Carrillo Puerto, Q. Roo.- En víspera de la elección más competida y polémica de los últimos años, en el municipio de Felipe Carrillo Puerto, Quintana Roo fue asesinado el periodista José Guadalupe Chan Dzib, colaborador del semanario “Playa News Aquí y Ahora” en temas policíacos; de acuerdo a los primeros informes, la noche del viernes, cuando el comunicador convivía en el bar “La Baticueva” de aquel lugar, un sujeto entró y se dirigió al reportero a quien baleo ante la vista de parroquianos y acompañantes.
Los hechos ocurrieron en la negociación ubicada en la calle 76, entre la 61 y 63 de la Colonia Francisco May, pasadas las 22 horas. La ejecución de Chan Dzib fue registrada por el, también, comunicador, Pedro Canche, quien reportó que la víctima laboraba para el semanario que se difunde por redes sociales y estaba especializado en la cobertura de la fuente policíaca.
Chan Dzib laboraba, también, para otro medio de corte policíaco llamado el “Tábano”, y su más reciente cobertura fue el asalto al ejido Nohbec, por una banda de ladrones de Campeche y Veracruz, así como el asesinato de una persona en Saban, municipio de José María Morelos.
Apenas horas antes del crimen, rectores de cinco instituciones de educación superior firmaron un acuerdo por la libertad de prensa en México, indicando que cada vez que una voz es silenciada, cuando un periodista o un ciudadano es asesinado o desaparece debido al crimen organizado o a la intervención de algún elemento del Estado, la universidad, baluarte del pensamiento, del derecho a expresarse y de la democracia se encuentra gravemente amenazada.
El acuerdo, impulsado por académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y organizaciones de periodistas, fue firmado por la UAM y sus cinco unidades académicas, así como por las universidades Autónoma de Ciudad de México, Veracruzana, Autónoma de Aguascalientes e Iberoamericana. Y se espera que se sumen más.
Y es que en México, el año pasado, 507 periodistas sufrieron agresiones de distintos tipos, 116 han sido asesinados desde 2000. Lo más lamentable es que la enorme mayoría de estos crímenes no tuvieron repercusión alguna ante la justicia, señala el rector general de la UAM, Eduardo Peñalosa Castro. En ese tenor señala que las universidades se han limitado a emitir comunicados respecto a las agresiones contra periodistas.
Está muy bien, pero creo que debemos hacer algo más. Las universidades tenemos un papel muy importante en la sociedad y no debemos descansar hasta que esto pare.
El acuerdo tiene tres puntos: contribuir a crear conciencia sobre los derechos afectados mediante actos que inhiban la libertad de pensamiento y expresión, promover y difundir investigación sobre la problemática de la violencia contra los periodistas y desarrollar iniciativas que promuevan la visibilización de hechos que atenten contra las libertades de pensamiento y expresión. Margarita Zires Roldán, académica de la UAM-Xochimilco y una de las impulsoras del acuerdo, dijo que esta iniciativa no se tiene que ver como el apoyo a un gremio solamente, sino como de defensa del interés de toda la sociedad, pues explicó que el acuerdo es fruto del trabajo de una red que incluye a académicos, periodistas y organizaciones como Artículo 19, Reporteros Sin Fronteras, Periodistas de a Pie, así como otras agrupaciones de la sociedad civil.
Los hechos ocurrieron en la negociación ubicada en la calle 76, entre la 61 y 63 de la Colonia Francisco May, pasadas las 22 horas. La ejecución de Chan Dzib fue registrada por el, también, comunicador, Pedro Canche, quien reportó que la víctima laboraba para el semanario que se difunde por redes sociales y estaba especializado en la cobertura de la fuente policíaca.
Chan Dzib laboraba, también, para otro medio de corte policíaco llamado el “Tábano”, y su más reciente cobertura fue el asalto al ejido Nohbec, por una banda de ladrones de Campeche y Veracruz, así como el asesinato de una persona en Saban, municipio de José María Morelos.
Apenas horas antes del crimen, rectores de cinco instituciones de educación superior firmaron un acuerdo por la libertad de prensa en México, indicando que cada vez que una voz es silenciada, cuando un periodista o un ciudadano es asesinado o desaparece debido al crimen organizado o a la intervención de algún elemento del Estado, la universidad, baluarte del pensamiento, del derecho a expresarse y de la democracia se encuentra gravemente amenazada.
El acuerdo, impulsado por académicos de la Universidad Autónoma Metropolitana (UAM) y organizaciones de periodistas, fue firmado por la UAM y sus cinco unidades académicas, así como por las universidades Autónoma de Ciudad de México, Veracruzana, Autónoma de Aguascalientes e Iberoamericana. Y se espera que se sumen más.
Y es que en México, el año pasado, 507 periodistas sufrieron agresiones de distintos tipos, 116 han sido asesinados desde 2000. Lo más lamentable es que la enorme mayoría de estos crímenes no tuvieron repercusión alguna ante la justicia, señala el rector general de la UAM, Eduardo Peñalosa Castro. En ese tenor señala que las universidades se han limitado a emitir comunicados respecto a las agresiones contra periodistas.
Está muy bien, pero creo que debemos hacer algo más. Las universidades tenemos un papel muy importante en la sociedad y no debemos descansar hasta que esto pare.
El acuerdo tiene tres puntos: contribuir a crear conciencia sobre los derechos afectados mediante actos que inhiban la libertad de pensamiento y expresión, promover y difundir investigación sobre la problemática de la violencia contra los periodistas y desarrollar iniciativas que promuevan la visibilización de hechos que atenten contra las libertades de pensamiento y expresión. Margarita Zires Roldán, académica de la UAM-Xochimilco y una de las impulsoras del acuerdo, dijo que esta iniciativa no se tiene que ver como el apoyo a un gremio solamente, sino como de defensa del interés de toda la sociedad, pues explicó que el acuerdo es fruto del trabajo de una red que incluye a académicos, periodistas y organizaciones como Artículo 19, Reporteros Sin Fronteras, Periodistas de a Pie, así como otras agrupaciones de la sociedad civil.
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