jueves, 12 de febrero de 2015

Cursos pre-matrimoniales provocan sueño; recurren al celular para distraerse

Ciudad de México.- Mariana y Josué creen en el amor. En menos de una semana van a casarse por el civil y, aunque saben que el matrimonio no será cosa fácil, quieren demostrarse que son el uno para el otro.
Además de los preparativos de la boda, ambos tuvieron que darse un tiempo para escuchar, junto con otras 20 parejas, una plática prenupcial, nuevo requisito solicitado por el Gobierno del Distrito Federal (GDF) para casarse.
Los jóvenes llegaron cerca de las 11 de la mañana. Tomaron asiento en una pequeña sala y escucharon, por cerca de una hora, preceptos legales, como la separación de bienes; aspectos de equidad, como la división de las tareas domésticas, y de sexualidad, para evitar enfermedades y embarazos no deseados.
A la mitad de la plática, algunos optaron por sacar el celular y echar un vistazo a las redes sociales; otros, incluso, soltaron bostezos y cabecearon, por lo tedioso del tema.
El juez Sergio Pérez Ramírez fue el encargado de dar la plática. En ella explicó aspectos como la violencia intrafamiliar, que va desde el abuso verbal y físico, hasta la violencia económica, así como las obligaciones  y derechos a los que hombre y mujer tienen en el matrimonio.
Después mostró algunos videos para ejemplificar los casos de violencia en el que evidenciaron que las uniones no todo es miel sobre hojuelas.
“Debe ser difícil vivir en pareja. Siempre tiene que prevalecer el respeto y la tolerancia con el otro. La falta de eso provoca que muchos matrimonios fracasen”, dijo Mariana, quien ya tiene tres años y medio de relación, pero que ya quería dar el siguiente paso.
“Lo presioné un poco, la verdad. Yo creo que ya era tiempo de casarnos y pues él también entendió que ya era hora de casarse”, contó la joven.
El consejero jurídico, Ramón Amieva, afirmó que los cursos prenupciales tienen como fin un conocimiento de la pareja, no sólo en la cuestión filosófica, sino también práctica, ya que los contrayentes podrán saber si alguno de los dos es deudor alimentario, es decir, que no aporta dinero a sus hijos, en caso de que los tenga.
Pero en los matrimonios no siempre reina el amor. De acuerdo con la Consejería Jurídica, en la década pasada, de cada 100 matrimonios, 30 solicitaban el divorcio.
De hecho, en el 2008 se incrementó en un 60 por ciento el número de separaciones legales, debido a la entrada en vigor del divorcio incausado.
Tan sólo en el 2013 se llevaron a cabo más de 11 mil 983 divorcios incausados, la mayoría solicitados por mujeres.
Del total de divorcios patrocinados de forma gratuita por la Defensoría de Oficio, el 80 por ciento fue promovido por mujeres; 16 por ciento por varones y sólo el 4 por ciento por común acuerdo.
Rogelio Méndez tiene 43 años y ya sabe lo que significa el divorcio, pero aún así no perdió la esperanza de volver a encontrar el amor. Lo halló en una mujer de 36, Angélica Torres —también divorciada— y buscarán casarse en tres meses.
Ayer acudieron a pedir informes sobre los nuevos requisitos y ambos acordaron fijar una fecha para tomar la plática prematrimonial y, con ello, empezar una nueva etapa en sus vidas.
“Yo no sé si me hubiera ayudado esta plática cuando me casé la primera vez. A veces uno está tan ilusionado que no piensa en lo demás, ni nada. Por lo menos creo que esta vez sí elegí bien”, dijo Ricardo, quien afirmó haber aprendido de sus errores.

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