Ciudad de México.- La Auditoria Superior de la Federación detectó que en el año 2017 la Secretaría de Educación Pública (SEP) tenía en completo abandono al sistema del Colegio de Bachilleres, integrado por 42 planteles, al no comprobar que se encontraban en condiciones de infraestructura e higiene para prestar servicios.
En la Auditoría de Desempeño 163-DS, el organismo fiscalización indicó que, al hacer el análisis de sus recursos, la dependencia federal no acreditó la suficiencia de las instalaciones como aulas, talleres, laboratorios, bibliotecas y el equipamiento en los 42 plantes para el servicio de bachillerato.
Por su parte, el Colegio de Bachilleres (Colbach) tampoco demostró contar con la información para acreditar que los 20 planteles bajo su responsabilidad contaran con recursos suficientes, lo que no contribuyó al desarrollo del proceso de enseñanza-aprendizaje.
La ASF destacó que para el año pasado, la SEP y el Colbach ejercieron 2 mil 346 millones 70 mil 100 pesos del Programa Presupuestario “Servicios de Educación Media Superior” para sueldos y salarios, y gastos administrativos inherentes a su operación.
De acuerdo con el análisis realizado por los fiscalizadores, del monto total, 97.6 por ciento, 2 mil 289 millones 230 mil 600 pesos se destinaron al pago de nómina.
Otro 0.4 por ciento, 9 millones 165 mil 900 pesos se dispusieron en cuestiones administrativas y 2 por ciento más, 47 millones 673 mil 600 pesos para pagar servicios contratados.
La ASP precisó en su informe que, en 2017, ni la SEP ni el Colbach acreditaron la atención de las necesidades de instalaciones y equipamiento de sus planteles.
Tampoco demostraron la suficiencia de su personal docente y que éste tuviera la formación y actualización para impartir las clases, ni el avance en la incorporación de los planteles al Sistema Nacional de Bachillerato, todos elementos necesarios para cumplir con la Reforma Integral de la Educación Media Superior.
En sus conclusiones, la ASF señaló que la SEP reportó que sólo 11 de los 42 planteles de bachillerato contaron con condiciones de higiene, seguridad y pedagógicas, pero sin acreditar la documentación que lo avalara.
En lo relativo de disponer de un programa de mantenimiento, las entidades fiscalizadas no evidenciaron tenerlos, a fin de acreditar que las instalaciones y el equipamiento estén en condiciones para otorgar el servicio, contrario a los acuerdos determinados en la Reforma Integral de la Educación Media Superior”, reportó la ASF.
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