Ciudad de México.- Acogiéndose en el artículo 20 constitucional, la líder del SNTE, Elba Esther Gordillo, se reservó el derecho a declarar sobre los delitos que le son imputados, violación a la Ley Federal contra la Delincuencia Organizada y lavado de dinero.
Tras haber sostenido una conversación con sus abogados, Isaías Gallardo Chávez y José Manuel Díaz Flores, acusados de presuntamente desviar los fondos del SNTE a favor de Gordillo, también se reservaron el derecho a declarar.
A petición de la defensa, el juez Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales, Alejandro Caballero Vertiz, tendrá 144 horas, el plazo máximo que ofrece la ley, para analizar las pruebas y determinar en su caso la apertura o no de un juicio en contra de la dirigente sindical.
Es decir, el plazo vence la noche del lunes 4 de marzo.
Previamente, Gordillo, vestida con una blusa blanca con cuello de tortuga, con la mirada baja y en ocasiones encogiendo los hombros, escuchó los cargos en su contra detrás de una rejilla, durante una audiencia transmitida a medios de comunicación a través un circuito cerrado dentro del penal.
Tras la lectura de los cargos, Elba Esther habló en no más de tres ocasiones y respondió con monosílabos.
"No de mi parte", dijo cuando se le cuestionó si tenía comentarios sobre sus cargos. "Que sean los abogados" los que hablen, dijo en otra ocasión.
Tras haber sostenido una conversación con sus abogados, Isaías Gallardo Chávez y José Manuel Díaz Flores, acusados de presuntamente desviar los fondos del SNTE a favor de Gordillo, también se reservaron el derecho a declarar.
A petición de la defensa, el juez Sexto de Distrito de Procesos Penales Federales, Alejandro Caballero Vertiz, tendrá 144 horas, el plazo máximo que ofrece la ley, para analizar las pruebas y determinar en su caso la apertura o no de un juicio en contra de la dirigente sindical.
Es decir, el plazo vence la noche del lunes 4 de marzo.
Previamente, Gordillo, vestida con una blusa blanca con cuello de tortuga, con la mirada baja y en ocasiones encogiendo los hombros, escuchó los cargos en su contra detrás de una rejilla, durante una audiencia transmitida a medios de comunicación a través un circuito cerrado dentro del penal.
Tras la lectura de los cargos, Elba Esther habló en no más de tres ocasiones y respondió con monosílabos.
"No de mi parte", dijo cuando se le cuestionó si tenía comentarios sobre sus cargos. "Que sean los abogados" los que hablen, dijo en otra ocasión.
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