Guerrero.- Padres de los normalistas de Ayotzinapa desaparecidos se reunieron este martes con senadores, a quienes criticaron y cuestionaron su falta de apoyo verdadero hacia la causa.
En reunión que duró casi una hora, los padres, quienes estuvieron acompañados por defensores de derechos humanos y abogados, exigieron que haya la presentación con vida de los 42 estudiantes; que haya justicia pronta, imparcial, exhaustiva y castigo ejemplar a autores materiales e intelectuales.
También pidieron que haya atención médica a los lesionados de lo ocurrido el 26 y 27 de octubre; que el Senado haga exhortos para que expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos vayan a Guerrero y den apoyo técnico a la PGR y se agilicen las investigaciones; que se haga la declaratoria de desaparición de poderes, ya que todos los municipios están infiltrados por la delincuencia organizada.
Asimismo solicitaron que se suspendan las elecciones en Guerrero; que el Comité de Desapariciones Forzadas de Naciones unidas sea ratificado y que el Senado pida a la PGR que abra líneas adicionales de investigación que involucren a elemento del Ejército.
Vidulfo Rosales, abogado del centro de derechos humanos Tlachinollan, fue el primero en tomar la palabra y pidió a los senadores –con quienes se reunieron en una sala del Senado- que se aboquen a la búsqueda de los estudiantes.
“Nos faltan 42 por encontrar; son hijos de campesinos, de mexicanos, y hemos visto mucha indiferencia por parte de ustedes, que miran el problema de manera escéptica como si no representaran también ustedes el estado mexicano. Varios partidos de los cuales ustedes representan han sido cómplices de esta delincuencia, de este estado delincuencial que priva en el estado de Guerrero y que eso motivó que nuestros compañeros, campesinos pobres, que la única ilusión que tenían era estudiar, hoy se encuentren desaparecidos y cuatro más hayan sido cobardemente asesinados. Ustedes también son responsables por omisión, tiene responsabilidad política”, dijo Rosales.
Uno de los padres, que no dieron sus nombres, espetó: “Ya basta de mentiras, de hipocresía. Entréguennos con vida a nuestros compañeros, a nuestros hijos. Estamos cansados de las mentiras de ustedes. Los vamos a escuchar y a votar por ustedes hasta que den respuesta a nuestros planteamientos”.
Otro de los padres, Felipe de la Cruz, dijo que el Senado ha estado apático ante la situación y pidieron al Senado asumir su papel de representantes del pueblo.
“Con mucho coraje, con mucha rabia, decimos que ya no podemos permitir la pasividad de una institución como ésta, que únicamente se dedica a aprobar leyes que protegen al Estado. Hablamos de las reformas energética, laboral “, expresó.
Al final, luego de que se marcharon los padres y defensores del caso Ayotzinapa, el senador Miguel Barbosa, presidente del Senado, y a quien no dejaron hablar los guerrerenses porque, dijeron, “no nos van a responder nuestra demandas”, dijo que “no hay en el Senado asesinos ni asesinas” y aseguró que los legisladores comparten el dolor y entienden el hartazgo, desesperación y molestia de los padres de los normalistas.
Señaló que los senadores deben estar a la altura para responder a la sociedad sus necesidades de justicia.
Los senadores que los recibieron fueron, por parte del PRI, Omar Fayad y Francisco Yunes; del PAN, José Aispuro y Javier Corral; del PRD Miguel Barbosa, Luis Sánchez y Angélica de la Peña, y del PT, Manuel Bartlett y Layda Sansores.
En reunión que duró casi una hora, los padres, quienes estuvieron acompañados por defensores de derechos humanos y abogados, exigieron que haya la presentación con vida de los 42 estudiantes; que haya justicia pronta, imparcial, exhaustiva y castigo ejemplar a autores materiales e intelectuales.
También pidieron que haya atención médica a los lesionados de lo ocurrido el 26 y 27 de octubre; que el Senado haga exhortos para que expertos de la Comisión Interamericana de Derechos Humanos vayan a Guerrero y den apoyo técnico a la PGR y se agilicen las investigaciones; que se haga la declaratoria de desaparición de poderes, ya que todos los municipios están infiltrados por la delincuencia organizada.
Asimismo solicitaron que se suspendan las elecciones en Guerrero; que el Comité de Desapariciones Forzadas de Naciones unidas sea ratificado y que el Senado pida a la PGR que abra líneas adicionales de investigación que involucren a elemento del Ejército.
Vidulfo Rosales, abogado del centro de derechos humanos Tlachinollan, fue el primero en tomar la palabra y pidió a los senadores –con quienes se reunieron en una sala del Senado- que se aboquen a la búsqueda de los estudiantes.
“Nos faltan 42 por encontrar; son hijos de campesinos, de mexicanos, y hemos visto mucha indiferencia por parte de ustedes, que miran el problema de manera escéptica como si no representaran también ustedes el estado mexicano. Varios partidos de los cuales ustedes representan han sido cómplices de esta delincuencia, de este estado delincuencial que priva en el estado de Guerrero y que eso motivó que nuestros compañeros, campesinos pobres, que la única ilusión que tenían era estudiar, hoy se encuentren desaparecidos y cuatro más hayan sido cobardemente asesinados. Ustedes también son responsables por omisión, tiene responsabilidad política”, dijo Rosales.
Uno de los padres, que no dieron sus nombres, espetó: “Ya basta de mentiras, de hipocresía. Entréguennos con vida a nuestros compañeros, a nuestros hijos. Estamos cansados de las mentiras de ustedes. Los vamos a escuchar y a votar por ustedes hasta que den respuesta a nuestros planteamientos”.
Otro de los padres, Felipe de la Cruz, dijo que el Senado ha estado apático ante la situación y pidieron al Senado asumir su papel de representantes del pueblo.
“Con mucho coraje, con mucha rabia, decimos que ya no podemos permitir la pasividad de una institución como ésta, que únicamente se dedica a aprobar leyes que protegen al Estado. Hablamos de las reformas energética, laboral “, expresó.
Al final, luego de que se marcharon los padres y defensores del caso Ayotzinapa, el senador Miguel Barbosa, presidente del Senado, y a quien no dejaron hablar los guerrerenses porque, dijeron, “no nos van a responder nuestra demandas”, dijo que “no hay en el Senado asesinos ni asesinas” y aseguró que los legisladores comparten el dolor y entienden el hartazgo, desesperación y molestia de los padres de los normalistas.
Señaló que los senadores deben estar a la altura para responder a la sociedad sus necesidades de justicia.
Los senadores que los recibieron fueron, por parte del PRI, Omar Fayad y Francisco Yunes; del PAN, José Aispuro y Javier Corral; del PRD Miguel Barbosa, Luis Sánchez y Angélica de la Peña, y del PT, Manuel Bartlett y Layda Sansores.
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