Estado de México.- A las 9:19 apenas habían llegado a Allende núm. 112 unos cinco elementos de seguridad vestidos de civil; la cita fue en el Tribunal de Justicia Administrativa, donde los policías de distintas organizaciones convocaron a los medios de comunicación para dar a conocer su intención de demandar la reubicación de más de 120 agentes de seguridad trasladados a diferentes zonas del estado por orden del Subsecretario de Policía Estatal, Sergio Hernando Chávez García.
Fueron llegando de a poco: primero arribó un camión con familias y uniformados inconformes, después otros a pie y en vehículos particulares, según mencionó Iván Chávez Espejel, representante de la asociación Ciudadanos Uniformados: “ya hay filtros por todos lados, esperábamos la llegada de unos mil compañeros, pero con esos filtros tendrán que regresarse algunos, también vienen otros en sus autos”.
Algunos rostros lucían serios, otros decidieron usar paliacates o gafas para cubrir gran parte de su rostro; muy pocos reían, el tema no daba para alegrarse, aunque la causa lo ameritara; en el estado de México el tema de seguridad es algo oscuro y con tendencia a la paranoia tanto social como institucional.
Hay cerca de doscientos elementos manifestándose por conseguir la revocación de cambios de zona porque, en primer lugar, no les fue avisado con tiempo; segundo, la región a la cual fueron reubicados va de un extremo de la entidad al otro; tercero, el gasto en transporte y alimentos los deja sin más de 60% de su sueldo neto; cuarto, la falta de información del nuevo lugar al cual llegarán, que en muchos casos se trata de la zona sur del Edoméx, donde el problema con el crimen organizado está en total impunidad y las policías municipales están coludidas con el narcotráfico es un boleto casi seguro al matadero; y quinto, saber que allá no tendrán comodidades, como patrullas con la suficiente gasolina para los kilométricos recorridos que deberán realizar o insuficientes municiones para combatir las armas largas de sus enemigos, es una muerte anunciada.
Durante su mensaje, Iván Chávez mencionó sin tapujos la realidad que todos sabemos sobre los policías, pero lo que ha puesto la alarma entre uniformados son los constantes cambios a los cuales han sido sometidos “los policías estatales ya estamos hartos de que nos estén cambiando de adscripción… En el último mes ha habido 140 cambios, de los cuales por el Tribunal han sido revocado 20, sin embargo, la Secretaría mete un recurso de revisión para seguirlos manteniendo en su agrupamiento”.
Sobre este tipo de comportamiento por parte de la autoridad, los elementos se quejan de lo ineficiente de la selección para reubicarlos: “los cambios no obedecen a ninguna política pública, obedecen a caprichos del mando porque no quisiste agarrar una patrulla para salir a robar o porque no quisiste lavar la patrulla del jefe”.
Sobre la mención de “salir a robar” abundó: “un policía en promedio entra a su trabajo debiendo 500 pesos, desde que llegas, y si no lo haces no hay ningún problema para ti, sólo te mando a Tejupilco y que me mande una persona que sí quiera venir a robar”.
También refirió las carencias con las que cuenta en materia de insumos laborales el personal de seguridad, falta de chalecos antibalas, municiones insuficientes, armas cortas, poca preparación y otras más.
Cerca de las 11:15 horas del día fueron recibidos por la magistrada del Tribunal de Justicia Administrativa, quien recogió cerca de 180 quejas, 80 tienen que ver con cambios de zona y el resto con temas diversos: indemnizaciones, bajas, entre otras. Después de esto los policías fueron a palacio de Gobierno para entablar un diálogo y buscar la revocación del cargo del Subsecretario de Policía Estatal, Sergio Hernando Chávez García.
AD
No hay comentarios.:
Publicar un comentario