JUEGOS OLÍMPICOS, EL HORIZONTE DE UNA NUEVA CULTURA
Los juegos olímpicos iniciaron en la antigua Grecia y se realizaban en honor al dios Zeus, sin embargo, el “Olimpismo moderno” fue concebido por Pierre de Coubertin, quien retomó el “Olimpismo como una filosofía de vida en la cual se exaltaba y se combinaba como un conjunto armónico las cualidades del cuerpo, la voluntad y el espíritu aliado. Este proponía desde sus inicios crear un estilo de vida basado en la alegría del esfuerzo, el valor educativo y el buen ejemplo y respeto por los demás. Su objetivo es poner el deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre, con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana”.
El Movimiento Olímpico tiene como objetivo contribuir a la construcción de un mundo pacífico, sin discriminación, a través de la comprensión mutua, el espíritu de amistad y solidaridad, todo esto por medio de la educación a la juventud a través del deporte.
Conforme al artículo 4° de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos “Toda persona tiene derecho a la cultura física y a la práctica del deporte. Corresponde al Estado su promoción, fomento y estímulo conforme a las leyes en la materia.” Sin embargo, no podemos decir que todos tengamos las mismas aptitudes y actitudes para destacar en el deporte, mucho menos, posibilidades políticas, sociales y culturales. Sabemos de antemano que hay restricciones implícitas, como lo son el gasto y el tiempo que requiere la práctica de cualquier deporte. Esta primera tiene relación directa con el gasto de consumo del hogar, es decir, la economía de la familia, y la segunda compite directamente con otras alternativas de ocio, es decir, el precio de los bienes, la calidad, tecnología y el acceso a los lugares que se tienen para practicar algún deporte en específico.
La inadecuada detección, selección y desarrollo de talentos, el insuficiente personal (técnicos y profesionistas) y la falta de modernización de unidades deportivas favorecen una baja efectividad de los deportistas de alto rendimiento, un pobre desarrollo de las políticas públicas que impulsen eventos y actividades deportivas, y una falta de promoción de práctica regular y sistemática del deporte escolar y municipal, dando como consecuencia una baja actividad física del deporte social y promoción de la excelencia en el deporte de alto rendimiento en la población mexicana, esto a su vez se refleja directamente en la alta incidencia de obesidad y sobrepeso en la población, aumento en la incidencia de enfermedades crónico-degenerativas y resultados deportivos internacionales por debajo del potencial de México, obteniendo como efecto final una baja calidad de vida de la población mexicana. (Diagnóstico de Subsecretaría de Planeación y Evaluación de Políticas Educativas, 2015)
Dentro de los países en vía de desarrollo, a nivel político principalmente, el proceso se obstaculiza por las dificultades económicas, ya que la prioridad del deporte está por debajo de la lucha contra el hambre, la pobreza, la educación y la salud, desafortunadamente en nuestro país, incluso estas luchas van sin éxito, donde más que avanzar, parecer ir a la deriva.
El deporte pertenece a todos los seres humanos. Es importante tanto para las mujeres como para los hombres la manera en que proporciona posibilidades para aprender, experimentar el éxito, trabajar en equipo y para los momentos de la alegría y excelencia. Las Olimpiadas desde la antigüedad no tienen como único propósito el exaltar lo “aptitudes musculares”, sino también enaltecer lo intelectual y artístico, hechos que se hacen más patentes en la inauguración y la clausura de cada uno de los juegos olímpicos, dentro de las cuales, las aportaciones a las políticas culturales de las ciudades anfitrionas se ven refuerzan con los símbolos locales y sus valores culturales. “El deporte es un productor de arte viva y tangible, pues genera esculturas admirables que respiran, sienten y se expresan a través del deporte”
Muchas cosas se han modificado desde sus inicios, la transmisión, retransmisión, comentarios, reseñas, hoy por hoy, en vivo, con el cual podemos constituir un intercambio entre lo que sucede en el país anfitrión y lo que nosotros como espectadores podemos apreciar, pues los juegos son además un evento de promoción y puesta en práctica de las nuevas tecnologías, tanto para los deportistas, como aquellos medios que los transmiten. Los comentaristas, juegan un rol determinante para los procesos de creación de significados de los juegos, pues ellos actúan como intérpretes de su país, observadores y expertos, debiendo ser “objetivos”.
México, un país multicultural, los juegos y el deporte pueden determinar y cambiar la política cultural local y contribuir al proceso hacia una mayor comprensión e intercambio dentro de nuestra amplia gama de personas, creando una verdadera cultura física en donde el hombre pueda hacer uso de sus bienes, conocimientos y valores en relación al uso de su cuerpo.
Un país con una diversidad de culturas tan amplia, ve mermada su posibilidad de mejorar a través y con el deporte debido a las malas políticas, el poco apoyo e interés de parte de nuestro gobierno, la inseguridad que ronda en los rincones de nuestro México, porque si bien es cierto que la principal actividad de ocio es la Televisión, como poder salir a practicar deporte, si contamos con escasas instalaciones deportivas, a las cuales no siempre se pueden tener acceso pues se designan para “otros eventos. Dentro de Programa Nacional de Cultura Física y Deporte 2014-2018, se indica que lo asignado al deporte (y el cual forma parte de la educación) nos correspondería por habitante cerca de 37 pesos y unos cuantos centavos más por persona, de lo cual poco sería el problema, si por lo menos llegará el recurso a los lugares realmente destinados, el mejor ejemplo fue el caso de los boxeadores mexicanos, quienes tuvieron que “botear” para poder ir a las olimpiadas aun cuando existe un FIDEICOMISO para los deportistas de alto rendimiento (y si ellos que van a las olimpiadas no lo son, ¿entonces quiénes?.
México es rico en muchas cosas, incluyendo talento deportivo, pero en este país tal vez convenga más que no se desarrolle, porque podríamos generar más conciencia y empatía por el prójimo, mayor solidaridad, mayor deseo de lucha, excelencia y superación. La comodidad de la elite política, en donde nuestro director de la CONADE, nunca ha realizado deporte social beneficia el retraso de todo esto, favoreciendo que todo aquello por lo cual se lucha en las Olimpiadas desde la antigüedad se olvide, y al olvidarlo, nos olvidamos también de nuestra salud, una educación de excelencia, honestidad, liderazgo, pero sobre todo el desarrollo armónico del hombre por una sociedad pacífica y la dignidad humana.
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