Ciudad de México.- Aunque la Secretaría de Medio Ambiente y Recursos Naturales ya difundió la autorización de manifestación de impacto ambiental a la Secretaría de la Defensa Nacional que permite la construcción del Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, esta es de condicionada ya que aún faltan de diversos estudios técnicos y 11 suspensiones judiciales vigentes que impiden que los trabajos puedan iniciar. En ese tenor, la Semarnat estableció diversas medidas y programas que la SeDeNa debe considerar si quiere iniciar la construcción de la base aeroportuaria, entre ellas:
1.-Un plan oficial de medidas preventivas y de mitigación de manera voluntaria para evitar o reducir al mínimo los efectos negativos sobre el ambiente de la zona impactada.
2.-Un programa de Rescate y Reubicación de Flora.
3.-Un programa de Conservación y Manejo de Fauna Silvestre.
Además, la SeDeNa deberá obtener un Seguro de Riesgo Ambiental, presentar la póliza y mantenerla actualizada durante toda la vida útil del proyecto. También deberá presentar un Programa de Restauración Ambiental.
Un Programa de Monitoreo Anual de Aves, y para el saneamiento de la Laguna de Zumpango, se deben establecer mecanismos de coordinación con las autoridades para coadyuvar en acciones para la eliminación de contaminantes y evitar afectaciones a aves.
Deberá realizar un monitoreo sistemático y seguimiento de la calidad del aire y presentar un Programa de Manejo de Residuos. Como bien se sabe, el Aeropuerto Internacional de Santa Lucía, Felipe Ángeles contempla 30 meses de construcción, por lo que se estima el 2022 como el año de su inauguración; contará con 3 pistas (dos de 4.5 km y una de 3.5 km), 1 edificio terminal que se desarrollará en cuatro etapas, y en su primer año podrá dar servicio a 22 millones de pasajeros, y para 2052, año de máximo desarrollo podrá mover a 90 millones de pasajeros.
En ese tenor, el colectivo #NoMásDerroches (que inició la estrategia legal en contra del aeropuerto) informó que la autorización es sólo una entre otros permisos que debe tener la nueva terminal.
“Las suspensiones que se han obtenido, más o menos, versan sobre los mismos temas: no se puede iniciar la construcción hasta que se cumplan con los estudios de seguridad, viabilidad aeronáutica, análisis económico, culturales, arqueológicos o las múltiples coordinaciones que se requieren para comenzar la obra”, explicó Gerardo Carrasco, director de Litigio Estratégico de Mexicanos Contra la Corrupción y la Impunidad (MCCI), integrante del colectivo, sin embargo, hace un par de semanas, el titular de la Secretaría de Comunicaciones y Transportes, Javier Jiménez Espriú, afirmó que una vez obtenida la autorización ambiental iniciarían las obras, toda vez que ya cuentan con el estudio de aeronavegabilidad y el plan maestro, entre otros documentos requeridos porque todo se haría con fundamentos legales. Sostiene que el proyecto ejecutivo estaba por ser concluido por la Sedena y la filial de consultoría del grupo Aeropuertos de París. Por su parte, la Semarnat dejó en claro que su resolución únicamente es en materia ambiental por las actividades que corresponden a la evaluación de los impactos ambientales derivados de la construcción de un aeropuerto y una vía de interconexión constituidos como vías generales. ¿En qué tiempo se podrían resolver los procesos legales que iniciaron?, se le preguntó a Carrasco.
No puedo dar un plazo, sería impreciso decir algo al respecto. Lo relevante es que en este momento las suspensiones por diversos juzgados están vigentes y no se puede iniciar la construcción del aeropuerto, aunque haya pasado el tema ambiental.
La Semarnat no se puede pronunciar en otras materias, como podría ser la Organización de Aviación Civil Internacional o el Instituto Nacional de Antropología e Historia.
Gobernantes
No hay comentarios.:
Publicar un comentario