México.- Este 2 de febrero, Día de la Candelaria, cientos de fieles acudieron a las iglesias y catedrales de México, con sus niños Dios vestidos de blanco con ropón, como bebés y ángeles, acompañados de cirios, veladoras y una rama de romero, sentados en una silla de madera o acostados en una cuna hecha de mimbre para bendecirlos.
El nombre de la Candelaria proviene de latín que significa la fiesta de las candelas o las velas, las cuales manifiesta a Cristo.
Hace 40 días se celebraba el nacimiento del niño Dios, lapso en el que, según la ley de Moisés, los padres tenían que acudir al templo a Jerusalén para presentar a todos los niños para consagrarse a Dios.
Asimismo, durante la homilía, el sacerdote mencionó que la pureza y divinidad de los niños debe asociarse en como los vestimos, es decir, que deben ir siempre de blanco, pese a que algunos feligreses usan ropa de diversos santos.
Al respecto, algunos comerciantes de temporada destacaron que los católicos por recomendación de la iglesia han optado más por la ropa blanca, es decir, de bebé, ropón o el niño de las palomas, que por cualquier otro, como el Divino Niño Jesús, Santo Niño de Atocha, Niño Doctor, el niño de Belén, el niño de la Misericordia o Ángel de la Guarda, entre otros.
Expresaron que el romero, según las tradiciones, se enciende ante una causa difícil al interior de un hogar, además de alejar las malas energías.
La costumbre señala que, tras partir la rosca el 6 de enero, aquel o aquella a quien le haya tocado el niño paga los tamales. Pero, ¿de dónde viene esta tradición?El día de hoy, todos los hogares mexicanos —o casi— celebran el Día de la Candelaria con una 'tamaliza'. En otras palabras y según la tradición, aquellos a quienes tuvieron la suerte de que les haya tocado el niño Jesús en la tradicional Rosca de Reyes, se ven obligados a comprar o pagar los tamales para alimentar a todos los que partieron la rosca con ellos.
Sin embargo, nada en el calendario ni en la fiesta religiosa actual nos explica la relación de esta fiesta con la 'tamaliza' del 2 de febrero. Por esa razón, preguntamos al doctor Alberto Peralta de Legarreta, investigador en Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac México, sobre el origen de esta tradición.
Según nos explicó el doctor Peralta de Legarreta, el cronista franciscano Fray Bernardino de Sahagún registró que el año mexica comenzaba el 12 de febrero, día del nacimiento o presentación del Sol; ese día, el astro rey salía entre los dos templos situados en lo alto del gran Teocalli, y esto fue confirmado por el arqueoastrónomo Jesús Galindo Trejo hace unas décadas.
Pero sucedió que Sahagún terminó y entregó sus escritos alrededor del año 1580, de modo que éstos no pudieron reflejar el cambio calendárico que el papa Gregorio XIII aplicó en 1582; es decir, la sustitución del antiguo calendario Juliano por el Gregoriano —que es el que usamos actualmente—, la cual implicó la pérdida de 10 días. Así fue que el 12 de febrero de 1582 se convirtió, de pronto y arbitrariamente, en el 2 de febrero.
Ahora bien, antes de las ollas tamaleras metálicas, los tamales se elaboraban en deollas de barro con forma esférica llamadas en nahuatl comitalli. Estas ollas eran un símbolo femenino —por su forma 'embarazada'— que simbólicamente 'daban a luz' pequeños y tiernos niños de maíz: los tamales, los cuales se ofrecían y compartían el día de nacimiento del Sol.
Estos tamales eran —y, de alguna manera, siguen siendo— pequeños hijos de la madre Tierra: maíz tierno envuelto en sí mismo y cocido en el interior de una 'matriz', que es la olla. Así, esta fertilidad surge de dos elementos: la Tierra, femenina, y el fuego, que es masculino.
