Ciudad de México.- Las aspiraciones presidenciales de Miguel Ángel Mancera, jefe de gobierno local, han llevado a que minimice la presencia del narco en la capital del país, alerta este día el influyente diario estadunidense The Washington Post.
El rotativo resalta que “en los días previos a la operación contra (Felipe de Jesús Pérez Luna) ‘El Ojos’, Mancera viajó al agitado estado de Chihuahua para regalar patrullas a los gobiernos de las ciudades que enfrentan el crimen organizado, sugiriendo que la capital tenía tal seguridad que podría ahorrar los recursos”.
“Políticos mexicanos con aspiraciones presidenciales a menudo tratan la violencia como un problema de relaciones públicas”, aseguró este miércoles el Washington Post, y puso como ejemplo el caso de Mancera Espinosa, quien ha minimizado la presencia de cárteles de la droga en la Ciudad de México.
Luego recordó que el pasado jueves un enfrentamiento entre marinos y presuntos criminales dejó como saldo ocho muertos, entre ellos “El Ojos”, presunto líder del Cártel de Tláhuac.
Esta organización criminal, calificada por las autoridades de “amplia y violenta”, se había expandido al sur y oriente de la capital por las zonas de Tláhuac, Iztapalapa, Xochimilco y Álvaro Obregón.
Pese a los hechos, reseñó el diario, Mancera insistió en que el Cártel de Tláhuac es una red de narcomenudistas, “y que grandes potencias como los cárteles de Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa no operan en la Ciudad de México”.
“Un cártel es una organización mucho más grande y es una responsabilidad federal”, reviró Mancera a medios el pasado viernes. “No intervendríamos si fuera un cártel”, machacó.
No obstante, el mismo funcionario describió el funeral de “El Ojos”, donde más de mil personas asistieron, como una escena que recuerda los lujosos funerales pagados a capos en otras entidades del país.
El diario estadunidense describió que “los analistas dicen que Mancera se arriesga a perder de vista la situación de la capital”.
“Hay un montón de situaciones en las que usted quiere reportar algo y simplemente lo ignoran”, dijo al WP Alejandro Rojas, dueño de una tienda en la delegación Iztapalapa.
Rojas dijo que intentó reportar el uso de drogas y delitos menores cerca de su tienda a través de una línea anónima, pero la policía nunca respondió y la persona que tomó la llamada pidió mucha información personal.
“No fue muy anónimo”, deploró.
Dos días después del enfrentamiento en Tláhuac, dos personas murieron y otras diez resultaron heridas en un tiroteo registrado en un tianguis de Iztapalapa.
La violencia en la Ciudad de México, prosiguió el rotativo, sigue estando lejos de ser la peor del país, aunque su tasa de homicidios se elevó 21% en el primer semestre del año, según estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Éstas muestran que los homicidios en los primeros seis meses del año se incrementaron en 31% a escala nacional en comparación con el mismo periodo de 2016, “el peor brote de violencia en cuando menos 20 años, incluso más grave que en 2011, el otro año de cifras más altas”.
El rotativo resalta que “en los días previos a la operación contra (Felipe de Jesús Pérez Luna) ‘El Ojos’, Mancera viajó al agitado estado de Chihuahua para regalar patrullas a los gobiernos de las ciudades que enfrentan el crimen organizado, sugiriendo que la capital tenía tal seguridad que podría ahorrar los recursos”.
“Políticos mexicanos con aspiraciones presidenciales a menudo tratan la violencia como un problema de relaciones públicas”, aseguró este miércoles el Washington Post, y puso como ejemplo el caso de Mancera Espinosa, quien ha minimizado la presencia de cárteles de la droga en la Ciudad de México.
Luego recordó que el pasado jueves un enfrentamiento entre marinos y presuntos criminales dejó como saldo ocho muertos, entre ellos “El Ojos”, presunto líder del Cártel de Tláhuac.
Esta organización criminal, calificada por las autoridades de “amplia y violenta”, se había expandido al sur y oriente de la capital por las zonas de Tláhuac, Iztapalapa, Xochimilco y Álvaro Obregón.
Pese a los hechos, reseñó el diario, Mancera insistió en que el Cártel de Tláhuac es una red de narcomenudistas, “y que grandes potencias como los cárteles de Jalisco Nueva Generación y el de Sinaloa no operan en la Ciudad de México”.
“Un cártel es una organización mucho más grande y es una responsabilidad federal”, reviró Mancera a medios el pasado viernes. “No intervendríamos si fuera un cártel”, machacó.
No obstante, el mismo funcionario describió el funeral de “El Ojos”, donde más de mil personas asistieron, como una escena que recuerda los lujosos funerales pagados a capos en otras entidades del país.
El diario estadunidense describió que “los analistas dicen que Mancera se arriesga a perder de vista la situación de la capital”.
“Hay un montón de situaciones en las que usted quiere reportar algo y simplemente lo ignoran”, dijo al WP Alejandro Rojas, dueño de una tienda en la delegación Iztapalapa.
Rojas dijo que intentó reportar el uso de drogas y delitos menores cerca de su tienda a través de una línea anónima, pero la policía nunca respondió y la persona que tomó la llamada pidió mucha información personal.
“No fue muy anónimo”, deploró.
Dos días después del enfrentamiento en Tláhuac, dos personas murieron y otras diez resultaron heridas en un tiroteo registrado en un tianguis de Iztapalapa.
La violencia en la Ciudad de México, prosiguió el rotativo, sigue estando lejos de ser la peor del país, aunque su tasa de homicidios se elevó 21% en el primer semestre del año, según estadísticas del Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).
Éstas muestran que los homicidios en los primeros seis meses del año se incrementaron en 31% a escala nacional en comparación con el mismo periodo de 2016, “el peor brote de violencia en cuando menos 20 años, incluso más grave que en 2011, el otro año de cifras más altas”.
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