INSEGURIDAD AMENAZA LA DEMOCRACIA
Los retos de los partidos políticos y de sus candidatos en la campaña y elección del 7 de junio son recobrar la confianza de los electores, ya que la crisis de inseguridad tiene en jaque las condiciones de gobernabilidad y democracia, si concideramos que la violencia y la inseguridad constituyen una de las mayores preocupaciones de las familias mexicanas y un reto que deben asumir quienes aspiran a un cargo de elección popular.
Por desgracia a pesar de los esfuerzos por abatir y controlar esa crisis, las condiciones de seguridad en el país no han alcanzado lo que exige la sociedad para superarla y alcanzar el desarrollo humano integral.
Se dice que para superar los problemas de violencia y así construir un futuro de paz y armonía, hay que mejorar las capacidades de nuestras instituciones de seguridad pública y contar con policías confiables, profesionales y dignos, pero hasta el momento poco se ha logrado en ese tema.
En ese sentido, los grandes problemas de México, como la inseguridad, no se van a resolver con base en ocurrencias sino con diagnósticos serios y con una verdadera conexión entre propuestas y acciones. Detrás de la inseguridad hay una inmensa corrupción, y no vamos a llegar a ningun lado si las autoridades no reconocen eso y hacen algo al respecto.
Cuando se reduzcan los márgenes de impunidad se disminuirá también el comportamiento negativo de corrupción, por lo que no es un problema cultural, sino de diseño institucional.
Los retos de los partidos políticos y de sus candidatos en la campaña y elección del 7 de junio son recobrar la confianza de los electores, ya que la crisis de inseguridad tiene en jaque las condiciones de gobernabilidad y democracia, si concideramos que la violencia y la inseguridad constituyen una de las mayores preocupaciones de las familias mexicanas y un reto que deben asumir quienes aspiran a un cargo de elección popular.
Por desgracia a pesar de los esfuerzos por abatir y controlar esa crisis, las condiciones de seguridad en el país no han alcanzado lo que exige la sociedad para superarla y alcanzar el desarrollo humano integral.
Se dice que para superar los problemas de violencia y así construir un futuro de paz y armonía, hay que mejorar las capacidades de nuestras instituciones de seguridad pública y contar con policías confiables, profesionales y dignos, pero hasta el momento poco se ha logrado en ese tema.
En ese sentido, los grandes problemas de México, como la inseguridad, no se van a resolver con base en ocurrencias sino con diagnósticos serios y con una verdadera conexión entre propuestas y acciones. Detrás de la inseguridad hay una inmensa corrupción, y no vamos a llegar a ningun lado si las autoridades no reconocen eso y hacen algo al respecto.
Cuando se reduzcan los márgenes de impunidad se disminuirá también el comportamiento negativo de corrupción, por lo que no es un problema cultural, sino de diseño institucional.
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