El puente fue cerrado por daños estructurales desde los sismos de 2017; se necesitan mil millones de pesos para las reparaciones.
Los inconformes colocaron llantas y con pancartas llamaron a las autoridades estatales a agilizar los trabajos, pues el Puente número 2 del brazo derecho de Río Churubusco es indispensable para la circulación de miles de personas que circulan desde la zona oriente hacia la Ciudad de México o el poniente del Valle de México.
Son más de 45 mil automovilistas afectados con la suspensión del paso de vehículos en el puente del Periférico Oriente. A la importancia de su uso para miles de automovilistas que viajan desde el Estado de México hasta la capital del país y viceversa, se suma, el paso del Aeropuerto Internacional de la Ciudad de México y el Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles (AIFA).
Además genera carga vehicular en la zona, pues se redijeron los carriles en el puente contrario para que los autos puedan transitar.
Ante la necesidad, autoridades habilitaron el puente vehicular con dirección a la Ciudad de México para brindar servicio en ambos sentidos, lo que presuntamente había ocasionado daños estructurales y un sin fin de accidentes diarios.
Se necesitan más de mil millones de pesos para reparación
En octubre de este año, el secretario de Movilidad de Nezahualcóyotl, Daniel Sibaja, aseguró que se necesitan mil millones de pesos para la reparación del puente vehicular, recurso que estaría contemplado dentro del presupuesto en 2024.
Explicó que al recibir la administración desconocían la situación que guardaba el Puente número 2 que dejó de funcionar en dos ocasiones: por los sismos de 2017 y después en 2021. Obras que presuntamente habían sido abandonadas por la anterior administración estatal.
Cerrado en dos ocasiones por sismos
Tras los sismos del 7 y 19 de septiembre de 2017 uno de los tramos fue cerrado debido a las afectaciones estructurales que tuvo el puente que conecta ambas demarcaciones por el movimiento telúrico registrado y que provocó que el tránsito por la zona fuera peligroso.
Tres años tuvieron que esperar los usuarios para volverlo a utilizar, pues las autoridades terminaron las obras hasta diciembre de 2020; sin embargo, solamente permaneció abierto 9 meses y tuvo que volverse a cerrar por los nuevos daños estructurales por el sismo del 7 de septiembre.
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