HOLA, SOY ALEX HUERTA; ELLA ES MI ESPOSA GABRIELA
Por: Pablo Jair Ortega
En la exitosa serie de televisión “Breaking Bad” (si no la ha visto, no sé qué hace en este mundo, neta), el protagonista Walter White se convierte en el enemigo público número uno de los Estados Unidos por ser el principal narcotraficante de metanfetaminas.
En su huida, White contacta a un especialista cuya fachada es la de un vendedor de aspiradoras: su nombre es Ed, también conocido como “El Extractor”, quien lleva personas a otros lugares para darles nuevas vidas e identidades de forma clandestina.
Para escapar, Walter tiene varios millones de dólares en un tambo de 200 litros y huye a New Hampshire, donde es escondido en un rancho en medio de la nada, sobre la montaña, donde sólo se ven árboles y nieve. Cada mes, Ed lo visita para darle provisiones, pero la soledad es tremenda y Walter llega a pedirle que se quede a jugar baraja por una hora, que le cuesta 10 mil dólares por la compañía.
Lo anterior es sólo para recordarnos la reciente detención de un individuo llamado Mario Medina Garzón en el Aeropuerto Internacional de Tapachula --municipio en Chiapas a unos cuantos minutos de la frontera con Guatemala-- al que le fueron encontrados 7 mil dólares en efectivo y dos pasaportes falsos, con imágenes muy burdas; se trataba de los documentos del señor Alex Huerta Del Valle y la señora Gabriela Ponce Arriaga, pero en las fotografías oficiales se apreciaban los rostros del gober “prófugo” Javier Duarte de Ochoa y su esposa Karime Macías Tubilla.
El tal “Alex Huerta” tenía la foto oficial del gobernador, sólo retocada para cambiarle los colores al traje y colocándole un coqueto bigote para “disfrazarlo”. La señora Karime aparece en una imagen más amable, sonriente, pero lejos de ser una foto oficial para pasaporte.
Los pasaportes no solamente eran muy rústicos, sino desactualizados en la imagen de Duarte: en el noticiero del periodista Ciro Gómez Leyva dieron cuenta de lo anterior al recordar que la ficha difundida por la PGR para la recompensa de 15 millones por la captura de Duarte tiene una imagen de aquel gobernador rechoncho que llegó a pesar 130 kilos, pero que en los últimos meses tuvo una notable pérdida de peso.
A Medina Garzón, el detenido en Chiapas, se le señaló de ser pariente de la señora Karime Macías y tener como oficio piloto aviador. Según sus propias declaraciones, intentaba viajar de Tapachula a la Ciudad de México, y que había llegado a suelo chiapaneco porque tenía que entregarles los pasaportes a una persona.
Del mismo modo trascendió que su detención fue la semana antepasada, entre el 7 y 12 de noviembre, pero fue apenas anunciado este viernes. Al mismo tiempo, se sabe que dicha persona salió libre bajo fianza al no considerársele un delito grave.
¿Cuál fue la intención de dejarlo ir? ¿Por qué filtraron dicha nota a destiempo? ¿Habrá pasado algo en Chiapas que no nos dimos cuenta? Nadie lo sabe, pero debe haber servido a algún fin determinado… Quizás hacernos olvidar el madrazo que se dio el charrito Velasco por andarle haciendo al jinete.
Según columnistas nacionales, se ha manejado la versión de que hay una instrucción directa desde Los Pinos para que Duarte sea detenido antes de que termine el año. Al cierre de esta edición, no se sabe de su paradero.
Lo que sí es que parece que Chiapas tiene mucho qué ver con el escape de Duarte. Según la historia de esta tragicomedia, el ex gobernador viajó a Coatzacoalcos y de ahí no se sabe a dónde más partió. Lo más seguro es que iba con su esposa e hijos, a quienes dejaron con sus abuelos maternos: Tony Macías y su esposa.
No es secreto que Don Tony Macías es oriundo de Chiapas, como tampoco hay que ser genio para pensar que lo más obvio era escapar por la frontera más frágil del país: la del sur, ahí por donde pasas caminando hacia Guatemala o pagas unos cuantos dólares para cruzar Belice. Es una frontera donde varios amigos han viajado para hacer sus trabajos periodísticos y son testigos de una realidad: nadie vigila quién sale y entra de México; se cruza como si nada.
