Ciudad de México.- Investigadores del Instituto Nacional de Salud Pública (INSP), liderado por Rosario Valdez Santiago, directora del Centro Colaborador en Investigación en Lesiones y Violencia, informan que las parturientas mexicanas siguen sufriendo diversos tipos de abuso por parte de los prestadores públicos de salud.
En el estudio llamado “El abuso hacia las mujeres en las salas de maternidad. Nuevas evidencias de un viejo problema”, se establece que 29% de las mujeres sufre violencia en las salas de maternidad en, por lo menos, dos hospitales del estado de Morelos.
“Hicimos un estudio en dos hospitales de dicho estado (Hospital General José G. Parres, y el Hospital de la Mujer de Yautepec). Allí medimos la frecuencia y también caracterizamos las formas o expresiones de abuso hacia las mujeres en el proceso de atención del parto, por medio de un cuestionario que se les aplicó en el momento del posparto inmediato”, destacó Valdez Santiago.
Los hallazgos fueron muy relevantes. “Entrevistamos a 512 mujeres y cerca de 29% de ellas afirmó haber sido maltratada tanto física como verbalmente. Entre las quejas más importantes destacan el número de tactos vaginales. Algunas mujeres indicaron hasta 40 de ellos que fueron hechos por médicos, enfermeras y hasta practicantes.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud advierte que el número de tactos debe limitarse a los estrictamente necesarios y deben ser monitoreados y realizados por médicos responsables y no debe dejarse en manos de personal que está aprendiendo, puntualizó la investigadora del INSP.
Otras mujeres indicaron que fueron golpeadas, jaloneadas o pellizcadas en alguna parte de su cuerpo; otras más sufrieron abuso verbal con frases: “No grite”, “no se queje”, “no llore”, o bien los prestadores de servicios hicieron alusión a la vida erótica y sexual de las mujeres durante el momento del parto o cesárea.
“En los hospitales públicos del país las mujeres no tienen privacidad en el momento del parto y son maltratadas de diversas maneras; por ello, sus derechos sexuales y reproductivos quedan en el olvido. Lamentablemente, esta situación ocurre desde hace varias décadas y debe terminar”, puntualizó la entrevistada.
Los investigadores del INSP han realizado diversas recomendaciones al respecto, pero poco se ha implementado en los hospitales públicos de todo el país, afirmó.
En el estudio llamado “El abuso hacia las mujeres en las salas de maternidad. Nuevas evidencias de un viejo problema”, se establece que 29% de las mujeres sufre violencia en las salas de maternidad en, por lo menos, dos hospitales del estado de Morelos.
“Hicimos un estudio en dos hospitales de dicho estado (Hospital General José G. Parres, y el Hospital de la Mujer de Yautepec). Allí medimos la frecuencia y también caracterizamos las formas o expresiones de abuso hacia las mujeres en el proceso de atención del parto, por medio de un cuestionario que se les aplicó en el momento del posparto inmediato”, destacó Valdez Santiago.
Los hallazgos fueron muy relevantes. “Entrevistamos a 512 mujeres y cerca de 29% de ellas afirmó haber sido maltratada tanto física como verbalmente. Entre las quejas más importantes destacan el número de tactos vaginales. Algunas mujeres indicaron hasta 40 de ellos que fueron hechos por médicos, enfermeras y hasta practicantes.
Al respecto, la Organización Mundial de la Salud advierte que el número de tactos debe limitarse a los estrictamente necesarios y deben ser monitoreados y realizados por médicos responsables y no debe dejarse en manos de personal que está aprendiendo, puntualizó la investigadora del INSP.
Otras mujeres indicaron que fueron golpeadas, jaloneadas o pellizcadas en alguna parte de su cuerpo; otras más sufrieron abuso verbal con frases: “No grite”, “no se queje”, “no llore”, o bien los prestadores de servicios hicieron alusión a la vida erótica y sexual de las mujeres durante el momento del parto o cesárea.
“En los hospitales públicos del país las mujeres no tienen privacidad en el momento del parto y son maltratadas de diversas maneras; por ello, sus derechos sexuales y reproductivos quedan en el olvido. Lamentablemente, esta situación ocurre desde hace varias décadas y debe terminar”, puntualizó la entrevistada.
Los investigadores del INSP han realizado diversas recomendaciones al respecto, pero poco se ha implementado en los hospitales públicos de todo el país, afirmó.
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