Estado de México.- Poco después, cerca de las once de la noche del 29 de octubre de este año, seis niños que asistían a una fiesta infantil fueron ametrallados cuando dos personas los rociaron de balas mientras mataban, también a dos adultos, un hombre y una mujer de 30 y 19 años, respectivamente, en la colonia Ixtlahuacán de Iztapalapa, en la ciudad de México. Uno de los niños, de cuatro años, murió. Otro está grave y el resto trata de recuperarse de las lesiones. Para no fallar, los tiradores les dieron a todos los que estaban en la escena, y después escaparon.
Más temprano, cerca de las once y media de la mañana, al alcalde Valle de Chalco, Francisco Tenorio Contreras, le disparó a bocajarro un joven que le pidió “aventón”, cuando el edil se retiraba de la unidad habitacional Geovillas de la Asunción. A él, a su secretario particular y al chofer, aunque el único que está al borde de la muerte es el presidente municipal, pues uno de los disparos dio en su cabeza.
Todo eso debido a la impunidad que sigue persistiendo en todo el país, y también a que las fuerzas armadas y las fuerzas de seguridad pública fueron rebasadas desde hace mucho debido a la falta de un plan de seguridad nacional que pueda hacer frente a la violencia y delincuencia, cuya estructura se enquistó tanto en los últimos sexenios, que no basta decirle fuchi, guácala, o mostrar videos acerca de la captura del narcotraficante Ovidio Guzmán, hijo de Joaquín Guzmán Loera, el Chapo. La secretaria general de Gobernación, Olga Sánchez Cordero, tuvo razón cuando dijo, después de la masacre perpetrada por sicarios en Aguililla, Michoacán, que asesinaron a 27 policías en una carretera, que ese tipo de asesinatos sucedían todos los días. Su dislate se hizo realidad y por eso todo fue pero para ella. Que busque desesperadamente un modelo de seguridad que funcione y que incluso mencione que habrá cambios radicales que involucran, también, la estructura que representa Alejandro Encinas, no la eximen de responsabilidad.
Sí, se tiene todo en contra: dinero, porque la austeridad franciscana cuenta, y cuenta mucho; tiempo, que cada vez es menos y el hecho de que las vidas humanas siempre estarán en juego.
Según el Índice Global de Impunidad México 2018, elaborado por la Universidad de las Américas, este país ocupa el cuarto lugar en el mundo y el primero de América. Revela, además, algunos hechos en torno a este fenómeno, pues dice que México fue más impune que en 2015 y que los estados de Aguascalientes, Tlaxcala y Nayarit son los estados en donde aumentó más el nivel de impunidad.
El Estado de México es la entidad más impune del país, con una calificación de 80.06. Le siguen Tamaulipas, Baja California, Coahuila y Quintana Roo, con puntuaciones de 78.88, 78.08, 77.88 y 77.33 respectivamente.
“En el Estado de México se registraron 202,205 carpetas de investigación, pero solo 1,209 sentenciados en primera instancia. Esto quiere decir que apenas el 0.59% de las carpetas culminó en una sentencia. Aunado a esto, solo 8.33% de las carpetas se convirtieron en causas penales. Además, se trata de la segunda entidad con más delitos no denunciados del país”, apunta el referido estudio.
También dice que en el Edoméx es donde menos se denuncia porque la confianza en las instancias es cada vez menor. En ese sentido, el porcentaje de delitos no denunciados aumentó de 92.8% a 93.7% en dos años. Otras observaciones espantan: México tiene la mitad de los policías preventivos que debería tener y se tiene la mitad del número ideal de policías estatales que debería haber.
Así, en este marco, y en el de una corrupción que ha aumentado con la administración federal de Morena, sucede el ataque al alcalde de Valle de Chalco, Francisco Tenorio.
Después se supo cómo eran los agresores, porque fotos de ellos fueron dadas a conocer. Dos jóvenes que, por separado, se tomaron fotos con el edil momentos antes de dispararle a quemarropa. Los jóvenes, casi adolescentes, visten en las imágenes sudaderas largas que les cubren la cintura. Una es azul y otra gris. Los dos llevan gorras grises y pantalón azul de mezclilla. Uno de ellos, el de la sudadera gris, alcanzó al alcalde cuando ya iba en su auto y le pidió aventón, a lo cual accedió. Pocos metros después, disparó contra él, su chofer y el secretario particular, que también iba ahí.
Ahora, el estado de salud del alcalde de Valle de Chalco se reporta como muy grave, dijo Gabriel O’Shea Cuevas, secretario de Salud estatal.
“El pronóstico, sin duda, es malo. Dentro de los diagnósticos tenemos que fue operado de craneotomía descompresiva para bajar el edema tan severo del cerebro causado por la herida del proyectil de arma de fuego, sin embargo, aún no se tiene diagnóstico de muerte cerebral”, explicó el también titular del Instituto de Salud del Estado de México (ISEM).
El edil es atendido en el Hospital Regional de Alta Especialidad de Ixtapaluca, donde se asegura que están los mejores especialistas, con el mejor equipo y un trato excelente en este hospital de primer nivel en el país, de ahí que se descarte su traslado a otro nosocomio.
Respecto a la recuperación de Tenorio Contreras, agregó que la expectativa sería delicada y con funciones limitadas.
El alcalde ya estaba amenazado de muerte, y a principios de este año, después de la detención de tres hombres dedicados al robo de autos, Tenorio mostró a la Fiscalía mensajes en los que le avisaban, a él y a otros funcionarios de su gobierno, que sus vidas corrían peligro si presentaban a los detenidos ante la justicia.
Otra versión, no confirmada, apunta hacia el Cártel de Tláhuac, que domina el sur de la ciudad de México.
Francisco Tenorio fue señalado, asimismo, de estar relacionado con invasión de tierras, el 27 de marzo de 2017, en medio de la guerra electoral por el proceso que llevaría a Andrés Manuel López Obrador a la presidencia del país, cuando Alejandro Tapia, candidato único por la coalición Por México al Frente (PAN, PRD y Movimiento Ciudadano) por la presidencia municipal de Valle de Chalco, pidió al Instituto Electoral del Estado de México (IEEM) excluir a Tenorio debido, también, a su presunto involucramiento en los delitos de robo de autos con violencia, entre 2005 y 2013. Tenorio había sido primer regidor en Valle de Chalco, de 2003 a 2006, por el PRD y en 2005, el Comité Ejecutivos Nacional del PRD lo suspendió debido a una acusación por robo de autos en su contra. Sin embargo, diez años después regresó a la actividad política como coordinador municipal de Valle de Chalco por Morena. Ese, el del robo de autos, es uno de lo móviles que se sigue en el atentado que ayer sufrió, después de que, durante su gira, asegurara que había implementado un programa de luminarias para tratar de combatir la inseguridad en la unidad habitacional que visitaba.
*VcVN
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