sábado, 21 de enero de 2017

Peces gordos de la CESC implicados en delitos

Esto deja entrever la complicidad de Eruviel Ávila y José Manzur ante su silencio
Estado de México.- Con la captura de un elemento de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC), quedó al descubierto el mar de corrupción donde nadan de a pechito auténticos peces gordos, altos mandos de la Dirección General de Combate al Robo de Vehículos y Transporte, la cual, además protege a peligrosas bandas de robacoches y asesinos.
Erick Fernández Sanabria, de 34 años de edad, es el policía quien fue detenido por elementos de la policía ministerial adscritos a la Fiscalía Especializada de Homicidios en el Valle de México, con sede en Tlalnepantla. La aprehensión se efectuó al medio día del martes 10 de enero, cuando Erick se hallaba a las afueras de la agencia del ministerio público, en la colonia La Perla, en ciudad Nezahualcóyotl.
Con el antecedente de ser un sujeto peligroso, los agentes ministeriales Víctor Eduardo Hernández Espinoza y Andrés Alvarado Allende, cortando cartucho y apuntando a su cabeza, lograron someterlo para con lujo de violencia meterlo a una de las dos camionetas Ram, doble Cabina en que arribaron. La sorpresa fue grande. Erick no tuvo tiempo de nada y sin mostrarle una orden de aprehensión, se lo llevaron a las instalaciones de la fiscalía en Tlalnepantla.
Ya ahí, los agentes ministeriales bajo el mando del comandante José de Jesús Arroyo López, “El Nalgas de Payaso de Crucero”, encargado de la subdirección de Homicidios, pusieron a disposición a Erick por los presuntos delitos de cohecho y daños contra la salud, dado que, éstos afirman que el detenido les ofreció diez mil pesos para “salir de la bronca”, pero, además, a decir de los “investigadores”, el policía estatal detenido también llevaba entre sus pertenencias dos grapas de cocaína.
Este rotativo conoció que Erick está relacionado con una banda de robacoches y asesinos que opera principalmente en la zona oriente. Incluso, que la madrugada del miércoles 11, elementos del Grupo Táctico Operativo realizaron un cateo en una casa ubicada en el municipio de Chimalhuacán, donde detuvieron a los hermanos Juan Carlos y Arturo Sanabria Olvera, de 37 y 22 años, respectivamente, primos de Erick, también por sus presuntos nexos con la banda de criminales y robacoches.
Según fuentes consultadas de la misma Fiscalía de Homicidios, se supo que la forma de operar de este grupo delictivo era la siguiente: Contactaban a sus víctimas que pretendían vender sus vehículos –de reciente modelo- , preferentemente en los municipios de Chimalhuacán y Nezahualcóyotl y, una vez que se ganaban la confianza de sus víctimas, ofrecían una cantidad de dinero y aparatos electrónicos a cambio del vehículo. Al acceder las víctimas y una vez que portaban los documentos del auto, prácticamente eran privados de su libertad y trasladados a una casa de seguridad, ubicada en la colonia Lomas de Totolco, en Chimalhuacán, donde eran amagados y sometidos, mientras que otros miembros de la banda se llevaban el automóvil y la documentación para comercializarlos o, cambiarlos en el municipio de San Martín Texmelucan, Puebla.
Antes, se ponían en contacto, vía telefónica o en persona con Erick Fernández Sanabria, policía estatal activo de la CESC, adscrito a la Dirección General de Combate al Robo de Vehículos y Transporte, para que éste monitoreara que los automóviles no tuvieran reporte de robo y, facilitar así su comercialización. Realizada la operación y con el dinero en mano, los delincuentes asesinaban a sus víctimas para, después tirarlas en cualquier lugar.
ALGO HUELE MAL
Estos robos y homicidios en zona oriente, dejan al desnudo la corrupción que existe al interior de la Dirección General de Combate de Robo de Vehículos y Transporte, dependiente de la Comisión Estatal de Seguridad Ciudadana (CESC), donde, para nadie es secreto que los peces gordos, altos mandos de esta área son quienes patrocinan a los policías corruptos, pero, además protegen a integrantes de peligrosas bandas de robacoches y asesinos en el Valle de México y zona oriente.
Dentro de la misma CESC para nadie es secreto de que los altos mandos: Simón Alberto Salas Moya, director general de dicha área; Gregorio Hernández Llanitos, coordinador estatal de la Dirección de Rastreo, así como los jefes regionales de Toluca, Valle de México y Zona Oriente, comandantes Juan Matías Garduño, José Feliciano Salas Gutiérrez y Julio Armando Basurto Molina, son los considerados peces gordos y protectores de ladrones y asesinos.
Pese a estos delitos y la captura de Erick, el policía estatal, que no son los primeros, nadie se explica cómo el gobernador Eruviel Ávila Villegas y el secretario general de Gobierno, José Manzur Quiroga, se hacen de la vista chiquita, ante los graves señalamientos de la propia tropa de la corrupción que existe dentro de la CESC y la cual, es promovida, generada y protegida por los antes mencionados. El silencio y la omisión los hace cómplices de estos actos delictivos y, sin duda, también de disfrutar del dinero sucio que genera el robo de automóviles, delito grave que va a la alza en el estado de México
NEGOCIO SUCIO
