Ciudad de México.- Simultáneamente a su campaña electoral, y aún ahora que arrancó su mandato, Donald Trump no pierde el tiempo para sus negocios. Se frota las manos por hacerse de 26 terrenos de alta plusvalía en la Riviera Maya, que pretende despojar a su legítimo propietario, según denuncia Rodolfo Rosas Moya.
Trump mantiene juicios en México y Estados Unidos. Se cuentan hasta nueve demandas en varios juzgados.
Durante siete años, los abogados de Trump han mantenido vivo este litigio, pues cuando pierde frente a algún medio de defensa de propietario de las tierras, interpone otro recurso en una estrategia que pareciera de agotamiento.
Aquí pareciera cuadrar la frase de Trump revelada en su libro El arte del trato: “Si mi adversario es débil, lo aplasto, y si es fuerte, negocio”.
La GénesisTrump mantiene juicios en México y Estados Unidos. Se cuentan hasta nueve demandas en varios juzgados.
Durante siete años, los abogados de Trump han mantenido vivo este litigio, pues cuando pierde frente a algún medio de defensa de propietario de las tierras, interpone otro recurso en una estrategia que pareciera de agotamiento.
Aquí pareciera cuadrar la frase de Trump revelada en su libro El arte del trato: “Si mi adversario es débil, lo aplasto, y si es fuerte, negocio”.
La historia se remonta a finales de 2005, cuando un grupo de empresarios de Mérida y la Ciudad de México, acordaron con los gobiernos de Chiapas, Quintana Roo y el de la Ciudad de México realizar en forma conjunta un magno evento con el objetivo de promover de forma mundial a México.
La idea fue del empresario Pedro Ramírez Sierra, de la Ciudad de México, cuyo Grupo Promotor MU es especialista en la organización y realización de actos masivos. El grupo se puso en contacto con el empresario yucateco, Rodolfo Rosas Moya, conocido en la Península de Yucatán por su participación en obras públicas y privadas, a través de sus empresas constructora e inmobiliaria: Pyrsa Construcciones y Comercializadora Ronac.
Rosas Moya fue quien realizó el cabildeo del proyecto, convenció al entonces gobernador de Quintana Roo, Félix González Canto, y al de Chiapas, Juan Sabines, cuyas administraciones aportaron un millón de dólares cada uno.
“Miss Universe, entonces propiedad de Trump, obtuvo ganancias estimadas en más de ocho millones de dólares, derivadas del contrato que celebró exclusivamente con la empresa mexicana Grupo Promotor MU, más la utilidad de los derechos de transmisión”, explicó Rosas Moya.
Trump, en apariencia, había quedado conforme, al grado de que su hija, Ivanka Trump, asistió en Chetumal al último informe del exgobernador González Canto.
Posterior al Miss Universo, Trump recibió en su despacho, en Nueva York, a empresarios inmobiliarios de Quintana Roo, pues era conocida su intención de ampliar sus inversiones en el estado.
La embestida de Trump
A más de dos años y medio de celebrado el Miss Universo 2007, Rodolfo Rosas Moya recibió una notificación judicial, para enterarle que cinco de sus predios ubicados en la Riviera Maya, que acreditó como parte de las garantías, más otros 21, le fueron embargados en forma cautelar, para responder en lo futuro por una demanda de presuntos daños, por gastos no cubiertos en el certamen de belleza.
Son esos 26 terrenos de alta plusvalía, en la Riviera Maya, lo que está buscando Trump para ensanchar sus propiedades y su influencia en los negocios turísticos.
“Estaría reclamando unos 12 millones, que es lo que valen los cinco predios que presentamos en garantía, pero el total de 26 que nos embargaron de forma cautelar, valen más”, sostiene Rosas Moya.
Trump, ha venido perdiendo juicios y negociaciones de arbitraje de forma recurrente; el punto son las garantías que quiere hacer válidas, dos años después y durante siete años consecutivos que persiste en las demandas.
Los cinco terrenos se colocaron en un fideicomiso paralelo al contrato de celebración del evento, para complacer a Miss Universe. Sin embargo, el empresario yucateco en ningún momento participó, ni sus empresas, en las firmas de los contratos, se limitó a aportar sus bienes para cerrar el trato.
“Fue tres años después de realizado el evento con todo éxito y cuando Miss Universo había obtenido las ganancias y regalías derivadas del concurso cuando Trump, con el argumento de que hizo gastos que no fueron cubiertos por la empresa organizadora, y sin haber demostrado una razón jurídica, pretendió hacer efectivas diversas garantías, algunas de estas de Comercializadora Ronac como aval”.
El tribunal de Nueva York deslindó a Rosas Moya (JAMES ARBITRATION Case No. 1425013328) al considerar que Trump pretendió exigir indebidamente obligaciones al empresario mexicano.
Trump podría pagar
Marco Antonio Bautista, director de Comercializadora Ronac, dijo que Donald Trump se vio obligado a proporcionar medios de garantía, de manera que si pierde el caso, tendrá que resarcir los daños morales y económicos propiciados a Rosas Moya.
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