Ciudad de México.- En el presupuesto del 2017, el gobierno Federal plantea recortarle a Liconsa 500 millones de pesos, lo que podría incidir en un recorte en la compra de leche que afectaría a los más de 10 mil productores con quienes tiene pactada la adquisición, aunque, en realidad afectaría a todo el sector que se extiende a más de 250 mil personas. Como bien se sabe, Liconsa es un referente en el precio y, si recorta la captación “automáticamente el costo cae”, alerta Sergio Soltero Gardea, integrante de la Comisión Bovinos Leche.
Y es que de acuerdo al productor, la empresa estatal fija el importe para el resto del mercado y de los productores en el país, y para “proteger al sector” se necesita que “mantenga la compra anual de 820 millones de litros”. Por ello, productores de todo el País han trabajado con la Comisión de Ganadería de la Cámara de Diputados “para hacer una contrapropuesta” a fin de que no le quiten esa cantidad y, “por lo menos”, compre el mismo volumen que en 2016.
En México la producción en 2015 fue de más de 11 millones de litros, lo que representa 70 por ciento de la demanda del país. El 75 por ciento de la industria se concentra en 7 entidades: Jalisco, Durango, Coahuila, Chihuahua, Guanajuato, Veracruz y estado de México. Salvador Álvarez Morán, vocal ejecutivo de la Comisión Bovinos Leche, señala además que 50 por ciento de la leche que compra Liconsa proviene de Jalisco. Y 30 por ciento de la que se consume en el mundo es de Nueva Zelanda, “tradicionalmente” ese país ha sido un exportador en México.
De acuerdo con Soltero Gardea, el consumo de los lácteos tiene que ver con la capacidad de ingreso de las familias. Y si la situación económica del país afecta su consumo. Por lo pronto ya se anuncia el foro La leche y la salud que se llevará a cabo los días 14 y 15 de noviembre próximos en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI. En las conferencias se abordarán los mitos acerca del consumo de la leche. Por ejemplo, que causa obesidad o acné.
“El sector salud ha contribuido con la mala imagen de la grasa de la leche”, acusó Soltero. En los programas sociales se proporciona leche descremada, “y está dirigida a niños, quienes requieren esos nutrientes”. Consideró que hace falta informar a los consumidores, pues 80 por ciento no consulta las etiquetas de los alimentos. Asimismo, las secretarías de Estado deben tener “una política pública coordinada”.
Y es que de acuerdo al productor, la empresa estatal fija el importe para el resto del mercado y de los productores en el país, y para “proteger al sector” se necesita que “mantenga la compra anual de 820 millones de litros”. Por ello, productores de todo el País han trabajado con la Comisión de Ganadería de la Cámara de Diputados “para hacer una contrapropuesta” a fin de que no le quiten esa cantidad y, “por lo menos”, compre el mismo volumen que en 2016.
En México la producción en 2015 fue de más de 11 millones de litros, lo que representa 70 por ciento de la demanda del país. El 75 por ciento de la industria se concentra en 7 entidades: Jalisco, Durango, Coahuila, Chihuahua, Guanajuato, Veracruz y estado de México. Salvador Álvarez Morán, vocal ejecutivo de la Comisión Bovinos Leche, señala además que 50 por ciento de la leche que compra Liconsa proviene de Jalisco. Y 30 por ciento de la que se consume en el mundo es de Nueva Zelanda, “tradicionalmente” ese país ha sido un exportador en México.
De acuerdo con Soltero Gardea, el consumo de los lácteos tiene que ver con la capacidad de ingreso de las familias. Y si la situación económica del país afecta su consumo. Por lo pronto ya se anuncia el foro La leche y la salud que se llevará a cabo los días 14 y 15 de noviembre próximos en la Unidad de Congresos del Centro Médico Nacional Siglo XXI. En las conferencias se abordarán los mitos acerca del consumo de la leche. Por ejemplo, que causa obesidad o acné.
“El sector salud ha contribuido con la mala imagen de la grasa de la leche”, acusó Soltero. En los programas sociales se proporciona leche descremada, “y está dirigida a niños, quienes requieren esos nutrientes”. Consideró que hace falta informar a los consumidores, pues 80 por ciento no consulta las etiquetas de los alimentos. Asimismo, las secretarías de Estado deben tener “una política pública coordinada”.
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