La legisladora afirmó que “estas obras nos transportaron a su mundo y nos dieron otra perspectiva de la realidad”, por lo que destacó la importancia de la muestra, ya que su sensibilidad y pericia en el manejo del pincel, los colores y la forma, demuestran que este arte “no es privativo de los señores”.
Refirió que un gran número de pintoras, fotógrafas, maestras y mecenas, han quedado en el olvido; incluso, para los museógrafos e historiadores del arte resulta complicado conocer a detalle la vida y obra de artistas que pasan al imaginario común, “cuando más, si suerte tienen, como las amantes, esposas o por tener relaciones tormentosas con otros artistas o porque fueran musas o víctimas de pintores varones, y no por ser protagonistas de la historia”.
Recordó que en alguna época, las mujeres no podían estudiar en la academia de San Carlos y, de acuerdo con la revista Relatos e historias de México, notables damas empezaban a tomar clases de pintura con maestros particulares; paulatinamente se fue abriendo la posibilidad de que abrevaran en la academia.
Algunas obras de esa etapa, continuó, son las de Guadalupe Carpio quien por estar vinculada a su padre, el poeta Manuel Carpio integrante de la academia de San Carlos, pudo asistir a clases. Asimismo, Francisca Salazar, retratista de monjas, y cuya obra se conserva todavía.
Tamayo Morales resaltó la existencia de mujeres sobresalientes en la pictórica mexicana, la más conocida, Frida Kahlo, recientemente catapultada por su obra a valores muy importantes de manera internacional; su tormentosa vida y el dolor físico que vivió están plasmados en sus obras plásticas con una gran carga de emotividad.
También, mencionó, hubo mujeres que desde el extranjero llegaron a México, se quedaron a vivir y se nutrieron de la cultura; tal es el caso de Leonora Carrington quien nacida inglesa, se nacionalizó y su obra trascendió como una gran surrealista.
Del mismo modo, agregó, muralistas que fueron descalificadas por el sólo hecho de ser mujeres, como Aurora Reyes, originaria de Chihuahua, quien tiene algunos murales que se conservan. Igualmente, las obras de María Izquierdo, quien vivió una relación amorosa con Rufino Tamayo y fue más conocida por ese hecho.
En presencia de la diputada Tania Elizabeth Ramos Beltrán (PRD), del secretario general, Mauricio Farah Gebara y del contralor interno de la Cámara de Diputados, Alfredo Wong Castañeda, la artista Maricela Aranda Torres expresó su agradecimiento por poder homenajear, a través del arte, a todas las mujeres luchadoras que “nos han permitido ahora poder vivir con mayor dignidad”.
También agradeció a los hombres que estuvieron al lado de estas mujeres, muchas veces no se sabe ni quiénes fueron, pero eran esposos, hermanos, maestros y padres que las impulsaron.
“Ahora, por ejemplo, los artistas a través de lo que hacemos, de las obras, intentamos sensibilizar a las personas, mover conciencias y transmitir una forma diferente de ver el mundo; cuando lo logramos, los espectadores de alguna manera se mueven también y logran que personas a su lado puedan generar cambios en la normativa de los países y de las naciones”.
Invitó a leer las semblanzas de las mujeres de la exposición porque “fueron vidas extraordinarias, muchas con injusticia, con muertes terribles; pero, gracias al legado que nos dejaron, podemos ahora disfrutar tantas cosas”. Reconoció que ahora la responsabilidad es continuar y apoyar a quienes luchan por ellas, identificarlas y no dejarlas solas.
La colección “Mujeres en la historia” está compuesta de 13 óleos sobre tela de 100 cm X 80 cm y 12 collages de 62 cm X 62 cm. La exposición es un homenaje pictórico que refleja, a través del color y de la composición, la fuerza con que cada una de las mujeres seleccionadas e interpretadas en la plástica, enfrentó su momento histórico.
Algunas de las mujeres de la muestra también son: Clara Campoamor, Margaret Hilda Roberts, Elvia Carrillo Puerto, Simone de Beauvoir, Cleopatra, Amelia Bloomer, Clara Zetkin, Susan Brownell Anthony y Lucy Stone, entre otras.
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