¿PARA QUÉ DENUNCIAR?
Escuchar a funcionarios públicos hablar y defender las políticas de seguridad pública de sus gobiernos me causa risa porque ni ellos mismos se creen lo que afirman o tal vez si se lo creen porque hace mucho que no caminan por calles oscuras, no se suben al metro o a un microbús todos los días y se vuelven clientes de la delincuencia.
Esos funcionarios no exponen su vida todos los días como millones de personas comunes que viajan diario a la escuela o a la fábrica. Esto se ha vuelto tan común que la gente ya no se molesta en presentar una denuncia porque más tardan en hacerlo que los vuelven a asaltar y a veces hasta los mismos delincuentes.
Por otro lado, la gente tampoco denuncia porque en los juzgados y ministerios públicos se encuentran con servidores públicos que a propósito se tardan en espera de que les ofrezcan para el “chesco” y se apuren a realizar el trámite correspondiente.
Cuando esto cambie seguramente la gente tendrá más confianza en acudir a presentar denuncias, porque esperan que las autoridades investiguen y detengan a los culpables.
Así que ojala y las autoridades descubran la formula para resolver los problemas de inseguridad a fondo y no pierdan el tiempo en discursos que ya nadie se cree, pues los hechos dicen todo lo contrario a lo que nos puedan decir. La gente no quiere escuchar estadísticas y números alegres, la gente quiere sentirse segura en las calles y dentro de sus casas.
Escuchar a funcionarios públicos hablar y defender las políticas de seguridad pública de sus gobiernos me causa risa porque ni ellos mismos se creen lo que afirman o tal vez si se lo creen porque hace mucho que no caminan por calles oscuras, no se suben al metro o a un microbús todos los días y se vuelven clientes de la delincuencia.
Esos funcionarios no exponen su vida todos los días como millones de personas comunes que viajan diario a la escuela o a la fábrica. Esto se ha vuelto tan común que la gente ya no se molesta en presentar una denuncia porque más tardan en hacerlo que los vuelven a asaltar y a veces hasta los mismos delincuentes.
Por otro lado, la gente tampoco denuncia porque en los juzgados y ministerios públicos se encuentran con servidores públicos que a propósito se tardan en espera de que les ofrezcan para el “chesco” y se apuren a realizar el trámite correspondiente.
Cuando esto cambie seguramente la gente tendrá más confianza en acudir a presentar denuncias, porque esperan que las autoridades investiguen y detengan a los culpables.
Así que ojala y las autoridades descubran la formula para resolver los problemas de inseguridad a fondo y no pierdan el tiempo en discursos que ya nadie se cree, pues los hechos dicen todo lo contrario a lo que nos puedan decir. La gente no quiere escuchar estadísticas y números alegres, la gente quiere sentirse segura en las calles y dentro de sus casas.
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