México, D.F.- El presidente Enrique Peña Nieto sostuvo que la reforma educativa —al artículo tercero de la Constitución— que contempla, entre otras cosas, la evaluación obligatoria de maestros no busca exhibir a nadie.
“La evaluación no pretende exhibir a nadie. Lo que se busca es conocer las fortalezas y debilidades del Sistema Educativo Nacional para elevar el desempeño de los maestros y revalorar la profesión docente”, afirmó durante el acto oficial en el cual promulgó la reforma constitucional.
Peña Nieto dijo que el gran propósito de la reforma es convertir a la educación en la fuerza transformadora del país, y para ello delineó tres ejes de acción:
En el primero, los niños y jóvenes mexicanos serán educados por los mejores maestros; el ingreso, ascenso y permanencia de los mentores dependerá de sus méritos y no de decisiones discrecionales.
En el segundo, se hará de la evaluación un mecanismo eficiente para mejorar la calidad de la enseñanza.
Y el tercero se mejorarán las condiciones de formación integral de todos los alumnos, y se respetará la autonomía de gestión de las escuelas, afirmó.
Ante los presidentes nacionales del PRI, del PAN y del PRD, los líderes de las Cámaras de Diputado y de Senadores, integrantes del gabinete legal y ampliado, el presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, el rector de la UNAM y la directora del IPN, el Ejecutivo dijo que este es un cambio de fondo que marcará el rumbo del país.
Sin la presencia de la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, el mandatario subrayó que para concretar la transformación educativa en la vida diaria de las escuelas es necesaria la participación de la sociedad, de los padres de familia y los maestros.
Consideró que esta reforma es un buen ejemplo de que los actores políticos saben dialogar y llegar a acuerdos en temas importantes.
Dijo que la pluralidad y las legítimas diferencias ideológicas no han sido obstáculo para impulsar los cambios que exigen los mexicanos. Aseguró que en otras condiciones hubiera sido un proceso largo, pero que al final se concretó en dos meses.
Puso énfasis en que es el fruto del compromiso y la determinación de todos, que nadie puede reivindicar para sí solo, el logro y alcance de esta reforma tan trascendental.
Es, asentó el mandatario, un acuerdo conjunto, compartido y, que sin duda, habrá de depararle al país mejores condiciones para la educación de los mexicanos.
“La evaluación no pretende exhibir a nadie. Lo que se busca es conocer las fortalezas y debilidades del Sistema Educativo Nacional para elevar el desempeño de los maestros y revalorar la profesión docente”, afirmó durante el acto oficial en el cual promulgó la reforma constitucional.
Peña Nieto dijo que el gran propósito de la reforma es convertir a la educación en la fuerza transformadora del país, y para ello delineó tres ejes de acción:
En el primero, los niños y jóvenes mexicanos serán educados por los mejores maestros; el ingreso, ascenso y permanencia de los mentores dependerá de sus méritos y no de decisiones discrecionales.
En el segundo, se hará de la evaluación un mecanismo eficiente para mejorar la calidad de la enseñanza.
Y el tercero se mejorarán las condiciones de formación integral de todos los alumnos, y se respetará la autonomía de gestión de las escuelas, afirmó.
Ante los presidentes nacionales del PRI, del PAN y del PRD, los líderes de las Cámaras de Diputado y de Senadores, integrantes del gabinete legal y ampliado, el presidente de la Conferencia Nacional de Gobernadores, el rector de la UNAM y la directora del IPN, el Ejecutivo dijo que este es un cambio de fondo que marcará el rumbo del país.
Sin la presencia de la presidenta del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación (SNTE), Elba Esther Gordillo, el mandatario subrayó que para concretar la transformación educativa en la vida diaria de las escuelas es necesaria la participación de la sociedad, de los padres de familia y los maestros.
Consideró que esta reforma es un buen ejemplo de que los actores políticos saben dialogar y llegar a acuerdos en temas importantes.
Dijo que la pluralidad y las legítimas diferencias ideológicas no han sido obstáculo para impulsar los cambios que exigen los mexicanos. Aseguró que en otras condiciones hubiera sido un proceso largo, pero que al final se concretó en dos meses.
Puso énfasis en que es el fruto del compromiso y la determinación de todos, que nadie puede reivindicar para sí solo, el logro y alcance de esta reforma tan trascendental.
Es, asentó el mandatario, un acuerdo conjunto, compartido y, que sin duda, habrá de depararle al país mejores condiciones para la educación de los mexicanos.
El Universal
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