Esta historia es tan grave como la detectada en el pasado esquema de compra de medicamentos a sobreprecio.
Ciudad de México.- La licitación para comprar equipos médicos por parte del IMSS está hecha a la medida para que los mismos distribuidores del sexenio pasado sigan vendiendo a la institución, a pesar de que son más caros o, en su caso, sean enviados a poblados donde no hay capacidad técnica para su operación. Este último caso fue una práctica de corrupción recurrente, pues al no haber personas especializadas para poner a funcionar los equipos, éstos podían quedarse en cajas de cartón o podrirse sin que hubiera alguien que dictaminara si eran equipos de verdad o simplemente se trataba de material chatarra.
Esta historia es tan grave como la detectada en el pasado esquema de compra de medicamentos a sobreprecio y en su momento de manera directa a las farmacéuticas de siempre, hasta que la administración de AMLO terminó abriendo el proceso a todos los competidores. Para comprar los equipos médicos, sin embargo, las bases como están para el proceso son silenciosas y no se conocen estudios de mercado como marca la norma, a pesar de que el presupuesto asignado para la adquisición de equipos es de entre 4.5 y 5 mil millones de pesos.
Al interior del Seguro Social y fuera, entre competidores, se dice que en este proceso, a diferencia del de los medicamentos, funcionarios de Peña Nieto habrían metido gol al nuevo gobierno para favorecer a distribuidores amigos, al no tener, la 4T, oportunidad de hacer observaciones previas al lanzamiento de las bases.
En el plan para la compra de equipo médico hay un error de apreciación. Al abrirse las bases de compra en mayor volumen, los participantes pueden ofertar un mejor precio; sin embargo, la trampa está en que aumentan también las unidades médicas a visitar, tanto para formalización de contratos, como para instalación, puesta en marcha y capacitación, lo cual al final implica mayores gastos.
En la licitación PC-050GYR040-E1-2019 se limita la libre participación. Un ejemplo, en la partida 11779 se piden ecocardiógrafos tridimensionales doppler color, que sólo son distribuidos por General Electric (GE) y Phillips con valor de 180 mil dólares, cuando hay otras marcas en 100 mil dólares menos.
En la partida 89 se solicitan softwares que incluyan un visor Dicom (para estudios del cuerpo humano), el cual es marca exclusiva de GE. En esta misma partida se piden transmisores dinámicos focales (para ultrasonidos) con las especificaciones del Voluson E10, propiedad de GE. Hay más de 25 casos como éstos en poder de esta columna. Las compras recayeron en el IMSS bajo el argumento de que se trata de un tema urgente. El viernes se cierran las bases.
Uppercut: A Eréndira Sandoval, titular de la SFP, le reclaman desde la 4T porque no avanza en el expediente en contra del gobernador de Jalisco, Enrique Alfaro, por renta de maquinaria agrícola, donde se sospechan irregularidades en el contrato por 3 mmdp con dinero federal. Por lo pronto, legisladores de Morena denunciaron los hechos en la Fiscalía Especializada y en la ASF.
El Heraldo de México
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