Estado de México.- El mercado mexicano está inundado de imágenes de la Virgen de Guadalupe procedentes de China, que se elaboran a través de procesos industrializados, incluso con impresoras 3D, denunció Alfonso Rojas Hernández, artesano de San Andrés Cuexcontitlán.
Lamentó la situación, porque eso ha mermado los ingresos de quienes se dedican en esa comunidad de la zona norte del municipio de Toluca a esa actividad, en la que, además de la Virgen Morena, producen otras de carácter religioso, como Juan Pablo II y San Charbel, entre otros.
Además comentó que de seis talleres que antes había dedicados a este tipo de productos, ahora operan más de 240 solamente en San Andrés Cuexcontitlán, lo que eleva la competencia y reduce los ingresos.
Explicó que su padre fue quien inició con la técnica para la producción de figuras de resina, hechas a mano, incluso él ofrece actualmente capacitación a jóvenes que desean comenzar en esta actividad.
Pero aclaró que lo peor es la competencia desleal que ejercen los productos importados, principalmente de China, pues los costos de producción son infinitamente inferiores a los de ellos, por lo que pueden ofrecerlos al público hasta en la mitad de precio.
Comentó que actualmente elaboran al año unas mil 500 piezas de resina, no solamente de la Virgen de Guadalupe sino de otros tipos y modelos, las cuales en su mayoría se comercia en el mercado local, aunque también hacen entregas para exportación, principalmente a Estados Unidos de América.
“Tenemos parientes en Nuevo México y en Nueva York, y cerca de la festividad del 12 de diciembre les mandamos figuras que ellos venden por allá”, explicó.
Señaló que las figuras, tanto las religiosas como las decorativas, se clasifican en una escala del 1 al 6, en la cual el uno corresponde a 40 centímetros de alto y de ahí en adelante cada 10 centímetros; sin embargo, producen también macro figuras, de alrededor de 2 metros de altura, sobre todo para nichos religiosos o para coleccionistas.
En el taller trabaja él y da empleo a diez personas más, donde se elaboran desde los moldes hasta las figuras y su terminado para introducirlas al mercado.
Lamentó la situación, porque eso ha mermado los ingresos de quienes se dedican en esa comunidad de la zona norte del municipio de Toluca a esa actividad, en la que, además de la Virgen Morena, producen otras de carácter religioso, como Juan Pablo II y San Charbel, entre otros.
Además comentó que de seis talleres que antes había dedicados a este tipo de productos, ahora operan más de 240 solamente en San Andrés Cuexcontitlán, lo que eleva la competencia y reduce los ingresos.
Explicó que su padre fue quien inició con la técnica para la producción de figuras de resina, hechas a mano, incluso él ofrece actualmente capacitación a jóvenes que desean comenzar en esta actividad.
Pero aclaró que lo peor es la competencia desleal que ejercen los productos importados, principalmente de China, pues los costos de producción son infinitamente inferiores a los de ellos, por lo que pueden ofrecerlos al público hasta en la mitad de precio.
Comentó que actualmente elaboran al año unas mil 500 piezas de resina, no solamente de la Virgen de Guadalupe sino de otros tipos y modelos, las cuales en su mayoría se comercia en el mercado local, aunque también hacen entregas para exportación, principalmente a Estados Unidos de América.
“Tenemos parientes en Nuevo México y en Nueva York, y cerca de la festividad del 12 de diciembre les mandamos figuras que ellos venden por allá”, explicó.
Señaló que las figuras, tanto las religiosas como las decorativas, se clasifican en una escala del 1 al 6, en la cual el uno corresponde a 40 centímetros de alto y de ahí en adelante cada 10 centímetros; sin embargo, producen también macro figuras, de alrededor de 2 metros de altura, sobre todo para nichos religiosos o para coleccionistas.
En el taller trabaja él y da empleo a diez personas más, donde se elaboran desde los moldes hasta las figuras y su terminado para introducirlas al mercado.
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