Veracruz.- Como quien le quita un pelo a un gato, la ridícula multa de 500 salarios mínimos, tasados en 70 pesos con 10 centavos en la Ciudad de México, que le han impuesto los empleados de la Junta de Coordinación Política del Congreso del Estado al todavía gobernador Javier Duarte de Ochoa por hacer proselitismo a favor del PRI en el pasado proceso electoral.
Estos 500 días de salario son 35 mil 50 pesos que para Duarte de Ochoa no son nada, es lo que se gasta en una comida rociada con Petrus o Vega Sicilia, dos de sus vinos favoritos, con precio promedio de 20 mil pesos la botella, muy lejos de cuando comía tacos en su época de chofer del diputado local cordobés Mauricio Rullán Domínguez, ya desaparecido, o cuando éste y el “Cisne” Silva Ramos buscaban que Rafael “el Negro” Cruz Tronco les invitara la comida en la Ciudad de México.
Sin embargo, le ha de haber calado, no tanto por el monto y por el “balconeo”, sino porque está en el ojo del huracán desde principios de semana. La sanción, debe recordarse, es por su intromisión en la pasada campaña electoral para gobernador y diputados locales, que hizo un terrible daño al candidato priista a la gubernatura, Héctor Yunes Landa, quien nunca tuvo la entereza para romper en definitiva con Duarte de Ochoa, a pesar de burlarse de él hasta el cansancio, y en el pecado llevó la penitencia.
También fue multado Jorge Carvallo Delfín, diputado federal por Los Tuxtlas, la misma región que a nivel local pretende representar en el Congreso del Estado Vicente Guillermo Benítez González, si es que antes la espada de Damocles que pende sobre su cabeza no se desprende y acaba con sus ilusiones de tener fuero y evitar la acción de la justicia, según lo ha dado a conocer la PGR.
De esta manera, la sentencia emitida por los magistrados colegiados del Tribunal Electoral del Estado de Veracruz (TEEV) solo será una anécdota muy menor en la historia reciente del estado. La que todo mundo espera ver cumplida, es la que a estas horas se sopesa en el altiplano si se toma o no antes de que la debacle sea total para el viejo sistema en Veracruz, porque esa sanción en verdad sería un precedente para que no vuelva a ocurrir en el estado algo tan lamentable como lo que ha sucedido en este fatal sexenio.
Estos 500 días de salario son 35 mil 50 pesos que para Duarte de Ochoa no son nada, es lo que se gasta en una comida rociada con Petrus o Vega Sicilia, dos de sus vinos favoritos, con precio promedio de 20 mil pesos la botella, muy lejos de cuando comía tacos en su época de chofer del diputado local cordobés Mauricio Rullán Domínguez, ya desaparecido, o cuando éste y el “Cisne” Silva Ramos buscaban que Rafael “el Negro” Cruz Tronco les invitara la comida en la Ciudad de México.
Sin embargo, le ha de haber calado, no tanto por el monto y por el “balconeo”, sino porque está en el ojo del huracán desde principios de semana. La sanción, debe recordarse, es por su intromisión en la pasada campaña electoral para gobernador y diputados locales, que hizo un terrible daño al candidato priista a la gubernatura, Héctor Yunes Landa, quien nunca tuvo la entereza para romper en definitiva con Duarte de Ochoa, a pesar de burlarse de él hasta el cansancio, y en el pecado llevó la penitencia.
También fue multado Jorge Carvallo Delfín, diputado federal por Los Tuxtlas, la misma región que a nivel local pretende representar en el Congreso del Estado Vicente Guillermo Benítez González, si es que antes la espada de Damocles que pende sobre su cabeza no se desprende y acaba con sus ilusiones de tener fuero y evitar la acción de la justicia, según lo ha dado a conocer la PGR.
De esta manera, la sentencia emitida por los magistrados colegiados del Tribunal Electoral del Estado de Veracruz (TEEV) solo será una anécdota muy menor en la historia reciente del estado. La que todo mundo espera ver cumplida, es la que a estas horas se sopesa en el altiplano si se toma o no antes de que la debacle sea total para el viejo sistema en Veracruz, porque esa sanción en verdad sería un precedente para que no vuelva a ocurrir en el estado algo tan lamentable como lo que ha sucedido en este fatal sexenio.
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