Chimalhuacaán, Méx.- Con el propósito de reunir en un solo espacio parte de la historia, tradición e identidad chimalhuacana, la alcaldesa, Rosalba Pineda Ramírez, recorre el municipio en busca de objetos representativos del municipio para incorporarlos al acervo del museo Historia y vida de Chimalhuacán, que estará ubicado en el Rancho El Molino.
Familias chimalhuacanas han contribuido con la donación de algunas piezas, tal es el caso de la familia Pabello Alonso, quien entregó 26 piezas de barro prehispánico que fueron encontradas en Santa María Nativitas, así como 14 fotografías que reflejan la vida de los antiguos pobladores de Chimalhuacán.
“En las imágenes podemos apreciar cómo los vecinos, principalmente las mujeres, participaban en las obras de drenaje y agua. También vemos algunos de los sitios más representativos de la Cabecera Municipal, además de la visita del ex presidente Carlos Salinas de Gortari al municipio”, señaló el exedil de Chimalhuacán Martín Pabello Jiménez.
Por su parte, Antonio y Lucas Sánchez donaron 26 piezas de barro y obsidiana, una réplica de hacha ceremonial y un molcajete prehispánico encontrado en la zona del Ejido Santa María.
Mientras tanto, la señora Laura Morales entregó una réplica del monumento a Benito Juárez localizada en la Plaza Cívica de Vidrieros, además de 23 fotografías de la vida y obra del escultor Alejandro Castro: “su sueño era tener un museo donde la gente pudiera apreciar su trabajo. Con este espacio será una manera de perpetuar su obra”, señaló.
La familia Sánchez Sánchez dio un traje de charro que data de 1958 utilizado por Anastasio Sánchez Sánchez, así como dos vestidos de más de 30 años de antigüedad usados por su hija María Elena.
“Este traje tiene mucho significado, ya que nuestro padre fue uno de los primeros charros carnavaleros de San Agustín, mismo que creó una tradición que ha llegado hasta los bisnietos; agradecemos que nos tomaran en cuenta porque cuando las futuras generaciones visiten el museo, nosotros diremos con orgullo que ese traje pertenecía al patriarca de la familia”, comentó María Elena.
La familia Néquiz Néquiz donó cuatro esculturas, la primera se trata de una mujer tarahumara elaborada por el cantero Anastasio Néquiz, mientras que las otras tres pertenecen a su hijo Gustavo, las cuales representan la belleza de los cuerpos femeninos tallados en obsidiana y ónix.
Finalmente, la alcaldesa agradeció la aportación de las familias y señaló que estos objetos serán utilizados exclusivamente para el museo de Chimalhuacán: “sabemos que al entregarnos estos objetos nos están dando un pedazo de su vida y de su corazón, es por eso que les garantizo que serán cuidados y valorados por todo el pueblo chimalhuacano porque en ellas verán reflejada parte de su historia e identidad”.
Familias chimalhuacanas han contribuido con la donación de algunas piezas, tal es el caso de la familia Pabello Alonso, quien entregó 26 piezas de barro prehispánico que fueron encontradas en Santa María Nativitas, así como 14 fotografías que reflejan la vida de los antiguos pobladores de Chimalhuacán.
“En las imágenes podemos apreciar cómo los vecinos, principalmente las mujeres, participaban en las obras de drenaje y agua. También vemos algunos de los sitios más representativos de la Cabecera Municipal, además de la visita del ex presidente Carlos Salinas de Gortari al municipio”, señaló el exedil de Chimalhuacán Martín Pabello Jiménez.
Por su parte, Antonio y Lucas Sánchez donaron 26 piezas de barro y obsidiana, una réplica de hacha ceremonial y un molcajete prehispánico encontrado en la zona del Ejido Santa María.
Mientras tanto, la señora Laura Morales entregó una réplica del monumento a Benito Juárez localizada en la Plaza Cívica de Vidrieros, además de 23 fotografías de la vida y obra del escultor Alejandro Castro: “su sueño era tener un museo donde la gente pudiera apreciar su trabajo. Con este espacio será una manera de perpetuar su obra”, señaló.
La familia Sánchez Sánchez dio un traje de charro que data de 1958 utilizado por Anastasio Sánchez Sánchez, así como dos vestidos de más de 30 años de antigüedad usados por su hija María Elena.
“Este traje tiene mucho significado, ya que nuestro padre fue uno de los primeros charros carnavaleros de San Agustín, mismo que creó una tradición que ha llegado hasta los bisnietos; agradecemos que nos tomaran en cuenta porque cuando las futuras generaciones visiten el museo, nosotros diremos con orgullo que ese traje pertenecía al patriarca de la familia”, comentó María Elena.
La familia Néquiz Néquiz donó cuatro esculturas, la primera se trata de una mujer tarahumara elaborada por el cantero Anastasio Néquiz, mientras que las otras tres pertenecen a su hijo Gustavo, las cuales representan la belleza de los cuerpos femeninos tallados en obsidiana y ónix.
Finalmente, la alcaldesa agradeció la aportación de las familias y señaló que estos objetos serán utilizados exclusivamente para el museo de Chimalhuacán: “sabemos que al entregarnos estos objetos nos están dando un pedazo de su vida y de su corazón, es por eso que les garantizo que serán cuidados y valorados por todo el pueblo chimalhuacano porque en ellas verán reflejada parte de su historia e identidad”.
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