Por Iván Calderón
Duarte y Rubén Espinosa
* ¿Fue el estado
* ¿Fue el estado
Todo lo pintan como una escena sacada de una película de ficción.
Sólo que el asesinato de Rubén Espinosa fue real.
Tan real, como los aprietos que vivimos en Veracruz.
Tan cierto, como la crisis que existe en todo el país.
Resulta sorprendente que Javier Duarte de Ochoa haya sido el autor intelectual del crimen.
Dista mucho de la realidad que un grupo de sicarios contratados por el estado veracruzano hubiesen viajado a la ciudad de México para fabricar este homicidio.
Tal parece ser que en el ideario colectivo están muy latentes las series del narcotráfico.
Como que los veracruzanos estamos muy cerca del “Señor del Cielos”, ó del “Cartel de los Sapos” y muy lejos del escenario actual.
Es cierto, el Gobierno de Veracruz no ha tenido una luna de miel con los medios de comunicación.
El Duartismo, jamás la tendrá.
Javier Duarte es un personaje indiferente.
Pero así tal cual, es el gobernador.
Lejano con los medios, pero tal vez cercano a sus responsabilidades, Duarte no resultó populista.
Quién todavía manda en Veracruz, es más de un tipo estadista.
Sus modos quizás incomoden a algunos sectores veracruzanos.
Estos mismos, son utilizados por sus enemigos naturales.
El gobernador, ha construido una gran barrera.
Esta misma le impide una sana relación con la prensa.
Y lamentablemente sus encargados de Comunicación Social no la han logrado derribar.
Menos ahorita, con el inexperto de Juan Octavio Pavón.
En sí, Javier Duarte será de todo.
Pero, ¿asesino?
Quién escribe ha tocado temas muy delicados para la prosperidad.
La extraña llegada de Xóchitl Tress, el manejo de las finanzas, la retención de las participaciones federales, ó la falta de obra pública, son algunos de los temas escritos en esta humilde columna, y jamás he sido víctima de una amenaza por parte del gobierno.
Incluso han sido personajes medianos quienes en su momento han pretendido intimidarme.
Como periodista se tiene la responsabilidad de informar con certeza e imparcialidad.
Y así seguiré, escribiendo lo que me venga en gana, sin ocultar, o distorsionar la verdad.
Pero, repito, ¿asesino?
Resulta tremendamente ilógico que exista una mega conspiración interestatal para programar un delito en el Distrito Federal, y que en este complot estén inmiscuidos Duarte y Mancera.
El artero crimen de Rubén Espinosa tiene varias líneas de investigación.
Se deben de agotar las mismas, y llegar así, hasta sus últimas consecuencias.
Me uno al reclamo popular.
¡Ni un periodista más!
Pero tampoco hay que hacer juicios a la ligera.
Vivimos en un estado de derecho, ya si nuestras autoridades no lo respetan.
Nosotros como ciudadanos debemos de poner el ejemplo.
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