Por cierto que Don Tony Macías ya abandonó Coatzacoalcos con sus “chivas”, angustiado porque lo acosaban los agentes de la Procuraduría General de la República, aunque ya no se acuerde del chingo de guaruras que lo acompañaban para todos lados, armados y en camionetas de lujo, pagados por el estado, para mostrar su “poder” como el suegro del gobernador. Se comenta que va para Chiapas.
Así que todo apunta hacia Centroamérica o Sudamérica. En una de esas (ya estoy pachequeando) a lo mejor está en un hotel o mansión de Costa Rica, como la que tiene el diputado Vicente Benítez; o quizás escondido más allá en una favela brasileña, por aquello de que era muy amigo de los dueños de los Odebrecht, dueños del complejo Etileno XXI. Quizás Panamá, que tiene fama de ser un puente y puerta para otros territorios del mundo.
Lo de los pasaportes falsos y la huida poco discreta de Tony Macías hace recordar lo diferente que debe ser esconderse cuando no se tiene el poder (aunque se supone que debería tener el dinero para poder hacerlo como Walter White), como aquella ocasión del 19 de agosto cuando fue a ratificar su denuncia contra Miguel Ángel Yunes Linares a la Fiscalía General del Estado y pidió que no hubiera periodistas presentes, a excepción de un “pool” de prensa, elementos de Ayudantía, colaboradores y sus abogados.
Si Duarte llegó a Chiapas desde entonces (ya lo había adelantado el padre Alejandro Solalinde) lo más obvio es que ha tenido el tiempo para huir del país en una frontera tan porosa; si no lo hizo pronto, quizás lo de los pasaportes es para mandarle el mensaje de que no tardan en agarrarlo y le están dando el chance de entregarse sin causar mayores problemas.
Javier Duarte está al nivel de Walter White; no por vender meta (ya sería el colmo) sino porque ya es enemigo público número uno, defenestrado, pero además lejos de su familia y de las lujosas propiedades que ahora se sabe pensaba disfrutar al terminar su administración.
Duarte está al nivel de Heisenberg (coño, vean la serie), pues tiene una imagen muy reconocible, que esta semana fue motivo de memes y burlas en redes sociales por ese pasaporte que parecía hecho en Power Point.
En la exitosa serie de televisión “Breaking Bad” (si no la ha visto, no sé qué hace en este mundo, neta), el protagonista Walter White se convierte en el enemigo público número uno de los Estados Unidos por ser el principal narcotraficante de metanfetaminas.
En su huida, White contacta a un especialista cuya fachada es la de un vendedor de aspiradoras: su nombre es Ed, también conocido como “El Extractor”, quien lleva personas a otros lugares para darles nuevas vidas e identidades de forma clandestina.
Para escapar, Walter tiene varios millones de dólares en un tambo de 200 litros y huye a New Hampshire, donde es escondido en un rancho en medio de la nada, sobre la montaña, donde sólo se ven árboles y nieve. Cada mes, Ed lo visita para darle provisiones, pero la soledad es tremenda y Walter llega a pedirle que se quede a jugar baraja por una hora, que le cuesta 10 mil dólares por la compañía.
Lo anterior es sólo para recordarnos la reciente detención de un individuo llamado Mario Medina Garzón en el Aeropuerto Internacional de Tapachula --municipio en Chiapas a unos cuantos minutos de la frontera con Guatemala-- al que le fueron encontrados 7 mil dólares en efectivo y dos pasaportes falsos, con imágenes muy burdas; se trataba de los documentos del señor Alex Huerta Del Valle y la señora Gabriela Ponce Arriaga, pero en las fotografías oficiales se apreciaban los rostros del gober “prófugo” Javier Duarte de Ochoa y su esposa Karime Macías Tubilla.
El tal “Alex Huerta” tenía la foto oficial del gobernador, sólo retocada para cambiarle los colores al traje y colocándole un coqueto bigote para “disfrazarlo”. La señora Karime aparece en una imagen más amable, sonriente, pero lejos de ser una foto oficial para pasaporte.
Los pasaportes no solamente eran muy rústicos, sino desactualizados en la imagen de Duarte: en el noticiero del periodista Ciro Gómez Leyva dieron cuenta de lo anterior al recordar que la ficha difundida por la PGR para la recompensa de 15 millones por la captura de Duarte tiene una imagen de aquel gobernador rechoncho que llegó a pesar 130 kilos, pero que en los últimos meses tuvo una notable pérdida de peso.
