TodosSomosPolitécnico, aseguran que este paro “está desatando una reacción en cadena” en defensa de la educación pública, por lo que “debemos mantener nuestra respuesta contundente”.
Incluso, algunos proponen unir su movimiento al de otros, como el de Ayotzinapa, pues después de tres semanas de paro “muestra internamente un desgaste por parte de nosotros como recurso humano de la fuerza del movimiento, mencionando aún las posibles agresiones o susceptibilidades que lo conlleva”, por lo que llaman a “una reestructuración del movimiento haciendo a un lado esa parte hermética, donde la defensa de la educación ha sido trascendente porque no afectará sólo al IPN si no de una manera que las demás escuelas lo sufrirán debemos unificarnos con los demás movimientos”.
En tanto, el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, advirtió que no hay relación entre el movimiento estudiantil del IPN y el de Ayotzinapa. “Son dos conflictos distintos en momentos distintos y por cuestiones exactamente opuesta nosotros estamos resolviendo cada una en la dinámica que tiene”.
Ante el rechazo parcial de la propuesta al interior de la asamblea del IPN, el funcionario federal dijo que seguirán con el diálogo. “No vamos a descansar hasta que tengamos un consenso mutuo entre comunidad politécnica y Secretaría de Educación.”
Mientras crece la presión de algunos estudiantes para regresar a clases, la sesión de la Asamblea General Politécnica acordó iniciar la mesa de diálogo que propuso la SEP, pero con un formato distinto aún no definido hasta la noche del jueves 16 de octubre.
Integrantes de la asamblea rechazan que en la mesa de diálogo público intervengan 10 representantes del gobierno federal y un igual número de la comunidad politécnica, toda vez que los coloca en desventaja frente a los experimentados funcionarios, sobre todo para hablar ante las cámaras.
Sin embargo, la mayoría de los más de 80 representantes consideró que era mejor “no rechazar totalmente la respuesta porque es la puerta para iniciar algo”, por lo que solo es necesario establecer precisiones a la oferta gubernamental.
Los estudiantes solicitan la realización de un Congreso Nacional Politécnico con carácter resolutivo para definir el nuevo reglamento interno y los planes y programas de estudio, cuyas reformas aprobadas el 24 de septiembre dieron origen al movimiento.
En tanto, la SEP propuso una mesa de diálogo público para organizar dicho congreso, cuyas sesiones serían televisadas por la señal de Canal 11 del IPN. En el documento firmado por el titular de la dependencia, Emilio Chuayffet, se explica que comparten “la necesidad de que en un marco de discusión de la comunidad politécnica se analicen los problemas por los que pasa la institución en este momento”.
Pero el punto en conflicto es que, según los estudiantes, al no reconocer el carácter “resolutivo”, se convierta en un diálogo sin logros concretos. Por ello, hasta las 11 de la noche, los alumnos discutían la propuesta de formato para la realización de los encuentros con la autoridad.
Los estudiantes reconocen la urgencia de resolver el conflicto para evitar el desgaste ante más de 20 días de paro de labores; incluso, la presión por retomar las actividades académicas está creciendo aún entre los simpatizantes del movimiento.
En la sesión de este jueves, transmitida por internet a través de la página www.ipn.club, los estudiantes coincidieron en que el gobierno federal está reconociendo su movimiento, sin embargo, falta concretar que también lo hagan con sus propuestas. “Nos encontramos avanzando en medida que nos dan respuesta”, dicen.
En su análisis sobre los efectos del movimiento #TodosSomosPolitécnico, aseguran que este paro “está desatando una reacción en cadena” en defensa de la educación pública, por lo que “debemos mantener nuestra respuesta contundente”.
Incluso, algunos proponen unir su movimiento al de otros, como el de Ayotzinapa, pues después de tres semanas de paro “muestra internamente un desgaste por parte de nosotros como recurso humano de la fuerza del movimiento, mencionando aún las posibles agresiones o susceptibilidades que lo conlleva”, por lo que llaman a “una reestructuración del movimiento haciendo a un lado esa parte hermética, donde la defensa de la educación ha sido trascendente porque no afectará sólo al IPN si no de una manera que las demás escuelas lo sufrirán debemos unificarnos con los demás movimientos”.
En tanto, el subsecretario de Gobernación, Luis Enrique Miranda, advirtió que no hay relación entre el movimiento estudiantil del IPN y el de Ayotzinapa. “Son dos conflictos distintos en momentos distintos y por cuestiones exactamente opuesta nosotros estamos resolviendo cada una en la dinámica que tiene”.
Ante el rechazo parcial de la propuesta al interior de la asamblea del IPN, el funcionario federal dijo que seguirán con el diálogo. “No vamos a descansar hasta que tengamos un consenso mutuo entre comunidad politécnica y Secretaría de Educación.”
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