Ciudad de México.- Organizaciones ambientalistas solicitaron a la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Semarnat) negar la Autorización de Impacto Ambiental al proyecto Plan Maestro Las Américas en Cancún, Quintana Roo, por carecer de los elementos técnicos suficientes y necesarios para demostrar su viabilidad, además de pretender llevarse a cabo dentro de una importante zona de humedales con ecosistemas de manglar, lo cual no está permitido por la Ley.
Explicaron que Las Américas es un desarrollo inmobiliario que se levantará en una superficie total de 420.89 hectáreas de forma paralela a la línea de costa, y en cuya descripción únicamente refiere que construirá hasta 2 mil 104 habitaciones hoteleras.
El proyecto, sin embargo, no especifica las características de las obras complementarias tales como albercas, asoleaderos, club de playa, vialidades, caminos, restaurantes, spa, entre otros, lo cual impide evaluar de forma adecuada el proyecto, y podría traducirse en una afectación a la integralidad del flujo hidrológico del manglar, su interacción y su relación de interdependencia con la zona marina, misma que se da no sólo a nivel superficial, sino también a nivel subterráneo.
Alejandra Serrano, directora de la oficina Sureste del Cemda, destacó que "el proyecto que se pretende construir se ubica en una zona de manglar, por lo que la empresa promovente miente respecto de la afectación real que tendrá la vegetación de esta especie y, por ende, sobre los verdaderos impactos ambientales de esta inversión. Recordemos lo que acaba de ocurrir recientemente en Tajamar; no queremos que se repita esa situación en este caso", advirtió.
Explicaron que Las Américas es un desarrollo inmobiliario que se levantará en una superficie total de 420.89 hectáreas de forma paralela a la línea de costa, y en cuya descripción únicamente refiere que construirá hasta 2 mil 104 habitaciones hoteleras.
El proyecto, sin embargo, no especifica las características de las obras complementarias tales como albercas, asoleaderos, club de playa, vialidades, caminos, restaurantes, spa, entre otros, lo cual impide evaluar de forma adecuada el proyecto, y podría traducirse en una afectación a la integralidad del flujo hidrológico del manglar, su interacción y su relación de interdependencia con la zona marina, misma que se da no sólo a nivel superficial, sino también a nivel subterráneo.
Alejandra Serrano, directora de la oficina Sureste del Cemda, destacó que "el proyecto que se pretende construir se ubica en una zona de manglar, por lo que la empresa promovente miente respecto de la afectación real que tendrá la vegetación de esta especie y, por ende, sobre los verdaderos impactos ambientales de esta inversión. Recordemos lo que acaba de ocurrir recientemente en Tajamar; no queremos que se repita esa situación en este caso", advirtió.
La Jornada
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