Cabe recordar que el pasado 3 de noviembre de 2011, el gobernador Eruviel Ávila Villegas tomó protesta de ley al controvertido Salvador José Neme Sastre, como titular de la naciente Secretaría de Seguridad Ciudadana (SSC). Pero, la institución orgullo de Eruviel se contaminó cuando Neme Sastre trajo con él a su sobrino Federico Ambriz Vilchez a quien encomendó manejar el área de combate al robo de vehículos.
Con la llegada de Ambriz Vilchez llegó la corrupción y a circular el dinero sucio. Había para todos, porque el robo de vehículos era propicio para meterle mano y sacar grandes ganancias. Una auténtica mafia se originó dentro de SSC, encabezada principalmente por el comandante Gregorio Hernández Llanitos, hoy flamante coordinador estatal de la Dirección de Rastreo quien durante todo el gobierno de Eruviel Ávila Villegas, se ha mantenido inamovible porque es él, quien acerca las carretillas repletas de dinero sucio que se reparte a través de sus incondicionales: Juan Matías Garduño, José Feliciano Salas Gutiérrez y Julio Armando Basurto Molina.
Este último, Basurto Molina, es el jefe de Erick Fernández Sanabria, quien pese a estar detenido, todo parece estar arreglado para que hasta ahí llegue el escándalo, principalmente porque este año es electoral y podría verse afectado el gobernador Eruviel Ávila quien está siendo engañado, es omiso o cómplice de esta banda que en vez de realizar su trabajo que es combatir el robo de vehículos en el Edomex, son ellos, los principales promotores y actores de este delito que, como ya se dijo, va en aumento. Pese a que este caso se manejó con hermetismo, este rotativo conoció e investigo al respecto para sacarlo a la luz pública.
MATABAN A SUS VÍCTIMAS
Cabe señalar que uno de los delitos perpetrados por esta banda ocurrió el 30 de noviembre de 2016, cuando vecinos de la calle María Elena Huerta, sin número, colonia Ampliación Luis Córdoba Reyes, en Chimalhuacán, reportaron el hallazgo de un hombre muerto, el cual se hallaba en un terreno baldío, estaba maniatado con un lazo de plástico blanco y negro. Tenía la cabeza cubierta con una bolsa de plástico color blanco y cinta canela alrededor de su testa.
La víctima respondía al nombre de Héctor Hernández Orihuela, de 56 años de edad, y a quienes los delincuentes le robaron un vehículo marca Nissan, tipo Quest, modelo 2007, color gris, placas MUP-6173, en torno a este caso se inició la carpeta de investigación TLA/TLA/FHM/026/113572/16/11 por el delito de homicidio.
Como este hubo varios casos. Se iniciaron las investigaciones desde el punto de vista de que, el modus operandi de la banda, era contactar a las personas que vendieran sus automóviles. Una vez hecho el contacto, se definía un punto de reunión para realizar la operación, pero, los ladrones y asesinos con engaños sacaban del área a su víctima para llevarlos regularmente a Chimalhuacan donde tenían su casa de seguridad.
Lo mismo ocurrió con Alfredo Arteaga Nava y Christopher Arteaga Vega, de 48 y 26 años respectivamente, quienes corrieron la misma suerte y sus cuerpos sin vida fueron hallados el 14 de diciembre de 2016 en la calle Flor de Liz, esquina calle Otoño, colonia Copalera, en Chimalhuacán. El automóvil que les fue robado fue un Chevrolet, tipo Aveo, modelo 2011, placas 422-XJF. El número de carpeta de investigación en este caso fue la TLA/TLA/FHM/026/123952/16/12 por el delito de doble homicidio.
Otro caso similar ocurrió el 27 de diciembre del año pasado, cuando las autoridades ministeriales fueron notificadas del hallazgo de un individuo quien sería identificado más tarde como Juan Omar González Pérez, de 36 años de edad, a quien robaron su automóvil Mazda, blanco, modelo 2008, placas MWD-4808. Su cuerpo sin vida fue localizado en Camino Viejo a San Vicente, colonia Tlazala, en La Paz, estado de México.. delito que fue asentado en la carpeta de investigación NEZ/NEZ/REY/062/133411/16/12.
Todos estos casos similares, dieron pauta a la investigación y se logró saber quiénes conformaban esta banda y cómo actuaban. Uno de los principales ladrones y asesinos es el policía estatal Erick Fernández Sanabria, de quien se sabe, ya soltó la sopa y se espera que en los próximos días haya más detenciones.
Finalmente, cabe señalar que sospechosamente en la Dirección General de Combate al Robo de Vehículos en Zona Oriente, con sede en el Colegio de Policía, se han perdido varias armas de cargo, curiosamente siempre que el comandante Julio Armando Basurto Molina está de encargado, para nadie es secreto que esas armas van a parar a manos de los integrantes de su banda.
Asimismo, cabe destacar que los policías ministeriales que detuvieron al policía estatal, Erick y a sus primos, también ellos tienen cola qué les pisen, porque el comandante José de Jesús Arroyo López, “El Nalgas de Payaso de Crucero”, encargado de la subdirección de Homicidios en el Valle de México fue señalado, junto con su patrón, el comandante José Luis Mendoza Espinoza, ex director de Despliegue Regional de brindar protección al narcotraficante Francisco Javier Resillas Ríos, El Víbora.
Otro de los agentes ministeriales que participaron en la detención, es el ex coordinador de Recuperación de Vehículos robados en zona Oriente, el comandante Víctor Eduardo Hernández Espinoza, ex agente de la policía judicial del Distrito Federal detenido por el delito de robo a cuentahabiente y consignado al reclusorio Norte.

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