La Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos, vigente a casi un siglo de su promulgación
Por: Fidel Herrera Beltrán
En el Teatro de la República de la ciudad de Querétaro, que recibe este nombre a partir del 5 de febrero de 1917 por haber sido el recinto donde en esa misma fecha fue decretada la actual Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), se celebraron los actos conmemorativos del nonagésimo noveno aniversario de su promulgación.
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presidió este acto protocolario y en su discurso expresó: “Nuestra Ley Suprema es pilar de nuestras instituciones democráticas y gran plataforma jurídica para impulsar el desarrollo económico, político, social y cultural del México del siglo XXI… Las reformas aprobadas en los últimos años amplían los horizontes de desarrollo de nuestro país y al mismo tiempo dan dirección a los esfuerzos nacionales. En ellas se expresa la voluntad de una sociedad dispuesta a seguir avanzando en la construcción de un mejor país”.
En el momento de su promulgación, la CPEUM fue, sin duda, el instrumento jurídico más liberal, reivindicatorio y equitativo del escenario internacional de principios del siglo XX. En ella destaca su marcado contenido social al consignar todas las garantías individuales, y derechos y libertades sociales.
Es evidente que casi un siglo después nuestra Ley Fundamental tuviera que ser modificada con objeto de satisfacer las demandas de una sociedad cambiante. La CPEUM ha sufrido desde 1921 a nuestros días alrededor de 700 modificaciones que han buscado mantener su espíritu original.
La innovación del andamiaje institucional y jurídico promovido por el Estado mexicano, y en los últimos años por una ciudadanía cada día más interesada en la gobernabilidad democrática, la transparencia y la rendición de cuentas, ha sido una de las principales claves para poder hacer frente a los problemas que en los órdenes económico, político y social se fueron presentando en nuestro país.
Las modificaciones a nuestra Constitución han fortalecido la capacidad de respuesta del gobierno y abrir rutas claras para elevar la calidad de nuestra democracia, al tiempo que han coadyuvado a recuperar la confianza de la ciudadanía en sus instituciones a través de su propio empoderamiento.
En esencia, esta tarea modernizadora de la CPEUM ha permitido proyectar un sistema políticamente competitivo, que tiene como base la participación activa no sólo de los actores que comparten la responsabilidad de gobernar, sino de la sociedad civil como factor imprescindible de la gobernabilidad y del cambio.
Los cambios también han dotado al Estado de los mecanismos jurídico-institucionales que nos permiten ser más competitivos en el plano económico global y anticipar con fortaleza las crisis económicas que en las últimas décadas se han presentado de manera cíclica.
La idea que subyace en las reformas constitucionales que rigen actualmente el pacto social de nuestra Nación, ha sido generar un proceso de sinergias que permita hacer la inequidad enfrentable, fortalecer el estado de derecho y propiciar el progreso individual y colectivo de los mexicanos.
Coincido con el Presidente de la República: “Nuestra Ley Suprema no sólo está vigente, es una hoja de ruta para construir un México más seguro y más justo, más incluyente y equitativo, más competitivo y más próspero… Mantiene vivo lo mejor de nuestro pasado y establece la ruta para conducir a México hacia un mejor porvenir”.
Por: Fidel Herrera Beltrán
En el Teatro de la República de la ciudad de Querétaro, que recibe este nombre a partir del 5 de febrero de 1917 por haber sido el recinto donde en esa misma fecha fue decretada la actual Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos (CPEUM), se celebraron los actos conmemorativos del nonagésimo noveno aniversario de su promulgación.
El presidente de la República, Enrique Peña Nieto, presidió este acto protocolario y en su discurso expresó: “Nuestra Ley Suprema es pilar de nuestras instituciones democráticas y gran plataforma jurídica para impulsar el desarrollo económico, político, social y cultural del México del siglo XXI… Las reformas aprobadas en los últimos años amplían los horizontes de desarrollo de nuestro país y al mismo tiempo dan dirección a los esfuerzos nacionales. En ellas se expresa la voluntad de una sociedad dispuesta a seguir avanzando en la construcción de un mejor país”.
En el momento de su promulgación, la CPEUM fue, sin duda, el instrumento jurídico más liberal, reivindicatorio y equitativo del escenario internacional de principios del siglo XX. En ella destaca su marcado contenido social al consignar todas las garantías individuales, y derechos y libertades sociales.
Es evidente que casi un siglo después nuestra Ley Fundamental tuviera que ser modificada con objeto de satisfacer las demandas de una sociedad cambiante. La CPEUM ha sufrido desde 1921 a nuestros días alrededor de 700 modificaciones que han buscado mantener su espíritu original.
La innovación del andamiaje institucional y jurídico promovido por el Estado mexicano, y en los últimos años por una ciudadanía cada día más interesada en la gobernabilidad democrática, la transparencia y la rendición de cuentas, ha sido una de las principales claves para poder hacer frente a los problemas que en los órdenes económico, político y social se fueron presentando en nuestro país.
Las modificaciones a nuestra Constitución han fortalecido la capacidad de respuesta del gobierno y abrir rutas claras para elevar la calidad de nuestra democracia, al tiempo que han coadyuvado a recuperar la confianza de la ciudadanía en sus instituciones a través de su propio empoderamiento.
En esencia, esta tarea modernizadora de la CPEUM ha permitido proyectar un sistema políticamente competitivo, que tiene como base la participación activa no sólo de los actores que comparten la responsabilidad de gobernar, sino de la sociedad civil como factor imprescindible de la gobernabilidad y del cambio.
Los cambios también han dotado al Estado de los mecanismos jurídico-institucionales que nos permiten ser más competitivos en el plano económico global y anticipar con fortaleza las crisis económicas que en las últimas décadas se han presentado de manera cíclica.
La idea que subyace en las reformas constitucionales que rigen actualmente el pacto social de nuestra Nación, ha sido generar un proceso de sinergias que permita hacer la inequidad enfrentable, fortalecer el estado de derecho y propiciar el progreso individual y colectivo de los mexicanos.
Coincido con el Presidente de la República: “Nuestra Ley Suprema no sólo está vigente, es una hoja de ruta para construir un México más seguro y más justo, más incluyente y equitativo, más competitivo y más próspero… Mantiene vivo lo mejor de nuestro pasado y establece la ruta para conducir a México hacia un mejor porvenir”.
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