LA MITAD DE PRESOS SON JÓVENES
El 50 por ciento de los internos de las cárceles tiene menos de 30 años, de ahí que los diputados federales plantean reformar la Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a efecto de que exista dentro de esta instancia una Visitaduría General que se aboque exclusivamente a la atención de los derechos y la defensa de los presos jóvenes.
Dicha iniciativa surge de la Agenda Nacional de Juventudes 2013, donde uno de los temas fundamentales fue el acceso a la justicia de la juventud afectada por la violencia, ya sea para las víctimas o el debido proceso para los victimarios, cuyo objetivo fue establecer un punto de partida para la construcción de un nuevo escenario nacional para prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones de los derechos humanos de los jóvenes.
Tan sólo los centros de reclusión en el Distrito Federal concentran una población mayoritariamente joven. La situación es tan grave que, hasta el 2010, casi el 60 por ciento de las personas privadas de la libertad en los centros de reclusión en la capital tenía entre 18 y 29 años de edad.
La participación de las y los adolescentes en actos delictivos es una problemática que se ha incrementado y se asocia a que solamente se han creado instrumentos jurídicos para combatirla, pero no se han desarrollado las acciones de atención y defensoría adecuada que atiendan los derechos y las necesidades de este sector de la
El 50 por ciento de los internos de las cárceles tiene menos de 30 años, de ahí que los diputados federales plantean reformar la Ley de la Comisión Nacional de Derechos Humanos (CNDH), a efecto de que exista dentro de esta instancia una Visitaduría General que se aboque exclusivamente a la atención de los derechos y la defensa de los presos jóvenes.
Dicha iniciativa surge de la Agenda Nacional de Juventudes 2013, donde uno de los temas fundamentales fue el acceso a la justicia de la juventud afectada por la violencia, ya sea para las víctimas o el debido proceso para los victimarios, cuyo objetivo fue establecer un punto de partida para la construcción de un nuevo escenario nacional para prevenir, investigar, sancionar y reparar las violaciones de los derechos humanos de los jóvenes.
Tan sólo los centros de reclusión en el Distrito Federal concentran una población mayoritariamente joven. La situación es tan grave que, hasta el 2010, casi el 60 por ciento de las personas privadas de la libertad en los centros de reclusión en la capital tenía entre 18 y 29 años de edad.
La participación de las y los adolescentes en actos delictivos es una problemática que se ha incrementado y se asocia a que solamente se han creado instrumentos jurídicos para combatirla, pero no se han desarrollado las acciones de atención y defensoría adecuada que atiendan los derechos y las necesidades de este sector de la
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