Emiliano Carrillo Carrasco
El poder real de la burocracia en el Estado moderno generalmente pertenece a los políticos, los cuales pueden en algún momento separar al burócrata del cargo y quitarle el ejercicio de dicho poder. Por consiguiente, las organizaciones burocráticas presentan una tendencia a transformarse en la dirección de los intereses en aquellos que se encuentran en la cúspide jerárquica de la organización y que de alguna manera aseguran la lealtad y obediencia de los subordinados por medio de métodos de selección, contratación permanencia en el cargo, alejados de la racionalidad tan defendida en el modelo clásico. Los instrumentos de control de esta burocracia se han diluido situaciones de valores éticos ante la eficacia del Estado Mexicano. Si esta fragilidad que rompe en ocasiones situaciones de eficiencia y eficacia a situaciones de gasto público encaminado a establecer con la población un mejor bienestar social y calidad de vida en base a las políticas establecida por el poder público. Las reformas estructurales iniciadas por los gobiernos neoliberales han limitado la capacidad de la economía para crear empleo.
En 1981 época del despilfarro y privatizaciones en su primer etapa donde el estado mexicano ante el poder financiero y político, el país que según su presidente debía administrarla prosperidad se sumió en una larga crisis que ha significado el abatimiento de los salarios reales, desempleo masivo y persistente, un deterioro sostenido del nivel de vida y devaluaciones periódicas que evidencian la debilidad intrínseca de la economía mexicana, que desde entonces, atada a las exigencias de los acreedores extranjeros, crece en promedio menos de uno por ciento anual. En tales condiciones, con gobiernos perrunamente fieles a los dictados del Fondo Monetario Internacional, la vida económica se rige por un modelo que privilegia a los ricos y condena a los pobres a ser cada vez más numerosos y cada vez más pobres.
En la década de los 80s nace el neoliberalismo respaldado por grandes corporaciones financieras y los próximos Mandatarios educados en las escuelas de Harvard y Yale, donde es más fácil dominar una conciencia que un pueblo, en los tiempos de Zedillo y de Salinas, para promocionar los famosos cambios y relaciones que se deberían mantener con los gringos por medio de tratados, donde ellos, si se han beneficiado y con negocios que les han dado mucho que ganar, las reformas constitucionales en pleno acaparamiento de los litorales ,recursos naturales, explotación humana, controles del poder financiero, con la entrega del estado mexicano a los intereses económicos (articulo 25,27,28 de la constitución); pero en donde los mexicanos seguimos en la desigualdad social más marcada y el empobrecimiento .
El Estado, en manos de una tecnocracia dogmática y deshumanizada, ha abandonado la rectoría económica que tuvo en el México pos revolucionario para dejarlo todo a las fuerzas del mercado, que ciegas y sordas ante las necesidades sociales, han realizado una labor de depredación mayor que la ocasionada por nuestras guerras civiles del siglo XIX. El optimismo no les queda a los grandes barones del gobierno ni de la política. El status que está al borde del precipicio, y los ciudadanos estamos al borde de la desesperación de la incertidumbre social y económica. México es el primero que está siendo afectado por la dependencia económica del convenio del TLC, con E.U.A. Y CANADA. Nuestro comercio es el 80% de intercambio, con los americanos, nuestra mano de obra es más barata y el ingreso controlado en base a los salarios MINIMOS.
La crisis financiera en México se deben en la primera posición a la crisis económica de los Estados Unidos, si históricamente en el momento de la firma del Tratado de Libre Comercio, permite la vinculación comercial y dependencia económica al 80 %, por factores de que en México, por ejemplo, la migración masiva de más de 400 mil migrantes por año, el desempleo de márgenes del 5 %, la percepción de la población no ve que su economía mejore “la desesperación de llevar un ingreso para el sostenimiento de su familia por lo menos para adquirir alimentos” , así como la incertidumbre de las pérdida del empleo, las acciones de gobierno anti cíclicas ,no se ven reflejados en la población y en su bolsillo y el incremento de la inseguridad .
En 1981 época del despilfarro y privatizaciones en su primer etapa donde el estado mexicano ante el poder financiero y político, el país que según su presidente debía administrarla prosperidad se sumió en una larga crisis que ha significado el abatimiento de los salarios reales, desempleo masivo y persistente, un deterioro sostenido del nivel de vida y devaluaciones periódicas que evidencian la debilidad intrínseca de la economía mexicana, que desde entonces, atada a las exigencias de los acreedores extranjeros, crece en promedio menos de uno por ciento anual. En tales condiciones, con gobiernos perrunamente fieles a los dictados del Fondo Monetario Internacional, la vida económica se rige por un modelo que privilegia a los ricos y condena a los pobres a ser cada vez más numerosos y cada vez más pobres.
En la década de los 80s nace el neoliberalismo respaldado por grandes corporaciones financieras y los próximos Mandatarios educados en las escuelas de Harvard y Yale, donde es más fácil dominar una conciencia que un pueblo, en los tiempos de Zedillo y de Salinas, para promocionar los famosos cambios y relaciones que se deberían mantener con los gringos por medio de tratados, donde ellos, si se han beneficiado y con negocios que les han dado mucho que ganar, las reformas constitucionales en pleno acaparamiento de los litorales ,recursos naturales, explotación humana, controles del poder financiero, con la entrega del estado mexicano a los intereses económicos (articulo 25,27,28 de la constitución); pero en donde los mexicanos seguimos en la desigualdad social más marcada y el empobrecimiento .
El Estado, en manos de una tecnocracia dogmática y deshumanizada, ha abandonado la rectoría económica que tuvo en el México pos revolucionario para dejarlo todo a las fuerzas del mercado, que ciegas y sordas ante las necesidades sociales, han realizado una labor de depredación mayor que la ocasionada por nuestras guerras civiles del siglo XIX. El optimismo no les queda a los grandes barones del gobierno ni de la política. El status que está al borde del precipicio, y los ciudadanos estamos al borde de la desesperación de la incertidumbre social y económica. México es el primero que está siendo afectado por la dependencia económica del convenio del TLC, con E.U.A. Y CANADA. Nuestro comercio es el 80% de intercambio, con los americanos, nuestra mano de obra es más barata y el ingreso controlado en base a los salarios MINIMOS.
La crisis financiera en México se deben en la primera posición a la crisis económica de los Estados Unidos, si históricamente en el momento de la firma del Tratado de Libre Comercio, permite la vinculación comercial y dependencia económica al 80 %, por factores de que en México, por ejemplo, la migración masiva de más de 400 mil migrantes por año, el desempleo de márgenes del 5 %, la percepción de la población no ve que su economía mejore “la desesperación de llevar un ingreso para el sostenimiento de su familia por lo menos para adquirir alimentos” , así como la incertidumbre de las pérdida del empleo, las acciones de gobierno anti cíclicas ,no se ven reflejados en la población y en su bolsillo y el incremento de la inseguridad .
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