A Medina Garzón, el detenido en Chiapas, se le señaló de ser pariente de la señora Karime Macías y tener como oficio piloto aviador. Según sus propias declaraciones, intentaba viajar de Tapachula a la Ciudad de México, y que había llegado a suelo chiapaneco porque tenía que entregarles los pasaportes a una persona.
Del mismo modo trascendió que su detención fue la semana antepasada, entre el 7 y 12 de noviembre, pero fue apenas anunciado este viernes. Al mismo tiempo, se sabe que dicha persona salió libre bajo fianza al no considerársele un delito grave.
¿Cuál fue la intención de dejarlo ir? ¿Por qué filtraron dicha nota a destiempo? ¿Habrá pasado algo en Chiapas que no nos dimos cuenta? Nadie lo sabe, pero debe haber servido a algún fin determinado… Quizás hacernos olvidar el madrazo que se dio el charrito Velasco por andarle haciendo al jinete.
Según columnistas nacionales, se ha manejado la versión de que hay una instrucción directa desde Los Pinos para que Duarte sea detenido antes de que termine el año. Al cierre de esta edición, no se sabe de su paradero.
Lo que sí es que parece que Chiapas tiene mucho qué ver con el escape de Duarte. Según la historia de esta tragicomedia, el ex gobernador viajó a Coatzacoalcos y de ahí no se sabe a dónde más partió. Lo más seguro es que iba con su esposa e hijos, a quienes dejaron con sus abuelos maternos: Tony Macías y su esposa.
No es secreto que Don Tony Macías es oriundo de Chiapas, como tampoco hay que ser genio para pensar que lo más obvio era escapar por la frontera más frágil del país: la del sur, ahí por donde pasas caminando hacia Guatemala o pagas unos cuantos dólares para cruzar Belice. Es una frontera donde varios amigos han viajado para hacer sus trabajos periodísticos y son testigos de una realidad: nadie vigila quién sale y entra de México; se cruza como si nada.
Por cierto que Don Tony Macías ya abandonó Coatzacoalcos con sus “chivas”, angustiado porque lo acosaban los agentes de la Procuraduría General de la República, aunque ya no se acuerde del chingo de guaruras que lo acompañaban para todos lados, armados y en camionetas de lujo, pagados por el estado, para mostrar su “poder” como el suegro del gobernador. Se comenta que va para Chiapas.
Así que todo apunta hacia Centroamérica o Sudamérica. En una de esas (ya estoy pachequeando) a lo mejor está en un hotel o mansión de Costa Rica, como la que tiene el diputado Vicente Benítez; o quizás escondido más allá en una favela brasileña, por aquello de que era muy amigo de los dueños de los Odebrecht, dueños del complejo Etileno XXI. Quizás Panamá, que tiene fama de ser un puente y puerta para otros territorios del mundo.
Lo de los pasaportes falsos y la huida poco discreta de Tony Macías hace recordar lo diferente que debe ser esconderse cuando no se tiene el poder (aunque se supone que debería tener el dinero para poder hacerlo como Walter White), como aquella ocasión del 19 de agosto cuando fue a ratificar su denuncia contra Miguel Ángel Yunes Linares a la Fiscalía General del Estado y pidió que no hubiera periodistas presentes, a excepción de un “pool” de prensa, elementos de Ayudantía, colaboradores y sus abogados.
Si Duarte llegó a Chiapas desde entonces (ya lo había adelantado el padre Alejandro Solalinde) lo más obvio es que ha tenido el tiempo para huir del país en una frontera tan porosa; si no lo hizo pronto, quizás lo de los pasaportes es para mandarle el mensaje de que no tardan en agarrarlo y le están dando el chance de entregarse sin causar mayores problemas.
Javier Duarte está al nivel de Walter White; no por vender meta (ya sería el colmo) sino porque ya es enemigo público número uno, defenestrado, pero además lejos de su familia y de las lujosas propiedades que ahora se sabe pensaba disfrutar al terminar su administración.
Duarte está al nivel de Heisenberg (coño, vean la serie), pues tiene una imagen muy reconocible, que esta semana fue motivo de memes y burlas en redes sociales por ese pasaporte que parecía hecho en Power Point.
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