Tras la explicación, el doctor Peralta de Legarreta concluye que "este 2 de febrero, celebres lo que celebres, los tamales son uno de los mejores pretextos para compartir el calor y los alimentos en casa".
El nombre de la Candelaria proviene de latín que significa la fiesta de las candelas o las velas, las cuales manifiesta a Cristo.
Hace 40 días se celebraba el nacimiento del niño Dios, lapso en el que, según la ley de Moisés, los padres tenían que acudir al templo a Jerusalén para presentar a todos los niños para consagrarse a Dios.
Asimismo, durante la homilía, el sacerdote mencionó que la pureza y divinidad de los niños debe asociarse en como los vestimos, es decir, que deben ir siempre de blanco, pese a que algunos feligreses usan ropa de diversos santos.
Al respecto, algunos comerciantes de temporada destacaron que los católicos por recomendación de la iglesia han optado más por la ropa blanca, es decir, de bebé, ropón o el niño de las palomas, que por cualquier otro, como el Divino Niño Jesús, Santo Niño de Atocha, Niño Doctor, el niño de Belén, el niño de la Misericordia o Ángel de la Guarda, entre otros.
Expresaron que el romero, según las tradiciones, se enciende ante una causa difícil al interior de un hogar, además de alejar las malas energías.
La costumbre señala que, tras partir la rosca el 6 de enero, aquel o aquella a quien le haya tocado el niño paga los tamales. Pero, ¿de dónde viene esta tradición?El día de hoy, todos los hogares mexicanos —o casi— celebran el Día de la Candelaria con una 'tamaliza'. En otras palabras y según la tradición, aquellos a quienes tuvieron la suerte de que les haya tocado el niño Jesús en la tradicional Rosca de Reyes, se ven obligados a comprar o pagar los tamales para alimentar a todos los que partieron la rosca con ellos.
Sin embargo, nada en el calendario ni en la fiesta religiosa actual nos explica la relación de esta fiesta con la 'tamaliza' del 2 de febrero. Por esa razón, preguntamos al doctor Alberto Peralta de Legarreta, investigador en Turismo y Gastronomía de la Universidad Anáhuac México, sobre el origen de esta tradición.
Según nos explicó el doctor Peralta de Legarreta, el cronista franciscano Fray Bernardino de Sahagún registró que el año mexica comenzaba el 12 de febrero, día del nacimiento o presentación del Sol; ese día, el astro rey salía entre los dos templos situados en lo alto del gran Teocalli, y esto fue confirmado por el arqueoastrónomo Jesús Galindo Trejo hace unas décadas.
Pero sucedió que Sahagún terminó y entregó sus escritos alrededor del año 1580, de modo que éstos no pudieron reflejar el cambio calendárico que el papa Gregorio XIII aplicó en 1582; es decir, la sustitución del antiguo calendario Juliano por el Gregoriano —que es el que usamos actualmente—, la cual implicó la pérdida de 10 días. Así fue que el 12 de febrero de 1582 se convirtió, de pronto y arbitrariamente, en el 2 de febrero.
Ahora bien, antes de las ollas tamaleras metálicas, los tamales se elaboraban en deollas de barro con forma esférica llamadas en nahuatl comitalli. Estas ollas eran un símbolo femenino —por su forma 'embarazada'— que simbólicamente 'daban a luz' pequeños y tiernos niños de maíz: los tamales, los cuales se ofrecían y compartían el día de nacimiento del Sol.
Estos tamales eran —y, de alguna manera, siguen siendo— pequeños hijos de la madre Tierra: maíz tierno envuelto en sí mismo y cocido en el interior de una 'matriz', que es la olla. Así, esta fertilidad surge de dos elementos: la Tierra, femenina, y el fuego, que es masculino.
Tras la explicación, el doctor Peralta de Legarreta concluye que "este 2 de febrero, celebres lo que celebres, los tamales son uno de los mejores pretextos para compartir el calor y los alimentos en casa".
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