Estado de México.- En días pasados, luego de que el Gobierno de la Ciudad de México, encabezado por Miguel Ángel Mancera acusara al del Estado de México, que dirige Eruviel Ávila, de todos los males de contaminación de la capital, en represalia por dichas declaraciones, este último anunció por medio de sus voceros que los tiraderos de Ixtapaluca, Nicolás Romero quedarían cerrados para evitar que se depositaran los ocho mil, toneladas de basura que se generan al día en la capital, razón por lo que la bomba estalló.
Obviamente el Jefe de Gobierno no podía permitir que esta situación pasara porque independientemente de todo esto, las redes sociales se habían vuelto una guerra entre ciudadanos que más bien se veían como enemigos, siendo que todos somos parte un país.
Muchos habitantes mexicanos, en ocasiones vamos de un estado a otro porque nuestras actividades así nos lo piden y de igual manera compramos cosas en uno y en otro lugar y las tiramos en uno y otro sitio.
En tanto que ciudadanos se “jalaban” de la greña, por ver quien tenía la culpa, si los causantes de la polución eran los habitantes de la Ciudad de México o del Estado de México, lo único que provocó es que se crearan rencillas entre gente que no se conocía.
Después de estos hechos tan lamentables, en vez de buscar la solución, todo se volvía una lucha muy grande, que finalmente vino a tranquilizarse cuando los mandatarios firmaron la pipa de la paz y uno tuvo que bajar la guardia y extender la mano y el otro para políticamente “verse digno y coherente como ser humano” accedió para que no lo vieran como el malo del cuento de hadas.
En vez de tanto pleito, lo que debería de hacerse y ya lo he propuesto muchas ocasiones, el llevar a cabo una recolección de desechos adecuada en la que a la gente le enseñen donde depositar los restos y darle un incentivo por lo que arrojen ahí.
Lamentablemente esto parece un pleito callejero y puede resurgir en cualquier momento si es que no se toman las medidas precautorias, lo que aquí ocurre es que todo se quiere ver como un problema más que una solución.
Obviamente el Jefe de Gobierno no podía permitir que esta situación pasara porque independientemente de todo esto, las redes sociales se habían vuelto una guerra entre ciudadanos que más bien se veían como enemigos, siendo que todos somos parte un país.
Muchos habitantes mexicanos, en ocasiones vamos de un estado a otro porque nuestras actividades así nos lo piden y de igual manera compramos cosas en uno y en otro lugar y las tiramos en uno y otro sitio.
En tanto que ciudadanos se “jalaban” de la greña, por ver quien tenía la culpa, si los causantes de la polución eran los habitantes de la Ciudad de México o del Estado de México, lo único que provocó es que se crearan rencillas entre gente que no se conocía.
Después de estos hechos tan lamentables, en vez de buscar la solución, todo se volvía una lucha muy grande, que finalmente vino a tranquilizarse cuando los mandatarios firmaron la pipa de la paz y uno tuvo que bajar la guardia y extender la mano y el otro para políticamente “verse digno y coherente como ser humano” accedió para que no lo vieran como el malo del cuento de hadas.
En vez de tanto pleito, lo que debería de hacerse y ya lo he propuesto muchas ocasiones, el llevar a cabo una recolección de desechos adecuada en la que a la gente le enseñen donde depositar los restos y darle un incentivo por lo que arrojen ahí.
Lamentablemente esto parece un pleito callejero y puede resurgir en cualquier momento si es que no se toman las medidas precautorias, lo que aquí ocurre es que todo se quiere ver como un problema más que una solución.
Reporteros en Movimiento/Armando Peñaloza Rangel
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