Estado de México.- Desde hace décadas las autoridades penitenciarias conocen los maltratos, extorsiones, homicidios, violaciones, homicidios, hacinamiento, sobrepoblación y otras irregularidades en los Centros de Readaptación Social (CERESOS) del estado de México, nunca han querido intervenir a fondo, realizan operativos en busca de droga, armas, aparatos electrónicos, celulares y más; sin embargo desde el interior de las cárceles salen llamadas intimidatorias y nadie sabe quién las hace, hay un contubernio entre autoridades y presos.
El Memo es un ex presidiario que señala que su “jefe” está recluido en el Reclusorio Neza- Bordo y desde el interior da órdenes de donde cometer el robo de una nómina de empresa, el asalto a un camión con mercancía, el robo a restaurantes y más ilícitos, el “jefe” conoce cada uno de los movimientos donde se cometerá el “el golpe”, incluso conoce el monto a robar y cuanto le corresponderá a cada uno de los participantes.
En caso de salir mal el robo y de ser detenido alguno de los integrantes de la banda deberá esperar su turno para lograr su libertad bajo las reservas de la ley, incluso durante ese tiempo los familiares más cercanos reciben una cantidad de dinero, e incluso del mismo robo deberá salir para el pago de los abogados y el mantenimiento de los hijos y esposa en caso de que los tengan.
El Memo señala que ha estado preso en cárceles del Estado de Puebla, Tlaxcala, Estado de México, Morelos y Querétaro donde ha sido capturado, pero luego de un año logra salir. Al interior de los penales todo se mueve con dinero siempre hay un líder que hay que respetar y cuidar, ya que el poder que tiene adentro es fundamental para lograr estar bien.
En la actualidad el Memo se dedica a ser chofer de un taxi tolerado propio que utiliza únicamente por las noches para llevar a personas afueras de los bares, así como a empleados de los restaurantes y cantinas, también expende ropa en los tianguis mercancía obtenida en algunas ocasiones de los robos. No hay más empleo que auto emplearse uno mismo y tratar de hacer una vida normal, cuando los vecinos saben a que se dedica uno lo ven como “apestado” sin conocer las razones por las que cae uno en esos delitos, cuando todo sale bien se vive como rey y cuando no hay que saben esperar para dar un golpe más.
Por razones obvias, el Memo utilizo este sobrenombre, no quiere tener más problemas con las autoridades ya que desde que sale de un penal lo tienen bien fichado y amenazado de conocer, saber y donde esta cada uno de sus familiares y a que se dedican; incluso cuando se comete un robo de inmediato lo detienen e interrogan para saber si conoce quien ha sido el malhechor o a que grupo criminal pertenece.
Esta es una historia de un reo de 27 años de edad que teme de su vida desde los 17 años en que murieron sus padres, buscó la forma de poder salir adelante y fue llevado por un amigo que tenía de la niñez y que hoy esta muerto, luego de cometer un robo y enfrentarse contra elementos de la policía en el oriente del estado de México. Cada que sale de la prisión asegura tener más contactos, conocimientos y como relacionarse desde el interior como del exterior de los penales donde ha estado recluido, es decir es una Universidad del crimen.
Observando/RM
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