Edomex, vital para el priismo
Por: Ramón Zurita Sahagún
El próximo 4 de junio, electores de cuatro estados irán a las urnas para definir en tres de ellos a sus nuevos gobernantes y en el restante irán solamente por sus autoridades municipales.
Aunque muchos desestiman los resultados de esos procesos electorales, la realidad es que se presentan para que los partidos evalúen sus posibilidades de victoria en la contienda presidencial del año próximo.
El Estado de México es el principal referente de ello, ya que concentra la mayor población y el presupuesto más amplio de todo el país. Se trata de un estado ganado desde siempre por el PRI, aunque ahora tiene prospectos que pondrán en riesgo sus posibilidades de victoria.
Veracruz sería el segundo en importancia electoral el 4 de junio, aunque solamente elegirán los alcaldes de 212 ayuntamientos, pero servirá para que el PRI mida sus tendencias, después de ser apabullado el 5 de junio pasado, cuando perdió el gobierno estatal y el Congreso local.
Coahuila y Nayarit no son entidades tan representativas electoralmente, aunque el primero de ellos es un estado gobernado desde siempre por el PRI y en el segundo solamente existió un intervalo en que un ex priísta (Antonio Echevarría Domínguez) gobernó.
Por mucho, la atención se encuentra centrada en el Estado de México, el que se ha convertido en el reducto favorito de los priístas que han visto caer otros enclaves importantes en manos de la oposición, por lo que defenderán a toda costa el mantenerse en el poder.
Los otros dos estados que se encuentran en manos de gobernantes priístas son Jalisco y Oaxaca.
En Jalisco los electores elegirán a su nuevo gobernante al mismo tiempo que al Presidente de la República y las cosas parecen no marchar favorablemente para los tricolores, ya que hace dos años, en la renovación de alcaldías, Movimiento Ciudadano arrasó en los principales ayuntamientos y su candidato a gobernador será Enrique Alfaro, alcalde de Guadalajara, quien hace cinco años quedó a un puñado de votos del triunfo para gobernador.
La figura de Alfaro se consolidó y si desde el ayuntamiento de Tlajomulco puso en jaque al priísmo, desde Guadalajara las cosas pintan mejor.
En Oaxaca gobierna Murat Hinojosa, de militancia priísta y quien obtuvo la victoria en virtud de que la izquierda se fragmentó con varios candidatos y el priísta pudo ganar con amplitud.
El restante estado donde el PRI mantiene presencia es Chiapas, con Manuel Velasco Coello, militante del Partido Verde y quien bajo esa bandera ganó una diputación local, una federal, el Senado de la República y ahora el gobierno del estado. La franquicia le pertenece al Verde y no al PRI, que ya rezagado como se vio en los anteriores comicios en la competencia en la que iba de aliado con el PVEM.
De los restantes seis, la Ciudad de México, le pertenece todavía al PRD, que gobierna desde 1997, con los triunfos de sus candidatos Cuauhtémoc Cárdenas, Andrés Manuel López Obrador, Marcelo Ebrard y Miguel Ángel Mancera.
Claro que se duda de su refrendo en las urnas, ya que la fuerza adquirida por Morena pone en riesgo una posible victoria perredista.
En Veracruz, asumió el gobierno Miguel Ángel Yunes Linares, quien fue respaldado por el PAN (partido en que milita) y el PRD, aunque su administración será de solamente dos años y los electores irán nuevamente a las urnas el año próximo para decidir su nuevo gobernador.
Sigue Puebla, donde apenas hace unos días asumió el gobierno José Antonio (Tony) Gali, respaldado por Acción Nacional (partido en que milita) y Nueva Alianza. Es para los panistas su segunda administración consecutiva y al igual que en Veracruz, los electores irán nuevamente a las urnas de manera concurrente con la elección presidencial.
Guanajuato es desde la elección de Vicente Fox como gobernador, una entidad ganada por el panismo de manera seguida. Juan Carlos Romero Hicks, Juan Manuel Oliva y Miguel Márquez, han gobernado de manera consecutiva, en virtud de sus victorias en las urnas. Esta entidad va en elección concurrente con la presidencial.
Michoacán es una entidad en la que los perredistas se han afianzado, desde que Lázaro Cárdenas Batel ganó los comicios y después Leonel Godoy, con un intervalo de un priísta, Fausto Vallejo y ahora otro del sol azteca, Silvano Aureoles.
Nuevo León es la primera entidad que es ganada en las urnas por un candidato independiente, aunque éste fuese militante priísta hasta unas semanas antes de su nominación. Jaime Rodríguez Calderón, mejor conocido como “El Bronco” renunció al PRI y aspira a convertirse en candidato presidencial conservando la bandera de independiente. Nuevo León es un estado que ya fue gobernado por el PAN en una ocasión, aunque sus estándares no dejaron satisfechos a los electores que nuevamente optaron por el PRI, con el mismo candidato (J. Natividad González) que había sido derrotado por el panista Fernando Canales Clariond.
En total, en esos diez estados se concentran 186 distritos electorales federales de los 300 en que está distribuido el territorio nacional.
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