miércoles, 1 de febrero de 2017

PLUMA NEGRA

CHIQUILLADA BUSCA REFUGIO
PELEAS DE GALLOS
 
En junio pasado después de la elección local, el Partido del Trabajo, Encuentro Social, Nueva Alianza, Movimiento Ciudadano, Alternativa Veracruzana y Partido Cardenista perdieron su registro estatal por no alcanzar el mínimo de votos de la población para mantenerse vigentes y aunque no contarán con recursos de prerrogativas públicas sí podrán postular candidatos con recursos propios sujetos a la fiscalización del Instituto Nacional Electoral. Para la elección local esos partidos buscan refugio con los partidos grandes el PRI, PAN, PRD y PVEM, pero en la definición de coaliciones, el PAN amplía su convenio con el PRD y el PRI con el PVEM y podrían incluir al PANAL, pero los demás quedarán en la orfandad.
En la renovación de los 212 ayuntamientos del estado de Veracruz, la alianza del PAN y el PRD se concibe como total con el 60 por ciento para el PAN y 40 por ciento para el PRD, pero los perredistas quieren que esos porcentajes correspondan a los candidatos a presidentes municipales y el resto de los cargos sean compartidos desde sindicaturas hasta la última regiduría.
La primera propuesta de la alianza conocida como el agua y aceite es que se respeten la decisión de colocar candidatos al partido que gobierna cada uno de los partidos en convenio, pero tanto el PRD como el PAN también tienen aspirantes en esas localidades y en muchos casos no son dóciles y será difícil plancharlos. En ese contexto se esperan importantes y escandalosas fracturas.
Mientras que el PRI busca seducir al PVEM para pactar una alianza total, pero los verdes se resisten porque hoy más que nunca tienen oportunidades reales de alcanzar una autonomía como partido político de competencia; primero porque en la última elección alcanzó 170 mil votos, casi igual que el PRD y marcó distancia de los partidos pequeños que perdieron el registro. Así que el planteamiento del PVE es una alianza flexible o parcial que le permita postular candidatos propios y competir con el PRI en algunos municipios.
A esa alianza busca adherirse el PANAL, un partido sin registro estatal que es manejado por un grupo de profesores que busca recuperar el registro, pero sobretodo impedir que los maestros inconformes con los Callejas se vayan a MORENA, la propuesta es atractiva para el PRI, pero existen dudas de que el PANAL pueda cumplir con ese compromiso político porque su estructura es casi inexistente en la geografía veracruzana.
En estos amarres quedan fuera el Partido Encuentro Social, del Trabajo y Movimiento Ciudadano; el Cardenista y el AVE de plano fueron suprimidos por no contar con estructura ni propuesta para participar, la única opción es a través de una alianza, pero son los patitos feos de la cartografía electoral.
MORENA sin embargo, envalentonado con más de 600 mil votos en la última elección local busca asistir solo a la elección con candidatos propios, por eso califica a las alianzas como “paleros”, pero al interior existe ya una guerra intestina por las candidaturas de las alcaldías, sindicaturas y regidurías.
Por ahora, el PAN y el PRD son los únicos que han formalizado su alianza pero el plazo legal del Organismo Público Local Electoral vence el 5 de febrero próximo, es decir en una semana los partidos interesados deberán asistir a la autoridad para presentar sus convenios.
PELEAS DE GALLOS
Es cierto que las peleas de gallos corresponden a un tradición muy mexicana de otra época, pero en la actualidad la conciencia colectiva apunta al respeto de los animales y de todos los recursos naturales, ese tipo de espectáculos que en se realiza de manera formal en las ferias y de manera clandestina en muchas partes es la ventana ideal para el lavado de dinero y otros negocios al margen de la legalidad.
El diputado local panista de Emiliano Zapata, Daniel Olmos mantiene una iniciativa para despenalizar esas actividades con el argumento de una derrama económica para el sector, pero en realidad parece obedecer a intereses económicos y no de protección al medio ambiente y de respeto a los seres vivos.
La defensas de esos intereses por parte del diputado del PAN, Daniel Olmos alcanzó ya otros niveles. Grupos animalistas denunciaron públicamente amenazas a sus integrantes y sus familias por defender la dignidad de los animales, específicamente los gallos de pelea.
Y es que en el 2015, el Congreso de Veracruz aprobó la Ley de Protección Animal que establece sanciones de cárcel a quien o quienes sean responsables del maltrato animal o que a través del sufrimiento de especies busquen fines lucrativos.
Los intereses que están atrás de las peleas de gallos corresponden a grupos de crianza de esos animales que con el respaldo de un diputado buscan legalizar lo que hoy en día ya es un delito.
Las integrantes de los grupos protectores de animales denunciaron hostigamiento  y amenazas por parte de los grupúsculos que les interesa el negocio de los gallos y que no están dispuestos a perder, por eso buscaron al legislador del PAN que se presta de manera abierta a la defensa de esos intereses.
En declaración reciente, fiscal especializado en delitos ambientales y contra los animales de la Fiscalía General del Estado, Andrés de la Parra Trujillo, dejó claro que en Veracruz no se permiten los abusos ni actos de crueldad contra los animales, a propósito de la defensa de la pelea de gallos por un diputado y la celebración de vaquilladas, embalses y pamplonadas que se realizan en diferentes municipios de Veracruz como parte de una insana tradición dentro de fiestas patronales.

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